La lucha por el poder
El relevo de Susana Díaz en el PSOE-A eclipsa la llegada del nuevo delegado del Gobierno
La toma de posesión de Pedro Fernández reúne a Susana Díaz, María Jesús Montero y Juan Espadas
La toma de posesión del nuevo delegado del Gobierno en Andalucía, celebrada ayer en Sevilla, sirvió para reunir en una misma habitación a todos los involucrados en la batalla por la dirección del PSOE andaluz. Pedro Fernández, alcalde hasta ayer de Ba za, a priori protagonista de la jornada, quedó eclipsado por la coincidencia de los actores que están involucrados en la batalla por el liderazgo del socialismo andaluz.
El nombramiento de Fernández, o la destitución de la susanista Sandra García, se ha relacionado con la pelea interna del PSOE, a modo de nuevo aviso del sanchismo a Susana Díaz para que desista en su empeño de mantener el interés por seguir liderando a la federación más potente de los socialistas.
Por eso, ayer en la Delegación del Gobierno se escrutaron hasta los cruces de mirada. No siempre están tan cerca la secretaria general del PSOE-A y expresidenta de la Junta, Susana Díaz, la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, y el alcalde de Sevilla, Juan Espadas. Ellos son los tres actores principales involucrados ahora en la carrera por el liderazgo del partido, algo que se dirimirá a finales de año en el congreso regional.
La expresidenta entró con Fernando Rodríguez Villalobos, uno de sus últimos bastiones con poder institucional
Díaz y Montero vistieron de rabioso rojo socialista. La expresidenta entró con Fernando Rodríguez Villalobos, uno de sus últimos bastiones con poder institucional. La ministra hacía corrillo con el vicepresidente primero del Congreso de los Diputados, exdelegado del Gobierno y ariete del sanchismo en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. Y en medio, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, que reivindica su derecho a marcar los tiempos para desvelar si estará en la carrera por la secretaría general ante las presiones de Ferraz, algo que daban por hecho en los corrillos posteriores.
Aunque todos los presentes esquivaron las referencias expresas a la batalla por el liderazgo del partido, cualquier gesto se interpretó como guiños a una u otra opción. Así ocurrió con el poema que la delegada saliente, Sandra García, citó en su despedida y que hablaba de mirar «a la derecha y a la izquierda» para que el corazón «aprenda a estar tranquilo»; también con los gestos de complicidad, donde se vio cómo la secretaria general del PSOE-A parecía más cómoda con el consejero de Hacienda, Juan Bravo, que con sus compañeros de partido; o con la marcha de Díaz según acabó de atender a los medios, evitando la charla distendida que suele ocurrir tras este tipo de actos.
«Lealtad y colaboración»
El nuevo delegado prefirió un tono conciliador. Así, señaló que plantea trabajar desde «la lealtad, la coordinación y la colaboración institucional para aportar soluciones a los problemas de los ciudadanos y ciudadanas». Fernández también lanzó un mensaje de «plena disposición a la colaboración» a la Junta . «Tened presente que en mí siempre vais a encontrar diálogo y soluciones para los andaluces», añadió.
Montero, que fue la encargada de cerrar el acto, advirtió sobre quienes prefieren estar «en las cosas de la política» y no «en la política de las cosas». La ministra de Hacienda agradeció en su nombre y en el del Gobierno central el trabajo a Sandra García y alabó la figura del nuevo delegado, del que destacó que es «un político de raza».
Quien sin intervenir en el acto institucional se deshizo en elogios hacia el nuevo delegado fue Susana Díaz que calificó a Fernández como «compañero y amigo» , valorando su «talento» y destacando su perfil como «trabajador, humilde y cercano».
Aunque otro de los motivos para el relevo en la Delegación del Gobierno haya sido buscar un perfil capaz de hacer mayor contrapeso a la Junta y vender los logros del Ejecutivo, Montero señaló la voluntad del Gobierno central de «colaborar de forma leal» con la Junta para afrontar «la dura crisis» derivada de la pandemia. Para salir de la crisis, además, la portavoz del Ejecutivo de Pedro Sánchez apostó por «la cogobernanza con las comunidades autónomas» como tónica general e instó a «dejar atrás el victimismo». «Andalucía —cerró Montero— es fundamental para que el conjunto de España prospere».
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