El récord turístico resucita a los hoteles que cerraron en la crisis

Solo quedan 17 establecimientos con sus puertas cerradas a la espera de solucionar sus problemas judiciales para permitir la llegada de inversores

Hotusa ha tomado las riendas del Monasterio de San Miguel ABC

LUIS MONTOTO

El crecimiento de las cifras turísticas en los últimos dos años —tanto en el número de visitantes como de pernoctaciones— ha tenido un impacto directo en la revitalización de hoteles que habían cerrado durante la crisis. La mayoría de los establecimientos que fueron clausurados pertenecían a grupos inmobiliarios que entraron en concurso de acreedores y sufrieron complejos procesos de reestructuración, lo cual ha dilatado en muchos casos su reapertura.

Grupos de capital turco como Corendon o egipcios como FTI han puesto su punto de mira en esta región dentro de sus planes de crecimiento

El sindicato CC.OO denuncia que en esta situación de parálisis aún permanecen 17 grandes hoteles en Andalucía , la mayoría en la Costa del Sol. Entre ellos están el Califa I y II y el Marina Sur en Torremolinos; además de El Greco, Goya y Velázquez en Benalmádena, que pertenecieron al quebrado grupo Summa. También mantienen sus puertas cerradas Los Alamos en Torremolinos (que es propiedad de la Seguridad Social y está previsto que salga a subasta);El Byblos en Mijas; los históricos Guadalpín, Incosol y Don Miguel en Marbella; y el AGH en Estepona. A ellos se le suman el Hotel Carabela Santa María, en Mazagón; o los gaditanos Fair Play Golf Hotel Spa, el Colon Costa Ballena y el hotel Prestigie Palmeral Plaza de Jerez.

Gran interés

Para Santiago Padilla , secretario general de la Federación Andaluza de Hoteles y Alojamientos Turísticos, se trata establecimientos que atraviesan problemas judiciales y burocráticos pero «existe un apetito inversor muy importante por parte de empresarios españoles e internacionales para comprar este tipo de activos, con lo cual es cuestión de tiempo que vuelvan a estar operativos». Su futuro depende de la resolución de sus problemas legales.

De hecho, en los últimos meses el proceso de reactivación de hoteles que habían atravesado dificultades ha sido muy intenso. El pasado mayo el empresario sevillano José Antonio Zapata reabrió el LepeMar en Islantilla (bajo el nuevo nombre de Marlin), que pertenecía a Nueva Rumasa. Este verano también se ha normalizado la situación de los dos hoteles emblemáticos que el grupo inmobiliario Jale tenía en el Puerto de Santa María. Por un lado, la sociedad Acerca Spain ha adquirido el Duque de Medinaceli, un establecimiento de cinco estrellas con 28 habitaciones de lujo, además de un prestigioso jardín botánico y una zona con piscina que estaba en manos de Banco Popular. En paralelo, el Grupo Hotusa se hizo en julio con el hotel Monasterio de San Miguel, un cuatro estrellas de 165 habitaciones (en este caso el vendedor ha sido BBVA).

Santiago Padilla recuerda que todos estos hoteles son viables pero bajo unos nuevos parámetros de gestión. «El coste del suelo y de los inmuebles ha disminuido , pero aunque el sector vive años muy buenos el nivel de beneficios no es el mismo que el de 2007, con lo cual ha habido un replanteamiento en la gestión y una profesionalización muy profunda en todos los establecimientos para lograr una rentabilidad aceptable».

Repercusión en la llegada de nuevas aerolíneas

Hay otros muchos ejemplos que muestran esta reactivación de la planta hotelera. El grupo mallorquín Palia selló el pasado abril la adquisición de Las Palomas de Torremolinos por más de 13 millones de euros. Este hotel es uno de los emblemas del desarrollismo en la Costa del Sol y salió a subasta tras la crisis del grupo empresarial de Fernando Puche (expresidente del Málaga FC). A su vez, también en ese mismo mes la cadena mallorquina Roc se hacía con el Embajador en Almería, un hotel urbano que había pertenecido al grupo del empresario de origen catalán Miguel Rifá, que también poseía en esta ciudad el Gran Hotel, que es uno de los 17 establecimientos andaluces que permanece cerrado.

Los problemas de seguridad en otros destinos del Mediterráneo están reforzando el atractivo de Andalucía como destino preferente de empresarios

El secretario general de la Federación Andaluza de Hoteles recuerda que «los grandes touroperadores europeos ya están pidiendo más plazas hoteleras y durante más tiempo, esto tendrá su repercusión en la llegadas de nuevas aerolíneas y el aumento de la frecuencia en las conexiones aéreas ». Los problemas de seguridad en otros destinos del Mediterráneo, unido a las políticas restrictivas a la inversión de los Gobiernos municipales de Podemos en Madrid y Barcelona, están reforzando además el atractivo de Andalucía como destino preferente de empresarios turísticos, no solo en las zonas de litoral, también en ciudades como Sevilla, Granada y Córdoba, con lo cual «el interés en reabrir los hoteles que aún mantienen problemas crecerá en los próximos meses y se animarán proyectos que en su momento quedaron detenidos».

Más de 1.000 millones

Esto ha llevado a que grupos como el turco Corendon y el egipcio FTI pongan su foco en la región. El primero es dueño de la cadena Marble y ya se hizo en julio con la gestión del Ama Andalucía Resort en Islantilla (con 205 habitaciones). El segundo posee la marca hotelera Labranda y está buscando oportunidades de negocio.

Según la consultora JLL Hotels&Hospitality Group, entre enero y julio de 2016 se han movido en España más de 1.000 millones de euros en inversiones hoteleras. Aunque Madrid y Barcelona todavía acaparan casi el 50%de este importe, la provincia de Málaga recibió un desembolso de 65 millones y la de Cádiz de unos 50 millones .

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación