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Los rebrotes de coronavirus marchitan la recuperación del turismo en Andalucía
«Es un auténtico desastre, un año perdido del todo», dicen los profesionales del sector a ABC
Es nuestra principal industria, pero está gripada como nunca . La pandemia se ha llevado por delante al sector turístico, cuyas perspectivas de recuperación cuando comenzó a permitirse la movilidad y, sobre todo, a abrirse las fronteras, no se están viendo satisfechas en absoluto.
El miedo a los contagios —recrudecido estos días por la aparición de unos rebrotes que afortunadamente en Andalucía no tienen la virulencia de otras comunidades— está siendo más fuerte que las ganas de veranear en un destino que se ha peleado la etiqueta de «seguro». Pero que por otro lado, según se quejan algunos empresarios, no se ha promocionado lo suficiente más allá de sus propias fronteras.
Las cancelaciones de última hora —facilitadas este año por una política más flexible de lo habitual ante el riesgo sanitario— están doblando el pulso a unas reservas que en el mejor de los casos dejarán la ocupación a la mitad de lo que pudo ser el año pasado. En primera persona, varios actores de los diferentes subsectores del turismo explican a ABC su experiencia a las puertas de agosto, el mes que tradicionalmente debería ser más importante. De fondo, el pánico a un final de año en el que la incertidumbre puede llenar de cierres, paro y oscuridad al motor de la economía andaluza .
Los hoteles. Stefaan de Clerck. HACE Hoteles (Cádiz)
El verano en Cádiz avanza a medio gas. Ni el buen tiempo registrado durante el mes de julio ni los escasos datos de contagios por coronavirus han conseguido vencer al miedo y reactivar las visitas a esta provincia de Cádiz. Así lo confirma el presidente de los hoteleros gaditanos y responsable de la cadena Hoteles Andaluces Con Encanto (HACE), Stefaan de Clerck. El empresario asegura que las reservas se han quedado muy por debajo de lo esperado. La media en los hoteles gaditanos va a quedarse en torno a un 60%, «cuando a principios de julio hablábamos del 70 ó 75% de ocupación», apunta el hotelero.
El responsable de HACE argumenta que el mes ha estado lleno de altibajos en lo que respecta a la demanda de los clientes, que se decantan por las reservas de última hora y muy localizadas en el fin de semana. «Los picos nos han impedido tener mejores datos, ya que mientras que los fines de semana llegamos a alcanzar hasta un 80%, sobre todo en los hoteles de costa , durante la semana se produce una salida masiva y nos quedamos en un 40%. Ni siquiera la celebración de las dos pruebas del Mundial de Motociclismo de Jerez han permitido disparar el número de reservas en los hoteles de la zona, reflexiona.
En cuanto a agosto, por el momento las reservas suponen en torno a un 50% de las plazas disponibles en la provincia. «Alcanzar el 70% en agosto sería ya un dato muy favorable», apunta De Clerck. Pero todo está cogido con alfileres. El empresario hotelero asegura que ya han sufrido múltiples anulaciones de reservas cuando determinados clientes se han enterado de que tenían que llevar mascarilla hasta en la playa.
Por esta razón, desde la Patronal de Hoteleros y Hosteleros de la provincia han hecho un llamamiento para solicitar al Gobierno autonómico que flexibilice una medida que, a su juicio, puede tener efectos negativos para el turismo. «No creemos necesario que esta medida se imponga en nuestras playas, que son grandes y anchas, y donde es posible mantener un distanciamiento de más de dos metros entre unos y otros», concluye el profesional.
Los apartamentos turísticos. Marta Jariod. Aptos. Costa Luz (Huelva)
La aparición, casi a diario en las últimas semanas, de nuevos focos de coronavirus en la comunidad andaluza ha llevado al sector de los apartamentos turísticos al borde del abismo, después de conseguir una remontada en el arranque del verano.
En los Apartamentos Costa Luz de Huelva, con presencia en las playas de Isla Canela y Costa Esuri de Ayamonte y en Punta Umbría y el Portil , las reservas para agosto han caído en un 90% con los últimos focos de Covid-19. El desplome se explica precisamente por la procedencia del turista, originario del País Vasco, Navarra y Aragón, zonas en las que el virus ha vuelto a hacer acto de presencia.
«Es un auténtico desastre, un año perdido», lamenta su propietaria Marta Jariod Anglés al constatar que el tímido incremento de reservas conseguido este julio —que se ha quedado al 50% respecto al pasado año—, se hunde de momento para el mes más potente del verano, a pesar de bajar los precios hasta un 40%, trabajar con cancelaciones gratuitas por primera vez y de importantes inversiones en tecnología para posicionarse en los mercados.
El turista que está llegando, apunta Jariod, busca la intimidad de los apartamentos y unas playas no acotadas, como son las de Huelva, que suele viajar en familia y se caracteriza por un comportamiento «de cautela» respecto al virus.
De cara al otoño, la previsión se sitúa en un 50% de ocupación con el mercado internacional, procedente de Suecia, Finlandia, EEUU, Francia y Reino Unido.
Los chiringuitos. Salvador Gallardo. El Torreón (Mijas)
Los chiringuitos de la Costa del Sol también siguen sin llegar a las cifras de años anteriores. La crisis sanitaria continúa notándose. «Julio comenzó fatal, igual que junio . En los mejores momentos estábamos al 40 por ciento de lo que sería el año pasado. Ahora llevamos unos días que ha mejorado y podemos tener la mitad de la clientela del ejercicio anterior », afirma Salvador Gallardo, que es propietario de los establecimientos «La Familia», «El Capricho» y «El Torreón» en Mijas Costa, donde ha recuperado ya a toda la plantilla que tenía en el ERTE. «Sólo me faltan los refuerzos de verano», añade este empresario, quien dice que con el aumento de visitas a sus negocios estudia contratar espeteros para las sardinas en los turnos de noche y ayudantes de barra.
Dependerá de que sigan llegando turistas. «Al principio eran solo españoles, hasta que en julio se produjo una avalancha de belgas . De cada diez mesas, cinco eran belgas. Ahora se está normalizando. El británico ya está aquí y al que no se ve es al alemán», explica Gallardo, que señala que «hay clientes que siguen teniendo miedo». «Los que vienen al chiringuito no, esos confían, pero hay muchos habituales que no vienen porque tienen miedo a ser contagiados», lamenta el empresario.
En su caso, no funcionan por cuotas de ocupación. «Medimos que entre las sillas de una mesa y otra haya un metro y medio. Eso nos deja con la mitad de mesas habituales cuando montamos el cien por cien», explica el empresario, que aplica la misma medida a las hamacas, donde lamenta que no se estén ocupando esta temporada.
Por otro lado, asegura que en Mijas los empresarios de playas son afortunados porque el ayuntamiento les ha eximido de pagar la ocupación de las terrazas, o la carga y descarga . Se les ha tramitado una ayuda y confía en no tener que pagar el canon, al menos no abonar la parte proporcional al tiempo que ha estado cerrado por culpa del coronavirus. «Las ayudas están bien, pero los empresarios queremos trabajar. Se agradece, pero no vivimos de las subvenciones. Lo que nos interesa de verdad es que se mueva el dinero y tener clientes», explica.
Las agencias de viajes. Miguel Ángel Luque. Natur World (Almería)
«El miedo es libre», dice Miguel Ángel Luque de Natur World con sede en Almería. Y es que una vez que se eliminaron las restricciones de movilidad entre provincias la demanda en su agencia se ha reactivado lentamente, aunque sin llegar a los niveles de pasados veranos. «Los viajes a países europeos por ocio son prácticamente inexistentes, casi todos los que realizamos son por motivos de trabajo o familiares. Hay alguna escapada de pocos días incluso a países como Italia o Francia, pero muy puntuales », explica Luque.
En su agencia están gestionando vacaciones principalmente en la comunidad andaluza, la gran demanda es la casa rural con piscina frente a los complejos hoteleros con mayor número de personas. «A nivel de ventas nos ayudan mucho los establecimientos que cuentan con sus protocolos públicos frente al covid-19, eso da seguridad al usuario y es un argumento más de venta», indica Luque.
Cuatro meses después del confinamiento aún siguen gestionando los reembolsos de reservas, algo que «está costando bastante». Pero «poco a poco se va consiguiendo» que devuelvan el dinero las aerolíneas y turoperadores. Con estos antecedentes los grandes paquetes vacacionales «ni siquiera están saliendo». Sí hay demanda de pequeños viajes que incluso el turista hace en su propio vehículo.
«Para todos los que nos dedicamos al turismo este verano va a ser muy malo; esperemos que no se vuelvan a cerrar fronteras y que si es necesario se actúe en zonas limitadas. En nuestro sector el coronavirus ha marcado un antes y un después sin precedentes», puntualiza este empresario. El modelo ha cambiado y la demanda se centra en lo próximo, incluso en la propia provincia, algo que habitualmente no estaba presente en las agencias almerienses.
La competencia por el resurgir de nuevos formatos vacaciones se ha incrementado. Los turistas en caravana son cada vez más y eso se ha dejado notar en las ventas de Natur World. «Son nuevos hábitos y una forma diferente de viajar. Además, se suman las nuevas tecnologías con aplicaciones donde poder gestionar las reservas. Las pérdidas serán irrecuperables», concluye Luque.
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