Impuestos

La rebaja sigue sin llegar a la plusvalía, el «impuesto de sucesiones» municipal

Málaga comenzará a aplicar este año una rebaja anual de 12,5% a la cuota, que se reduce también en Córdoba, donde han aumentado las bonificaciones hasta el 95%

Oficina de gestión tributaria ABC

Pablo Marinetto

La pérdida de un familiar no solo puedo suponer un mazazo emocional, sino también un quebradero de cabeza, sobre todo para quienes heredan bienes inmuebles o los ahorros de los fallecidos. En Andalucía, miles de familias han de preparar los bolsillos para pagar cuantiosas sumas de dinero con las que hacer frente al Impuesto de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana .

La conocida como plusvalía por herencia se ha convertido en la gallina de los huevos de oro de los ayuntamientos andaluces, que continúan cobrando el impuesto a pesar de las promesas de reducirlo tan recurrentes siempre en las campañas electorales.

Si a nivel autonómico la Junta de Andalucía puso remedio al polémico Impuesto de Sucesiones y Donaciones, es en el plano local donde heredar sigue siendo un tormento para el que paga y una oportunidad muy jugosa para el que cobra. Y es que la recaudación de este impuesto -y otros tantos- evita a los consistorios tener que hacer malabares para cuadrar las cuentas municipales .

La cuantía a pagar varía en función del valor de la propiedad que se hereda y es en el tipo impositivo que se aplica donde se empiezan a ver las primeras diferencias entre las distintas capitales andaluzas. Así, son Huelva , Cádiz , y Granada las ciudades que aplican el tipo de gravamen más alto, del 30 por ciento sobre el valor catastral de la vivienda . Del otro lado está Almería , donde el pago es el menos costoso para los herederos, al aplicarse el tipo al 20 por ciento. Entre un extremo y otro se encuentran Málaga y Jaén (29 por ciento), Córdoba , (28,5 por ciento) y Sevilla (26,8 por ciento).

No obstante, en todas ellas, salvo en Jaén, se ofrecen bonificaciones para evitar que los herederos tengan que abonar el 100% de este impuesto que se ha de pagar «mortis causa». Los casos de Sevilla y Málaga son similares. El descuento se aplica en ambas en base al nivel catastral de la vivienda. En la capital hispalense se ofrece el 95% si este valor es inferior a los 10.000 euros; el 50% si no supera los 20.000 y un 30% hasta el tope de 50.000 euros. Por encima de esas cantidades no se ofrecen bonificaciones.

En la capital de la Costa del Sol van algo más allá, pudiéndose beneficiar incluso de estas reducciones quienes hereden bienes con un valor catastral superior a los 250.000 euros . En este caso la bonificación que se ofrece es del 25%, la más baja. Lo es del 50% para las viviendas comprendidas entre los 200.000,01 y la anterior cantidad; del 70% entre 150.000’01 y 200.000; del 80% entre 100.000 y 150.000, y la máxima reducción, del 95%, para las viviendas con valor inferior a los 100.000 euros.

Reducción gradual de la cuota

En Málaga, el IIVTNU afecta a unas 15.000 familias cada año. La actual ordenanza entró en vigor en 2017, aunque el Ayuntamiento trabaja ya en una rebaja del impuesto. El equipo de gobierno de PP y Ciudadanos acordó una reducción gradual de la cuota final de un 12,5 por ciento cada año con el objetivo de que la bonificación alcance en un plazo de ocho años el máximo legal del 95%, independientemente del grado de consanguineidad de los herederos y de si convivían o no con el fallecido.

El portavoz socialista en el Ayuntamiento, Daniel Pérez , acusó al gobierno de Francisco de la Torre de «estafar» a los ciudadanos durante la campaña electoral prometiendo acabar con este tributo, y criticó que 19 millones de euros del nuevo presupuesto para 2020 hayan salido «del bolsillo de los malagueños» a través de este «impuesto a la muerte». Pero, el concejal de Economía y Hacienda, Carlos Conde , explica a ABC que el Ayuntamiento de Málaga ha sido de los primeros en ser «sensibles» a la cuestión de la plusvalía «mortis causa» a través de las bonificaciones.

En 2019, en Málaga se liquidaron 18 millones de euros a través de este impuesto . Si bien, las arcas municipales solo recibieron 16, ya que se bonificaron dos millones de euros a 1.800 familias. En total -según confirma Conde- desde 2013 se han beneficiado de estas rebajas más de 8.300 herederos, que se han ahorrado, en suma, 9,4 millones de euros .

En Huelva , el porcentaje de bonificación se aplica, como en las anteriores, en función del valor catastral. De esta forma, si es inferior a los 5.805,19 euros, la rebaja es del 90%; hasta los 11.610,38, del 70%; hasta 23.220,76, del 50 por ciento; y para valores superiores, se aplica el 30%. En el caso de Almería , también es el valor catastral el que marca quién disfruta y quién no de las bonificaciones, con la salvedad de que sólo podrán beneficiarse aquellos que hereden bienes con un valor inferior a los 50.000 euros, a quienes se les descontará un 95%.

Algo similar ocurre en la capital gaditana. El Ayuntamiento, gobernado por José María González, «Kichi», bonifican exclusivamente las viviendas cuyo valor catastral es inferior a los 40.000 euros . Sin embargo, en su caso sí se establecen diferencias porcentuales: del 95% hasta los 20.000; del 50% hasta los 30.000; y del 25% hasta un máximo de 40.000.

En Granada la rebaja es plana. Es decir, quienes hereden en la ciudad de la Alhambra recibirán una rebaja del 50 por ciento con independencia del valor catastral de la vivienda. En su vecina Jaén, el plan de ajuste impide que se apliquen bonificaciones sobre este tributo.

Requisitos

Desde el pasado 1 de enero, la ordenanza que regula el impuesto en Córdoba incluye varias modificaciones. Además de haberse reducido el tipo de gravamen hasta el 28,5 por ciento, también la bonificación se ha incrementado hasta el 95% en todos los supuestos, sin tener en cuenta el valor catastral . Eso sí, para tener derecho a esa rebaja, los adquirientes deberán haber convivido durante los dos años anteriores con el fallecido.

Este último requisito impera también a otras provincias. En Sevilla , se ofrece una rebaja del 95% si el causante convivió al menos los dos años anteriores con el fallecido . Además, la propiedad deberá ser la vivienda habitual del heredero los tres años siguientes y el valor catastral no podrá superar los 75.000 euros.

Para que los onubenses las bonificaciones se mantienen siempre que se haya convivido al menos durante los dos años anteriores al fallecimiento con el causante y se mantenga la adquisición durante dos años. En Cádiz, esa relación de convivencia sube hasta los cuatro años y exigen mantener el inmueble durante cinco . En el caso de Málaga esta cláusula, explica Conde, se obvia cuando el beneficiario es pensionista, desempleado, menor de 30 años, discapacitado o víctima de violencia de género.

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