Una plaga de mosquitos ataca en Matalascañas, Mazagón y Sanlúcar de Barrameda
«Es un infierno cuando llegan las 9 de la noche y no se puede estar en la calle», explican los afectados
Residentes y visitantes de la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda , así como de otros núcleos turísticos del litoral onubense como Matalascañas y Mazagón , están sufriendo desde mediados de esta semana la invasión de una plaga de mosquitos provenientes de Doñana, que atacan «con virulencia y sin piedad» a los paseantes de los distintos enclaves costeros y del interior próximos al coto cuando llega el anochecer.
En el caso de Sanlúcar de Barrameda, el pico de mosquitos ha sido relevante, sin que las autoridades sanitarias hayan emitido hasta el momento ninguna señal de alerta ni consejo ante la situación, cuya gravedad se puede apreciar en los ambulatorios y centros de salud de la localidad gaditana, colapsados por personas que han sufrido picaduras. En las farmacias o grandes superficies comerciales ha sido durante este fin de semana, prácticamente imposible encontrar un repelente de mosquitos o tratamientos especiales contra las picaduras.
La presencia de estos insectos, ha sido controlada a través de distintos planes que suele poner en marcha la Diputación Provincial de Huelva, como el PCM activado a principios del verano, junto con los Ayuntamientos de Almonte, Ayamonte, Lepe, Isla Cristina, Cartaya, Aljaraque, Punta Umbría, Gibraleón, Huelva, Palos de la Frontera, Moguer y San Juan del Puerto, con un presupuesto de 2,7 millones y unas 140.000 hectáreas para su fumigación hasta el 31 de octubre.
Pese a esta medida, en las últimas semanas la presencia de mosquitos en zonas del litoral oriental como Mazagón y Matalascañas se ha reactivado exponencialmente y es, a día de hoy, un problema fastidioso para quienes pasan sus días de descanso en estas playas, al igual que en otros puntos, como Isla Cristina. En Matalascañas, la situación es realmente preocupante, según Juan Gómez, presidente de la Asociación de Propietarios, que comentó que el núcleo costero « es un infierno cuando llegan las 9 de la noche y no se puede estar en la calle».
Desde el Servicio de Control de Mosquitos de la Diputación Provincial de Huelva afirman que es cierto que en los últimos días se ha producido un «pico de mosquitos», al coincidir con mareas de alto coeficiente, pero que se trabaja diariamente en diversas zonas desde el 1 de marzo al 31 de octubre. Además, admitieron que las poblaciones más problemáticas son, precisamente, las más cercanas a marismas, esteros y terrenos encharcados. Entre ellas, se encuentran los municipios próximos a Doñana, un espacio protegido donde no se realiza tratamiento alguno.
En el caso de Cádiz, la Diputación Provincial no tiene proyectos anuales contra los mosquitos. Actúa cuando la ocasión lo requiere y no siempre en zonas turísticas. Las últimas actuaciones conocidas se desarrollaron, con la colaboración de la organización agraria ASAJA, en las zonas húmedas de la Janda, aunque también afectó a localidades costeras como Vejer, Barbate o Tarifa , incluyendo acciones para la mejora medioambiental y la protección de la salubridad pública.
Las actuaciones comenzaron en abril, con un diagnóstico previo de la población de larvas de mosquitos , y seguirán hasta octubre. Se actúa fundamentalmente en zonas de aguas de baja salinidad, como arrozales; en aguas salobres en zonas sometidas a períodos de inundación de mareas, como las Marismas de Barbate ; en las lagunas, en los vertidos de aguas residuales o piscinas y en depósitos de aguas. Se ha solicitado la colaboración de la población al encontrarse algunos de los focos de cría en terrenos privados.
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