Qué plan
Piragüismo, kayaking y rafting en los ríos de Andalucía
La emoción que aguardan las provincias de Córdoba y Granada en verano
Dejarse llevar por el cauce del río a bordo de un kayak o una piragua es una experiencia cargada de sensaciones que cada vez tiene más seguidores. El tramo urbano del Guadalquivir a su paso por Sevilla no permite hacerlo, pero sí otros muchos puntos de este río y sus afluentes, que reciben cada año desde la primavera a cientos de apasionados de la aventura dispuestos a conquistar sus aguas . La experiencia, sin embargo, no es solo apta para corazones intrépidos, puesto que la practica todo tipo de públicos, desde familiar con niños pequeños a parejas o grupos de amigos que nunca antes habían hecho algo parecido.
El Genil , el Guadalquivir a su paso por Córdoba y parte de esta provincia o el Guadiato son algunos de los ríos que invitan a practicar este deporte durante todo el año, teniendo en cuenta que el rafting o el descenso de aguas bravas solo puede desarrollarse en la época estival. dado que es cuando se producen sueltas de agua de los embalses y el cauce fluvial permite su práctica. Guadalquivir Activo es una de las empresas que ofrece este tipo de recorridos durante todo el año y aseguran que es una actividad «que engancha» y es frecuente que quienes prueben repitan. El meandro de Montoro , indica Javier Sánchez, gerente de la empresa, es de los más activos, aunque ellos también ofrecen rutas en piraguas por Villafranca, donde se ubica la empresa, Córdoba capital o el tramo del Genil que pasa por Écija. La mayoría de su público procede de Andalucía, aunque también hay extranjeros y turismo nacional que quiere conocer el río desde dentro.
Hacia el puente romano
Admirar la Mezquita de Córdoba mientras se desciende suavemente por el Guadalquivir es una experiencia inolvidable que cada vez quieren vivir más personas. Así lo relatan desde la empresa Aventuras Límite , que realiza rutas en piragua y en kayak por diversos puntos de la provincia cordobesa, incluida la capital. «El Guadalquivir no tiene mucha dificultad a su paso por Córdoba, con lo que es un plan que piden muchas familias con niños pequeños e incluso gente madura», indica Antonio Martínez, director técnico de la empresa.
Los niños que tienen a partir de siete u ocho años ya pueden palear y los menores de esa edad pueden ir acompañados de un monitor o sus padres. El tramo más solicitado es el que discurre entre el puente del Arenal hasta el puente romano , abarcando todo el casco histórico de la ciudad. «Al sevillano sobre todo le impresiona mucho dejarse llevar por el cauce del río porque está acostumbrado a que en su tramo del Guadalquivir el agua no lleve fuerza», señala. No obstante, es posible regresar a contracorriente por una de las orillas y volver al punto de partida en el Puente del Arenal completando las dos horas de recorrido.
Esta empresa también ofrece en determinadas épocas del año descensos por el Guadalquivir en el tramo de la presa de Casillas - aeropuerto , ideal para aquellos que desean iniciarse en el descenso de ríos por su nivel de dificultad bajo. Los monitores explican las claves para poder palear sin mucha dificultad y sacarle el máximo partido a la experiencia, lo único que se suele pedirse a los que quieran hacer estos recorridos es que lleven una muda de repuesto, una toalla y calzado que se pueda mojar. El material, consistente en neopreno, casco, chaleco salvavidas, embarcación y pala, lo suele poner la empresa.
Salta Ríos es otra compañía de turismo activo que ofrece, entre muchas actividades, descensos y rutas en piraguas por los ríos andaluces. Tiene su sede principal en Granada, aunque también cuenta con oficinas en Jaén, Málaga y Córdoba, desde donde ofrece recorridos fluviales en Benamejí-Palenciana y una ruta por el río Genil de dificultad media, aunque también hay zona de rápidos para aquellos que tienen experiencia en descensos. De hecho, en esos tramos sólo navegan las piraguas de una plaza y las personas que demuestren tener conocimientos previos en la materia. Iñaki Arrate, gerente de esta empresa, asegura que en los últimos tres años ha habido un aumento de personas interesadas en hacer estos recorridos. «Llevamos más de 20 años ofreciéndolos y en los últimos parece haberse puesto de moda», subraya. El precio medio de esta actividad oscila entre los 12 y los 40 euros por persona, dependiendo del tiempo que dure la ruta y la dificultad de ésta.