El futuro de la presidenta
Pedro Sánchez sube la presión sobre el relevo de Susana Díaz aunque no intervendrá... de momento
La dirección federal está a la espera de saber si hay una repetición de las elecciones mientras Adelante se ofrece a negociar con otro candidato a la Junta
La presión sobre la presidenta de la Junta de Andalucía sube de nivel. Y no sólo en sentido figurado sino también orgánico. El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha mandado un mensaje muy claro en una entrevista que concedió a la Agencia Efe, «el futuro del Partido Socialista en Andalucía lo elegirán y decidirán los militantes », dijo después de afirmar que en Andalucía «se estaba cerrando un ciclo político» .
Se trata , sin embargo, de un paso más en un camino que tiene como final el relevo de Susana Díaz al frente de la Secretaría General del PSOE andaluz, «un camino largo» según la valoración de un socialista autorizado. La dirección federal está a la espera de saber cómo se resuelve la investidura en la Junta de Andalucía y de si hay segundas elecciones, el escenario más deseado para Susana Díaz que ve en él la posibilidad de recuperar el poder regional. A esta incertidumbre contribuye también Adelante Andalucía que está moviendo sus piezas en un tablero de ajedrez en el que buscan relegar a la actual presidenta de la Junta.
Antonio Maíllo y Teresa Rodríguez han ofrecido al PSOE negociar un Gobierno alternativo «al de las derechas» buscando un candidato de consenso entre ambos partidos y dejando fuera a Susana Díaz, «que no suscita el consenso de nadie». Una manera de saldar cuentas pendientes, que son muchas, entre la presidenta y ambos líderes de la confluencia. Y no es una puntada sin hilo. Tanto Teresa Rodríguez como Antonio Maíllo saben muy bien que esta salida no tendría dificultades precisamente por parte de la Dirección Federal. Todo lo contrario.
La «toma» de San Vicente (sede regional de los socialistas andaluces) será pausada pero no parará, «en el PSOE no abrimos sucursales» . Eso sí. Siguiendo siempre los límites marcados por los Estatutos Federales. Empezará por las listas electorales a las municipales. El número dos del PSOE federal, José Luis Ábalos, lo explicaba con total claridad. «La dirección federal no volverá a ser espectadora de las decisiones que tome el PSOE andaluz».
Es decir, tomará decisiones y colocará a sanchistas en las listas a los ayuntamientos, en contra del criterio de Susana Díaz . Pero será una intervención ordinaria, «nada excepcional, más allá de los procedimientos orgánicos». Exactamente lo contrario que hizo Susana Díaz cuando derrocó a Pedro Sánchez de la Secretaría Federal y forzó la imposición de una gestora. Porque Sánchez quiere demostrar que sus maneras de trabajar son otras diferentes a las del susanismo que quiere desterrar. Desde Ferraz , además, recordaban ayer a la presidenta andaluza en funciones lo que ya le han dicho en varias ocasiones. «Los liderazgos se consolidan por sus éxitos, y quienes deciden si son éxitos o fracasos son los militantes, que son los que votan a los secretarios generales en primarias» .
Susana Díaz, desaparecida
En medio de la vorágine la lideresa andaluza está desaparecida. De la escena pública y también de las redes sociales, de las que se desenganchó el pasado 30 de diciembre y en las que no ha vuelto a pronunciarse. Toda su tarea la concentra en el trabajo interno según ha podido saber ABC —además de unos días de descanso con la familia como correspondía a las fiestas—.
Susana Díaz mantiene su discurso y el portavoz del PSOE, Mario Jiménez, presentará su candidatura ante la presidenta del Parlamento . Considera que no todo está perdido y quiere mantenerse en la dirección del PSOE con el discurso anti-Vox que busca dinamitar el pacto para el Gobierno de PPy Ciudadanos.
Así, los portavoces del PSOE siguen replicando públicamente sus mensajes de brocha gorda contra Vox, agrandando su repercusión en las redes sociales y en los medios. Una estrategia que cada vez menos comparten porque una buena parte de los cuadros del PSOE andaluz (y qué decir del Federal) ya dan por perdida la Junta de Andalucía.
Pero en el entorno de la presidenta en funciones, tanto en el Gobierno como en el partido, nadie expresa públicamente sus disensiones o sus criterios en contra. Susana Díaz ha elegido en su círculo más cercano a personas que la siguen fielmente y que, ahora en estos momentos bajos, no la van a traicionar. Otra cosa será cuando se desmantele el poder del PSOE en la enorme administración de la Junta.
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