Elecciones generales 2019
Pedro Sánchez «pincha» en Sevilla y apenas reúne a mil fieles en su mitin
El líder del PSOE aboga por blindar las pensiones con una reforma constitucional

Primero estaba previsto que el acto de Pedro Sánchez en Sevilla fuera en el exterior. Las nubes negras lo llevaron a un pabellón interior donde todos sentados en sillas de plástico daban sensación de mucha gente, pero apenas mil personas fueron a escuchar a su secretario general.
El caso es que no llovió ni dentro ni fuera. El agua de las dos «sensibilidades» socialistas no llegó al río porque predominó la tregua electoral entre ambas. Sánchez y Díaz se saludaron escuetamente al llegar al acto y se citaron mutuamente en sus discursos.
La horma de su zapato
El líder socialista ha encontrado la horma de su zapato en esta campaña: tono moderado, didáctico, sin estridencias, como si fuera un profesor de Instituto dando clase a sus alumnos en busca del centro político. «El PSOE es el único partido con un proyecto sensato y cabal» centrado en resolver los problemas de desigualdad social, la demanda de convivencia y la lucha contra la corrupción», vino a decir sin grandes estridencias.
Entre las medidas anunciadas destaca «la reforma de la Constitución para blindar las pensiones». El PSOE quiere —dijo en el Palacio de Exposiciones— «una España mejor, feminista, ecologista, una España que garantice la dignidad de los mayores y en la que la vejez no signifique soledad o que las pensiones sean tan bajas que tengan que escoger entre comer y pagarse sus medicamentos, o entre comer y ayudar a sus hijos desempleados». Defendió el constitucionalismo del partido y negó haber pactado con los independentistas, «si así fuera no nos hubieran tumbado estos presupuestos sociales tan buenos para tener que convocar elecciones».
La derecha «machista y xenófoba»
Susana Díaz, que no se quita la espinita de su derrota por la abstención, pidió máxima participación en todas las próximas citas electorales: « Ya hemos visto en Andalucía que cuando los socialistas nos relajamos , la derecha vuelve con la cara más machista y más xenófoba». Por eso, instó a realizar una campaña «casa a casa, barrio a barrio, familia a familia, explicando cuánto nos jugamos».