Un papel crucial para garantizar la legalidad

Los letrados del Parlamento andaluz tienen una labor fundamental en la Cámara. Su intermediación es imprescindible para que los grupos políticos puedan realizar su trabajo tanto de proponer leyes o mociones como de controlar al Gobierno andaluz en su gestión diaria. Una de sus tareas fundamentales es elaborar dictámenes sobre los asuntos en los que no hay acuerdo político. Su criterio, en estos casos, es superior al de los grupos parlamentarios, ya que son quienes garantizan que se cumpla la legalidad en todas las decisiones que se toman en el Parlamento. Si se pronuncian sobre cualquier asunto, su palabra es vinculante en la resolución del mismo.

Una de las intervenciones más importantes de los letrados se produjo al inicio de esta legislatura cuando se acordó la composición de la Mesa del Parlamento que otorgó al PP una representación inferior a la que le correspondía legalmente por una interpretación del Reglamento de la Cámara, que recogía que todos los grupos debían estar presentes en este órgano de gobierno. Decisión que fue recurrida ante el Constitucional que devolvió los derechos al PP, en concreto a la diputada Patricia del Pozo , ahora integrante de la Mesa de la Cámara en detrimento del representante de Izquierda Unida que tiene voz pero no voto en este órgano.

Los letrados también garantizan que las leyes que se aprueban en el Parlamento no contravienen ninguna otra norma fundamental del Estado. También son los responsables de defender en los tribunales al Parlamento andaluz, que tiene una cierta ligiosidad sobre todo en los capítulos de contratación administrativa, donde surgen conflictos con los proveedores.

Asimismo, los letrados del Parlamento son también quienes recurren al Tribunal Constitucional cuando hay conflicto de competencias, cuando algún diputado siente lesionados sus derechos o la Cámara decide llevar ante este alto órgano sus demandas por cualquier motivo.