Política

Pablo Casado se abona al modelo de Juanma Moreno en la Junta de Andalucía

El líder nacional del PP presidió la reunión del grupo parlamentario cuando se cumplen dos años de las elecciones andaluzas

Juanma Moreno y Pablo Casado este miércoles en Sevilla Efe/José Manuel Vidal

Stella Benot

Una celebración en tiempos de pandemia pero una celebración al fin y al cabo. Todo eran sonrisas, saludos, respetando las normas, y buenas palabras cuando se cumplieron dos años de las elecciones andaluzas que llevaron a Juanma Moreno y al PP andaluz hasta el Palacio de San Telmo.

En Génova tenían apuntada la fecha en rojo en el calendario y por eso no faltó Pablo Casado que quiso respaldar públicamente a Moreno —«soy el primer presidente del PP que tengo a un compañero del partido en la Presidencia de la Junta»— y centrar tanto su imagen como su discurso. Su apuesta es la gestión de Andalucía.

Centralidad

Porque centro fue la palabra más repetida por ambos dirigentes reivindicando, además, que es donde siempre ha estado el PP. Casado presidió la reunión del grupo parlamentario —no hubo nadie ajeno al mismo ni siquiera del PP de Sevilla— y puso de ejemplo el modelo de gestión de Juanma Moreno al frente de la Junta, «para mí, la Junta de Andalucía es una referencia de lo que yo quiero hacer a nivel nacional cuando llegue al Gobierno de España» , dijo además de repetir que está «harto de la polarización de España».

Juanma Moreno se presentó sin sorpresas, sin anuncios estridentes ni inesperados, reivindicando para su Gobierno una imagen de moderación pero también «centrado, inclusivo, reformista y, sobre todo, basado en el diálogo». Unas virtudes a las que fía la estabilidad política y la garantía de que acabará la Legislatura con el aval de que ha aprobado (lo hará el día 22 de diciembre) tres presupuestos en dos años.

El presidente andaluz no hizo un balance exhaustivo de los dos años desde la cita con las urnas pero sí reivindicó lo que considera los pilares de su gestión. La bajada fiscal y las políticas sociales.

En este sentido, Moreno detalló que con la bajada de impuestos como el de sucesiones , el de actos jurídicos documentados y el de transmisiones, «Andalucía ha tenido este año 126.000 contribuyentes más y hemos recaudado 650 millones de euros más en la renta porque en las sociedades se avanza mucho cuando se le bajan los impuestos a las clases trabajadoras».

Como lleva haciendo desde que se conoció el acuerdo entre Sánchez y ERC, Moreno advirtió que la Junta no va a subir los impuestos a los andaluces porque esas no son las políticas del PP. Un mensaje que Pablo Casado reiteró en su turno de palabra elogiando el trabajo del Gobierno andaluz en este sentido.

También defendió Moreno que su Gobierno «es el más social de la historia de Andalucía porque destina a Sanidad el 7% del PIB y a Educación el 5% del PIB», valores que los partidos de izquierda del arco parlamentario defienden como deseables.

Sin referencias a los socios

Juanma Moreno no reconoció errores explícitamente, simplemente se limitó a reconocer que habría tenido sombras en la gestión aunque lo más sorprendente fue la total ausencia de referencias a sus socios de Gobierno. Era un acto interno del PP pero resultó llamativo que no hiciese ninguna alusión ni a Ciudadanos , con los que comparte Gobierno, ni a Vox, un partido con el que Casado está tratando de establecer las distancias.

Y las distancias ayer fueron tales que se les obvió de toda referencia. Lo que sí quedó claro es que la Legislatura ya está hecha , que no hay dudas de que las urnas no se abrirán hasta 2022 porque la estabilidad es una de las claves del modelo andaluz.

También su propuesta de futuro. El presidente andaluz se comprometió a seguir trabajando para consolidar el crecimiento de Andalucía que truncó el coronavirus. «Nada más que pase el temporal, que pasará, aquí hay un Gobierno dispuesto a lograr la mejor Andalucía posible».

Tras el acto, Casado y Moreno recorrieron a pie el camino que separa la sevillana calle Betis del Palacio de San Telmo . Varias personas los abordaron en ese trayecto en unos encuentros carentes de tensión, más bien todo lo contrario. Y ambos líderes almorzaron juntos —y los dos solos— recuperando las buenas relaciones que habían mantenido hasta que Moreno llegó a la Junta y empezó a tener voz propia también dentro del PP. Si se habían distanciado, ayer hubo reconciliación.

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