POLÉMICA POR EL USO DE TARJETAS DE LA FAFFE EN PROSTÍBULOS
A oposición revuelta... ganancias para el PSOE
Los grupos se cruzan acusaciones de haber pactado con el PSOE que tiene en sus manos la investigación de la Faffe
La X Legislatura termina casi como empezó, con los grupos de la oposición disgregados, incapaces de ponerse de acuerdo frente a un PSOE en minoría pero que logra victorias parlamentarias como si estuviese en los tiempos de la mayoría absoluta. Precisamente ha sido este guirigay el que ha permitido al PSOE obtener la presidencia de la comisión de investigación para averiguar las presuntas irregularidades de la extinta fundación Faffe de la Junta.
Una fundación con cuyas tarjetas de crédito el director se gastó 14.737 euros en un prostíbulo en Sevilla , una cantidad a la que hay que añadir otros 20.000 euros de «gastos personales» con cargo a una segunda tarjeta de crédito. Y eso es sólo la punta del iceberg ya que había hasta 13 cajas fuertes en esta fundación que gestionó, sin control, 300 millones de euros en ocho años de existencia.
Un asunto mucho más que espinoso que molesta sobremanera al Gobierno andaluz y mucho más en esta etapa preelectoral. Ahora, los socialistas tienen en sus manos los tiempos para administrar la investigación parlamentaria sobre la Faffe porque su diputada Marisa Bustinduy fue la elegida este viernes como presidenta de esa comisión de investigación.
Es decir, que los socialistas son los responsables de administrar los tiempos y decidir el orden de trabajo de la comisión de investigación en medio de las mutuas acusaciones de los grupos de la oposición.
El PP era el grupo proponente de esta comisión de investigación —que es la segunda de la legislatura tras la d e formación— y por lo tanto consideraban que su candidato, Jaime Raynaud, debía ser el presidente . Según ha podido saber ABC, Podemos estaba decidido a apoyarlo pero una orden superior al grupo parlamentario negó la posibilidad de apoyar «a un partido manchado por la corrupción» por lo que, finalmente, presentaron a Jesús Romero para dirigir estos trabajos, quien contó con el apoyo de IU.
Ciudadanos, por su parte, se encontraba en medio, ya que sus ocho votos (la votación es ponderada según la representación parlamentaria) no decidían ningún candidato, ni el del PP ni de Podemos . En este escenario, no presentaron candidato a pesar de que habían anunciado que apostarían por su diputado José Antonio Funes pero, finalmente no lo presentaron para evitar que los socialistas los pudiesen votar, con lo que hubiesen sido acusados de connivencia con los socialistas . Optaron por la abstención por lo que la presidencia fue para el PSOE.
Acusaciones mutuas
El triunfo del PSOE en esta batalla —que es clave en el más que previsto adelanto electoral— provocó una tormenta política entre los grupos de la oposición. Desde Ciudadanos se acusaba a Podemos de tener un «pacto con el PSOE». «Es Podemos quien ha roto la baraja presentando a su candidato», aseguraba Juan Marín .
El PP pensaba lo mismo de Ciudadanos tal y como aseguraba su portavoz Carmen Crespo, «Ciudadanos está ayudando al PSOEa tapar la corrupción. El PSOE lo que quiere es taparlo todo y el resultado es como si hubiésemos puesto al zorro a cuidar a las gallinas».
Podemos, por su parte, criticaba al PSOE . Jesús Romero aseguró que los trabajos de la comisión «nacen muertos» por la «desvergüenza» del PSOE al presentar una candidatura para presidir una comisión para investigar al propio gobierno del Partido Socialista, lo que cree que es como «poner al lobo a guardar las ovejas».
Algunas fuentes consultadas por ABC lamentaban la falta de capacidad negociadora de todas las partes , sobre todo porque había una solución para evitar que el PSOE presidiese esta comisión de investigación: dar la presidencia de la misma al grupo minoritario que es Izquierda Unida . El diputado José Antonio Castro se veía como un candidato ideal por parte de varios diputados de la comisión. «La culpa es del P Pque no ha sabido negociar un asunto que era muy grave. Sólo querían la presidencia», aseguraba a ABC una fuente parlamentaria que ha seguido directamente todas las negociaciones.
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