POLÍTICA

El obligado silencio de Podemos en Andalucía

Madrid prohíbe a Teresa Rodríguez y al resto de sus líderes regionales hablar de política nacional. Malestar en Andalucía por lo que consideran una falta de respeto a los diputados andaluces

Teresa Rodríguez en el útlimo Pleno del Parlamento celebrado en julio JUAN JOSÉ ÚBEDA

STELLA BENOT

Todo es estrategia en Podemos aunque la realidad les ha demostrado que no es lo mismo analizar las cosas en la universidad que aplicar estas teorías a la práctica política. Tras el fracaso de la formación morada en las negociaciones tras las elecciones del 20-D, la orden desde Madrid ha sido tajante: perfil bajo y silencio sobre las negociaciones , los pactos y los posibles acuerdos.

El mensaje ha llegado alto y claro a Andalucía pero Teresa Rodríguez no es demasiado dócil a los mandatos del Consejo Estatal de Pablo Iglesias y hasta en tres ocasiones ha hablado públicamente sobre la conveniencia de llegar a un acuerdo con la formación de Pedro Sánchez .

Eso sí, siempre lo ha hecho moderando el tono y pidiendo al PSOE de Andalucía que colabore, «que pierda el miedo», «que no atienda al pacto de derechas del PP y Ciudadanos», en una actitud conciliadora que no es la habitual en sus relaciones con el PSOE de Andalucía con el que no ha encontrado ni un sólo punto de encuentro desde que Podemos apareció en la escena política regional tras las elecciones del 20 de marzo de 2015.

Pero ahora es lo que toca: tratar de tender puentes con los socialistas y este mismo jueves se enfrentará a una prueba de fuego ya que se retoma la habitual actividad en el Parlamento de Andalucía y Teresa Rodríguez preguntará a la presidenta Susana Díaz sobre la situación de la Educación en la comunidad autónoma.

Aguas revueltas

Las aguas bajan revueltas en Podemos en Andalucía donde hay un importante malestar con la dirección nacional de Pablo Iglesias . A la «falta de respeto» que consideran que supone no crear un grupo andaluz en el Congreso de los Diputados -como sí tienen otros territorios- se suma el hecho de que hayan rechazado la colaboración que les ofrecieron desde el grupo parlamentario para la negociación de la Mesa del Congreso de los Diputados .

Desde Andalucía, Teresa Rodríguez ofreció la experiencia de sus diputados para asesorar a los dirigentes nacionales de Podemos en la negociación de la composición de la Mesa del Congreso , un ofrecimiento que fue rechazado rotundamente.

También hay que tener en cuenta la fortaleza que tiene la lideresa morada andaluza. Aunque no cuenta con un apoyo rotundo y sin fisuras -hay diferencias hasta en el seno del grupo parlamentario- lo cierto es que su liderazgo no está en cuestión ya que no tiene rival enfrente. Su principal opositor, Sergio Pascual , está laminado y no cuenta con apoyos suficientes como para armar una alternativa seria. Al menos por el momento.

En este contexto, el trabajo de Teresa Rodríguez se centra en consolidarse en Andalucía. Una vez dominado el Parlamento andaluz, donde ya no comete los errores de principiante de cuando llegó, ahora se va a dedicar a visitar el territorio, a darse a conocer entre los ciudadanos, los votantes y los simpatizantes de Podemos. «No es vieja política, es que a la gente hay que escucharla y cuidarla», dicen desde la formación morada.

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