EL FICHAJE DE PODEMOS
Los negocios del gurú de la «casta»
Asesor de nobles e intermediario de empresarios, ABC revela la faceta menos conocida de Javier Pérez Royo
En los más de treinta años de hegemonía socialista en Andalucía no ha habido reforma de calado que no haya contado con su sesudo diagnóstico. Javier Pérez Royo (Sevilla, 1944) marcó la estrategia del Gobierno andaluz en el embrollo legal de la malograda fusión de cajas andaluzas. El catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Hispalense proporcionó munición argumental para la barra libre de los nuevos Estatutos de Autonomía de Cataluña y Andalucía. El exjefe del Gobierno Felipe González y los expresidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán acudían a él como quien consulta un oráculo para interpretar las diversas materias desde un enfoque de progresismo militante.
Pero la fructífera relación entre el gurú y el establishment andaluz se ha quebrado. Como tantas otras cosas que han saltado por los aires en el nuevo tiempo, el consejero aúlico quedó relegado por el «susanismo». De repente, su teléfono dejó de sonar. Los informes por encargo empezaron a escasear. Su estrella se fue apagando al tiempo que redactaba ensayos a favor del derecho a decidir de los catalanes que no encajaban en el molde del Estado federal que propugnan el PSOE y Susana Díaz . Y el jurista de cabecera del sistema —la «casta», en versión podemita— cambió de clientela. A sus 71 años, jubilado hace uno, el corredor de maratones se dispone a llevar el dorsal número tres en la candidatura sevillana de Pablo Iglesias para las generales. Sin posibilidades reales de salir.
Aprovechando su agenda de contactos, intermediaba ante las Administraciones para impulsar proyectos y conseguir apoyo público.
La última pirueta del intelectual del progresismo dominante contrasta con su faceta menos conocida como asesor legal de empresas. Aprovechando su agenda de contactos, intermediaba ante las Administraciones para impulsar proyectos y conseguir apoyo público. En 2005, la empresa Rumbo 5 Cero S.L. adquirió en una subasta por sólo 2,8 millones de euros 1.200 hectáreas embargadas a la antigua compañía Minas de Río Tinto . Pérez Royo presentó a responsables del Ayuntamiento de Riotinto un proyecto que pasaba por construir un complejo residencial con un campo de golf en los terrenos colindantes a las minas y pendientes de recalificar. El profesor de Derecho era socio de Benjamín Muñoz y de la que fuera consejera de Presidencia en el primer Gobierno andaluz y expresidenta del PSOE andaluz, Amparo Rubiales, en el bufete Estudio Jurídico Itálica. El negocio iba como un tiro: en 2005 facturó 685.020 euros. Hasta que la crisis hizo mella. El catedrático dejó el despacho antes de 2011.
Lo que pocos saben es que el jurista de cabecera del socialismo fue contratado por el aristócrata sevillano Jaime Melgarejo, hijo del duque de San Fernando, con el título de Grande de España , para gestionar la patente de un pienso para rumiantes producido a partir de residuos de levadura de cerveza. Como administrador único de Alimentación Siglo XXII, dedicada a la explotación agrícola y ganadera de fincas , «se implicó personalmente en aquello pero al final no llegó a ninguna parte», detalla un excompañero suyo. Pérez aún figura en dos sociedades más: Imedes Extremadura S.L. e Imedes Andalucía S.L., especializadas en el desarrollo sostenible para empresas e instituciones.
Lo que pocos entienden es qué ha empujado a Pérez Royo a romper de forma tan drástica con seis lustros de relación profesional con el socialismo. Uno de los más veteranos de la formación cree que «seguramente se ha sentido halagado cuando han acudido a él los chicos de la coleta». Eso unido a que ahora tiene más tiempo ocioso como catedrático emérito. «De otra forma no me explico que esté dispuesto a ir en un puesto que no le garantiza escaño», añade este amigo suyo que pide permanecer en el anonimato.
Cuestión de imagen
A la inversa, ¿qué aporta su fichaje a Podemos? Joaquín Urías, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla , que fue alumno suyo y aspiró sin éxito a las primarias para dirigir Podemos en esta provincia, lo considera una cuestión de marketing. «Podemos quiere la imagen y poco más», señala Urías, antiguo miembro del claustro de la Hispalense que mantuvo con él sonados encontronazos en los años que el profesor ocupó el sillón del Rectorado a finales de los ochenta. Una década antes, había militado, como Rubiales, en el PCE y figuró en su candidatura en las elecciones de 1977 y 1979. Entre los alumnos tenía fama de profesor extravagante. Enfundado en un chándal, solía hacer flexiones en su despacho mientras los sometía a exámenes orales.
Su fichaje por Podemos ha provocado fuertes sacudidas en el PSOE. Pérez Royo tuvo un puesto fijo en los comités de sabios que montaba el PSOE, como el Consejo Asesor para la Modernización del Estado de las Autonomías que impulsó Chaves en el año 2004. Con Griñán en San Telmo, estuvo integrado en el Grupo de Reflexión creado por el PSOE andaluz para instaurar un modelo federal en España.
Magdalena Álvarez se llevó a Madrid a su mujer, la solvente Josefina Cruz Villalón como secretaria general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento. Luego ocupó la Consejería de Obras Públicas en el Gabinete griñanista. La hija de ambos, Esperanza, sigue contratada como técnica por la Junta.