La mayoría de los agresores a docentes en Andalucía son niños de menos de 11 años

La comunidad dobla en dos años el número de casos de violencia contra sus docentes, según un informe del «Defensor del profesor» del sindicaot educativo Anpe

Un alumno agarra a su profesora dentro de una clase ABC

M. Moguer

Casi la mitad de las agresiones de alumnos a profesores que la Asociación Nacional de Profesores de la Enseñanza (Anpe) registró el pasado curso fueron a manos de niños de menos de once años . Es uno de los datos sobre violencia en las aulas que hizo público ayer el sindicato educativo al presentar su balance sobre el «Defensor del profesor» , su herramienta para registrar estos episodios de agresiones y asesorar a los docentes violentados.

Según explicó ayer el presidente de Anpe, Francisco Padilla , en el curso 2018/2019 registraron 200 agresiones a docentes andaluces. Eso supone el doble que en el curso 2016/2017, cuando fueron 100. De ellas, el 46 por ciento fueron protagonizadas por un niño de Primaria -entre seis y once años- y el 36 por ciento, por alumnos de Secundaria -de 12 a 16 años-. Eso supone que, por segundo curso consecutivo, los menores de once años protagonizan más agresiones que los niños de Secundaria en las aulas andaluzas.

Según explicó Padilla, los niños ahora desafían la autoridad y retan al profesor a edades más tempranas, como si la adolescencia se adelantara. « Ahora los alumnos tienen a los 8 o 10 años comportamientos que antes veíamos a los 15 », explicó el presidente de Anpe.

En cuanto al tipo de agresión, señaló la coordinadora del «Defensor del profesor», María Ángeles Guzmán, la mayoría son faltas de respecto al profesorado y problemas para dar clase -el 25 por ciento en ambos casos-. Le siguen en número las agresiones al profesorado : 19 por ciento de los casos en el caso de las verbales y 6,41 por ciento en el de las físicas.

Las familias, indicó Guzmán, son una fuente importante de conflictos para los profesores andaluces. Así, el acoso de los padres al docente es el 41,93 por ciento de las causas de denuncia de agresión de los maestros. Le siguen las denuncias al docente (25,80 por ciento), las acusaciones sin fundamento (11,29 por ciento), agresiones (6,45 por ciento), las faltas de respeto al profesorado (6,45 por ciento), problemas con las calificaciones (4,83 por ciento) y el ciberacoso (3,22 por ciento).

Precisamente sobre el ciberacoso a los docentes hicieron especial mención. Destacó Guzmán el caso de Whatsapp , el sistema de mensajería instantánea por móvil en el que los padres crean grupos informativos sobre las clases de sus hijos. Para la responsable del «Defensor del profesor», los grupos de Whatsapp son origen de mucho del acoso y agresiones a los docentes. «A veces el profesor es el último en enterarse de la difamación o el acoso al que está sometido en esos grupos», señaló Guzmán, que añadió que algunos padres aprovechan estos foros para «atacar, difamar o insultar» a los docentes.

Las agresiones a los profesores no solo vienen de los propios alumnos o de sus familias . Según los datos de Anpe, el resto del claustro es responsable también de algunas de las situaciones violentas que viven los docentes en las aulas andaluzas.

Así, en este tipo de episodios, el más frecuente es el conflicto con los directivos del centro de estudios (70 por ciento), la inadecuada aplicación de los reglamentos en los centros (11,66 por ciento), enfrentamientos personales (6,66 por ciento), problemas con la administración educativa (6,66 por ciento) y expedientes disciplinarios (5 por ciento).

Pero, ¿quién suele recibir más agresiones? Según Guzmán, el 50 por ciento son mujeres, el 32,5 por ciento, hombres y el 18 por ciento restante no declara su sexo cuando acude al «Defensor del profesor». El 99 por ciento de quienes acuden al registro de agresiones pertenecen , explicó la coordinadora del programa, a la Educación pública.

Estas situaciones pasan factura al claustro de los centros educativos. Así, según indicaron ayer desde Anpe, el cien por cien de quienes denuncian agresión sufren ansiedad . Eso se convierte en depresión en el 28 por ciento de los casos. Fruto de esa situación, el 10 por ciento se da de baja laboral y el 1 por ciento se plantea dejar su profesión, al sentir que no está capacitado para la docencia tras un episodio violento.

Con estas cifras sobre la mesa, desde Anpe piden dos medidas. Por un lado que se cree un Observatorio de violencia contra los profesores. Por otro, que se apruebe la Ley que reconozca la autoridad de los docentes andaluces que sirva como arma disuasoria a los alumnos agresores.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación