Coronavirus Andalucía
Málaga y Granada empiezan el lunes a recuperar bares y comercios
El Gobierno andaluz quiere que el próximo día 25 de mayo todas las provincias pasen a la fase y que entonces se abran las playas y las piscinas
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Los ciudadanos de las provincias de Málaga y Granada podrán relajar un poco sus medidas de confinamiento a partir del próximo lunes porque la evolución de la pandemia del coronavirus ha sido favorable y empieza a estar controlada en todo el territorio andaluz. El Gobierno ha decidido el pase de ambas provincias a la fase 1 de la desescalada, con lo que toda Andalucía está ya en las mismas condiciones. Una decisión acogida con satisfacción en la Junta, «era de justicia que las dos provincias estuvieran en esta fase ya que cumplen con todos los requisitos epidemiológicos, asistenciales y de prevención», decía el consejero de Salud, Jesús Aguirre. Este pase de fase supone una tímida apertura de la hostelería y el comercio, además de la vuelta al culto en los templos que han permanecido cerrados 64 días.
Desde el próximo lunes, cuando entrará en vigor esta nueva fase, malagueños y granadinos podrán ver abrir sus bares . Será sólo la terraza y al 50 por ciento, pero restaurantes y demás locales de hostelería podrán empezar a trabajar. Además, estarán permitidas en ambas provincias las reuniones familiares y en las casas de hasta diez personas, siempre que no haya personas vulnerables ni contagiadas.
En relación con los comercios, tanto en Granada como en Málaga estará permitida la apertura de tiendas con superficie máxima de 400 metros cuadrados, mientras que las que tengan una superficie mayor podrán abrir siempre y cuando acoten esos 400 metros para la atención al público. Y esto supone una novedad para toda España ya que hasta ahora no podían abrir los establecimientos comerciales con una superficie mayor a 400 metros.
Las iglesias y l os lugares de culto podrán realizar celebraciones siempre y cuando respeten todas las medidas higiénicas, (mascarillas y gel hidroalcohólico para las manos) y sólo llene el 30 por ciento de su aforo total.
Incertidumbre
La aplicación de la fase 1 de desescalada en las provincias de Málaga y Granada no tiene fecha cierta de duración . Pero la intención del Gobierno andaluz es que todas las provincias se acompasen en sus fases a partir de ahora y que puedan entrar en fase 2 el próximo 25 de mayo y en eso está trabajando el consejero de Salud, «para evitar un repunte de los casos, diagnosticar precozmente a los positivos y curar a los contagiados».
Según explicó el ministro de Sanidad, Salvador Illa, lo previsto es que todas las fases duren quince días porque ese es el período de incubación del virus, si bien todo dependerá de como vaya evolucionando la pandemia y de las circunstancias sanitarias.
A finales de la próxima semana, el Gobierno andaluz volverá a enviar documentación técnica sobre la evolución de la pandemia y, en base a esos datos y a las reuniones bilaterales entre Andalucía y el Gobierno, se tomará la decisión de que estos territorios avancen o no. Lo mismo que sucederá con el resto de las provincias andaluzas porque el ministro de Sanidad, que es quien decide finalmente aunque ayer insistió en varias ocasiones en que trabaja en «cogobernanza» con las comunidades, ha dejado claro que todos los calendarios previstos son orientativos y flexibles porque dependerán del virus.
El Gobierno andaluz ha planteado al ministro de Sanidad la apertura de las playas y las piscinas el día 25 de mayo , así como el cambio en los horarios de paseos de las personas mayores y vulnerables, hasta las dos de la tarde, y para los niños y las familias a partir de esa hora y hasta las doce de la noche. Por el momento, ambas peticiones están pendientes de respuesta por parte del ministerio de Sanidad que es la autoridad única.
El turismo
Una estrategia que es clave para la dinamización del turismo, uno de los principales caballos de batalla del Gobierno andaluz en este momento. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, se felicitó por el anuncio de que Málaga y Granada pasarán el lunes a la fase 1 y señaló que toda la comunidad «avanza hacia la fase 2 con esperanza, prudencia y responsabilidad». Prácticamente las mismas palabras que repetía el ministro Salvador Illa al anunciar este pase de fase y la situación en la que queda España, con 14 millones de ciudadanos todavía confinados en sus casas. « Es muy importante tener prudencia, cautela y seguridad».
Las discrepancias entre ambos gobiernos estriban en que Andalucía mantiene una alta presión para que se pueda empezar a reactivar el sector turístico, que genera 425.000 empleos en la comunidad. Illa mantenía ayer la incertidumbre sobre la cuarentena para los viajeros que llegasen a España, una medida que no comparte el Gobierno andaluz y contra la que el vicepresidente Juan Marín se ha mostrado muy beligerante. Illa insistió en varias ocasiones en que su principal motivación es «cuidar de la salud pública de los españoles» y, por lo tanto, afirmó que mantendrá esta medida, «que por supuesto es temporal». Esa fue su máxima concesión.
Las diferencias más acusadas se han producido con Susana Díaz quien en los últimos días ha calificado de «irresponsable» la petición del Gobierno andaluz de pedir el pase de Málaga y Granadad a la fase 1 de desescalada. Y no ha sido la única polémica. Este viernes, en una entrevista de televisión, la lideresa socialista afirmó que había 8.000 sanitarios contagiados por Covid-19 cuando el número total de infectados entre ambos colectivos asciende a 4.275, lo que representa un 29,2 por ciento de los casos positivos diagnosticados (14.639). La diputada popular Beatriz Jurado le exigió ayer «que deje de ofrecer datos falsos para intentar manchar la labor del Gobierno de Juanma Moreno en esta grave crisis que estamos padeciendo».
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