POLÍTICA
Rejón, el fichaje de Iglesias que intentó desactivar a Susana Díaz
El histórico líder de IU-CA que acaba de fichar por Podemos medió entre los grupos parlamentarios al inicio de la Legislatura cuando se conformó la Mesa del Parlamento andaluz

Ha sorprendido su vuelta a la política activa con el anuncio de su fichaje por Podemos , casi al filo del cierre del mercado, después de haber abandonado Izquierda Unida en el año 2004. Luis Carlos Rejón es ahora un venerable profesor prejubilado aunque, en realidad, nunca ha renunciado a su verdadera vocación.
Rejón actuó de mediador al inicio de esta X Legislatura en el Parlamento andaluz, el pasado mes de abril. Según ha podido saber ABC, habló con el coordinador regional de IU, Antonio Maíllo , y con responsables de Podemos y del PP , en algunos casos a través de personas interpuestas, para tratar de desencallar las negociaciones sobre la composición de la Mesa del Parlamento .
El veterano político conoce a la perfección la mecánica parlamentaria que no ha cambiado desde que fuera protagonista de la misma en la Legislatura 1994-96, la llamada «de la pinza». Y por eso negoció para aupar hasta la Presidencia del Parlamento a un diputado de IU, la formación minoritaria en la Cámara. Un nombramiento que permitiría, a su juicio y al de algunos responsables políticos con los que mantuvo conversaciones al respecto, una mayor objetividad en el órgano de control del Parlamento, además de poner en serias dificultades al Gobierno de Susana Díaz , que está en minoría.
Rejón negoció hasta la saciedad con Arenas durante los años de aquella legislatura en la que PP e IU lograron desgastar al Gobierno de Manuel Chaves hasta el punto de que tuvo que convocar elecciones adelantadas y ese entrenamiento pudo ser útil en esta situación, con una Cámara tan fragmentada.
Pero los responsables de Podemos , recién llegados, se negaron a lo que denominaron «negociar sillones» y el pacto fracasó en favor de la fuerza mayoritaria, el PSOE, que no sólo tiene entre sus filas al presidente del Parlamento, Juan Pablo Durán , sino también a dos representantes más de los siete que la componen.
Ahora, y siempre en voz baja, los de la formación morada se arrepienten de su bisoñez y de los errores cometidos entonces pero ya no tienen solución.
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