Junta de Andalucía
La pelea del 28-F está en la caja
El anuncio de cesión de la gestión de la Seguridad Social al País Vasco, enciende las luces rojas en Andalucía
La mesa de negociación bilateral entre el Gobierno central y Cataluña sigue inquietando en el Gobierno andaluz cuyos portavoces oficiales, incluidos los de los dos partidos que lo sustentan PP y Ciudadanos, no pierden ocasión para censurar. Pero mientras las discusiones políticas van por Cataluña, la verdadera preocupación está en el País Vasco . Porque ahí es donde realmente se están jugando los cuartos.
El anuncio del Gobierno de Pedro Sánchez de ceder al País Vasco la gestión de la Seguridad Social supone traspasar una línea roja que desde Andalucía se ve con preocupación y con temor. Sobre todo de cara al futuro. «La brecha entre las pensiones más altas y las más bajas no sólo no se reduce, sino que aumenta a futuro» , explicaba ayer el portavoz del PP, José Antonio Nieto, «todos los gobiernos de España en los últimos 40 años habían entendido que esa ruptura era una de las líneas rojas que no se debían traspasar».
Con este telón de fondo, Andalucía se ofrece a las comunidades con menos peso político, con menos territorio y población como «una tabla en la que apoyarse» para que se mantenga el actual sistema y siga vigente.
No es la primera vez que se lanza este mensaje. Si este miércoles lo pronunciaba el portavoz del PP en el Parlamento, el pasado lunes era el propio presidente Juanma Moreno quien desvelaba estas aspiraciones. Quiere fortalecer el papel de Andalucía en el conjunto de España, reforzar su presencia en todos los debates nacionales y, sobre todos, convertir a Andalucía en la punta de lanza de la defensa de la caja común de la Seguridad Social, de la igualdad de todos los territorios y, sobre todo, en los derechos de los ciudadanos españoles vivan donde vivan.
Que todos estos movimientos políticos del Gobierno de Pedro Sánchez coincidan precisamente con la celebración del 40 aniversario del referéndum del Estatuto de Autonomía supone una oportunidad para el Gobierno andaluz que Moreno no está dispuesto a desperdiciar.
La concesión de la medalla «Manuel Clavero» a Rafael Escuredo , presidente socialista y militante todavía del PSOE que paga religiosamente sus cuotas, ha sido un paso más en esta estrategia, sobre todo teniendo en cuenta que nadie duda del papel de Escuredo en la celebración del referéndum.
Pero este galardón no ha sentado muy bien entre las filas del PSOE que considera que Moreno está tratando de «arrebatarles» una figura histórica y de hacerlo precisamente en este aniversario. Y, además, en un PSOEandaluz con serias dificultades para digerir estas decisiones de Pedro Sánchez que van contra la línea de flotación argumental que siempre han defendido. Rompen su coherencia y ellos mismos son conscientes del daño que les hace.
Por eso el número dos de Susana Díaz, Juan Cornejo, anunció este miércoles que están preparando «un gran acto» con la presencia de Pedro Sánchez, «aunque todavía no tiene fecha», y pedía a Moreno que «si quiere ser de verdad andalucista, que cambie sus políticas de confrontar constantemente con el Gobierno de España y defienda Andalucía».