Vox Andalucía

El juez Serrano retiene su escaño en el Parlamento andaluz y se blinda ante los tribunales

Dimite tras la decisión de la Fiscalía de plantearle una querella criminal por presunto fraude por no devolver una subvención de 2,5 millones

El juez Serrano en uno de los patios del Parlamento en una imagen de archivo ABC

Stella Benot

El que fuera candidato de Vox a la Presidencia de la Junta en las elecciones de 2015 y 2019, Francisco Serrano , se dio este miércoles de baja de su partido y comunicó la salida del grupo parlamentario en la Cámara andaluza pero su salida de la política no es definitiva. Al menos por el momento. Porque ha anunciado que mantendrá su acta como diputado por Sevilla y pasará a formar parte del grupo no adscrito, una suerte de limbo jurídico en el que ya está otra diputada que también ha dimitido de Vox pero que tampoco ha abandonado el escaño, Luz Belinda Rodríguez, quien denunció acoso laboral. Se da la circunstancia de que al ser diputado del Parlamento andaluz, Francisco Serrano es aforado ante los tribunales de Justicia y sólo podrá ser juzgado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía . Como juez había perdido ese aforamiento ya que no ejercía la carrera judicial sino como abogado y político.

Francisco Serrano abandona sus cargos tras conocer la decisión de la Fiscalía Superior de Andalucía de interponerle una querella criminal al atisbar indicios de un presunto delito de fraude de subvenciones con relación a la ayuda estatal de 2,5 millones de euros que recibió en 2016 por la sociedad limitada Bio Wood Niebla, de la que era socio, una ayuda que ni justificó ni devolvió.

Serrano remitió un escrito a la agencia Europa Press en el que asegura que toma esta decisión «para evitar que la necesaria labor de regeneración que necesita Andalucía y que abandera Vox se vea manchada por las acusaciones de las que estoy siendo víctima». Serrano asegura que se da de baja de Vox «para que no pueda ser usada su pertenencia política a esta formación como arma contra el partido» .

Serrano justificó el mantenimiento de su acta de diputado argumentando que seguirá «defendiendo» los principios que le llevaron a la política «y de los que no voy a renunciar en ningún momento, por muchas acusaciones que pretendan promover determinados sectores de la izquierda».

Pero la verdad es que las tensiones en el seno de Vox han sido muchas y la negociación que tuvo lugar en la mañana de ayer miércoles más dura de lo que habrían deseado. Desde hace varias semanas la dirección del grupo parlamentario estaba hablando con Francisco Serrano sobre su salida cuando se materializase la querella criminal de la Fiscalía Superior, (que se esperaban) aunque la propuesta de la dirección nacional del partido era que abandonase la formación y también el acta que consiguió como cabeza de lista de Vox. Pero Serrano ha tomado la decisión por su cuenta.

Oficialmente, Vox ha dicho que «respeta» la decisión de Serrano y le «desea suerte en el proceso al que se enfrenta a partir de ahora». Eso sí, también dejan claro que, una vez formalizada su baja, «deja de depender orgánicamente de cualquier área de la formación».

Su curriculum

El declive de Francisco Serrano en Vox empezó casi al inicio de la presente Legislatura. La formación de Santiago Abascal lo captó como cartel electoral por su activismo contra lo que llama la «tiranía de la ideología de género» y el «amparo a los padres maltratados» , un semillero de votos en el que Vox fue pescando hasta lograr 12 diputados en diciembre de 2018.

Pero su discurso se fue apartando del que marcaba Santiago Abascal, que no veía en el ex juez el portavoz parlamentario que necesitaba para consensuar y acordar con el PPy Ciudadanos. Ya desde el principio de las negociaciones para la investidura fue apartado por un Ortega Smith a quien se debe el acuerdo firmado entonces.

Hay un dato relevante a tener en cuenta. Francisco Serrano pidió en el Paralmento la compatibilidad entre su despacho privado de abogado s en el que defiende «a los hombres maltratados» y su cargo de diputado, compatibilidad que para sorpresa de la mayoría de la Cámara, se le concedió aunque el despacho lo dejó oficialmente a cargo de su hija. En febrero de 2019, Vox lo aparta del liderazgo y convierte en hombre fuerte a Alejandro Hernández, un abogado cordobés que lleva el grupo parlamentario desde entonces.

Eso sí, Serrano fue designado presidente del grupo parlamentario, un cargo mejor remunerado , y portavoz en la comisión de Igualdad. Pero hace poco más de un año, el 22 de junio de 2019, hizo unas manifestaciones en las redes sociales tras las sentencia definitiva del Tribunal Supremo en el caso de La Manada que obligó a Abascal a corregirlo. Serrano dijo entonces que «la única relación segura entre un hombre y una mujer es la prostitución» y que la sentencia estaba dictada «por el lobby feminista». Tras el revuelo que causaron sus palabras se dió de baja por «ansiedad» durante más de un mes y se especuló con que abandonaría la política. Pero no lo hizo.

Su polémica figura se remonta a 2012 cuando fue inhabilitado como juez por el Tribunal Supremo por prevaricación al cambiar el régimen de visitas de un menor para que pudiese salir de nazareno en Sevilla. Cumplió su condena y nada más recuperar la carrera judicial, la dejó por el despacho privado y la política.

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