Juanma Moreno y Juan Marín defienden su pacto en Andalucía tras el nuevo bandazo de Arrimadas

Ambos afirman que «no fue un error» su acuerdo en la Junta del que reniega ahora la líder liberal

Juan Marín con la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas JUAN FLORES
Antonio R. Vega

Antonio R. Vega

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Ya no es Vox ni el PSOE, sino el fuego amigo el que arroja gasolina a la caldera del adelanto electoral en Andalucía. Tanto el presidente de la Junta, Juanma Moreno (PP), como su vicepresidente, Juan Marín (Cs), se apresuraron ayer a desmarcarse de la presidenta nacional de Ciudadanos, Inés Arrimadas, quien ha renegado del pacto suscrito con el PP en cuatro comunidades autónomas: Castilla y León, Murcia, Madrid y Andalucía.

En menos de un mes, la dirigente de la formación liberal ha pasado de celebrar el pacto –« el cambio le ha sentado muy bien a Andalucía, que es locomotora , tira del carro», dijo el pasado 2 de diciembre en Canal Sur– a cuestionar la negociación que precedió al acuerdo. «Fue un grave error regalar al PP las cuatro presidencias de comunidades» en 2019, aseguró Arrimadas en una entrevista publicada ayer en El país.

Los socios del Ejecutivo andaluz discreparon de este diagnóstico y cerraron filas en torno al pacto. El presidente Juanma Moreno defendió qu e el acuerdo de gobierno «no fue un error» , sino que ha sido «netamente positivo, lo sigue siendo, en el ámbito de Andalucía y en numerosos municipios». Añadió que «tengo el máximo respeto y la consideración por el análisis de dirigentes como la señora Arrimadas, aunque no coincidamos».

Juan Marín , coordinador regional de Cs, también contradecía a su jefa en Onda Cero: « No nos equivocamos , se negoció bien y el Gobierno funciona a la perfección, con una gestión que está poniendo a la comunidad como motor económico de España».

El Gobierno andaluz insiste en aislarse de la disputa del centro derecha por la recuperación del espacio electoral a nivel nacional

Las palabras de Arrimadas han creado desconcierto en el Palacio de San Telmo, cuyo Gobierno de coalición llevan meses entregado a una estrategia de encapsulamiento para aislarse del «ruido exterior» generado con las mociones de censura en Murcia y la reciente ruptura del bipartito en Castilla y León, donde el presidente ‘popular’ Alfonso Fernández Mañueco ha decidido apretar el botón nuclear del adelanto electoral y romper con Cs. En el fondo, subyace la disputa nacional en el centro derecha por la supervivencia o la recuperación del espacio electoral perdido de la formación naranja.

Moreno negó injerencias de Génova para que él también adelante los comicios andaluces, que no quiere convocar antes del mes de junio. «Jamás nadie de la dirección nacional me ha hecho presión», replicó a Arrimadas.

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