TEMPOREROS ANDALUCES

Los jóvenes ganan 110 euros al día en la recolecta de manzanas en Dinamarca

Para poder trabajar el país nórdico sólo exige ser residente en la Unión Europea y mayor de 18 años

Ignacio Gordillo, de 21 años, sevillano, recoge manzanas en Dinamarca ABC

R. Maestre

Si hay lluvia fuerte no se trabaja. El sábado por la mañana, voluntario. El domingo, prohibido, hay que descansar. Basta ser mayor de 18 años y residente en un país de la Unión Europea. Ignacio Gordillo Troncoso, no se lo pensó dos veces y se ha ido a la isla danesa de Fejo a trabajar junto a su amigo, también sevillano Jorge Romero Fernández, ambos de 21 años. Manzanas, peras y ciruelas, son los frutos que tienen que recoger. «Lo que más me llama la atención de este país es la confianza mutua que existe entre los empresarios y los trabajadores. Ellos apenas te vigilan, te dan un cuadrante para que tú rellenes las horas que has trabajado y te pagan religiosamente, saben por el volumen de frutas recogidas que has cumplido y eso es suficiente», explica Ignacio Gordillo.

Los daneses tienen fama de no andarse con chiquitas en el tema de los impuestos y de los pagos. «En las nóminas nos retienen entre un 24 y un 27 por ciento. Todo cuenta, hasta el lugar de procedencia, tenemos unos colegas portugueses, también jóvenes, que como vienen de un lugar más cerca que Sevilla les quitan un 32%», sonríe Gordillo. Y de pagar en efectivo nada de nada, todo a través de banco. «Nada más firmar el contrato el Estado te da un número de seis dígitos que es como tu carnet de la seguridad social , pero no puedes abrir una cuenta —continúa el estudiante— si no llevas menos de tres meses en Dinamarca, con lo cual al principio tienes que buscar un amigo o un familiar para que te ingresen el dinero». Huelga decir que se entienden en inglés.

Una parte fija y otra variable

Sus salarios son muy altos, como también el coste de la vida en Dinamarca. En ellos no están incluidos ni el alojamiento ni la comida, pero se puede llegar fácilmente a los 110 euros por día, relata para el periódico Gordillo. «Hay una parte fija por hora de 7 euros y otra variable en función de la fruta que metas en el cajón, por ejemplo, la ciruela la pagan mejor porque es más pequeña y hay que recoger más para rellenar hasta arriba, en total entre unos 11 y 14 euros la hora», calcula Ignacio Gordillo .

Los dos sevillanos se alojan en un bungalow en un jardín de la casa de unos daneses que se lo han alquilado, con una pequeña cocina y servicio, «pero como han cogido confianza con nosotros los fines de semana que no están nos dicen que entremos en la vivienda sin ningún problema». El horario para la recolecta empieza a las siete y media de la mañana, de once y media a doce descanso, también más tarde unos 40 minutos para comer . A las cinco se acaba la jornada laboral. La temporada es muy larga, de principios de agosto a noviembre. Ignacio Gordillo dice que los nacionales más abundantes son los polacos, «llegan con sus propios coches y están más tiempo que los españoles, de Portugal hay familias enteras». Para los dos chavales esto es una experiencia inolvidable que les curte y les hace valorar su esfuerzo y trabajo, aunque sea temporal.

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