Entrevista
José Rodríguez de la Borbolla: «La mejor dieta para un político es no tener que comerse sus palabras»
El expresidente de la Junta de Andalucía rechaza los cordones sanitarios contra Vox
Cuenta José Rodríguez de la Borbolla que una vez en Lebrija se le acercó un señor y le espetó: «De lejos me parecía usted, pero de cerca es usted». «No le dio más explicación», recuerda entre risas. De lo anecdótico llega a una conclusión: «Estoy orgulloso de poder seguir mirando a la gente a la cara». Es miembro del comité director del PSOE andaluz, pero mantiene una prudente distancia –«sin sacar los pies del tiesto»– con el aparato. Se refiere con cariño a Susana Díaz, cuyo liderazgo está siendo cuestionado por críticos y «sanchistas» , a pesar de que no comparta algunos de sus últimos planteamientos. La conoció cuando ella era delegada de clase y él, su profesor de Derecho en la Facultad. «Era una mujer valiente, que se preocupaba por la gente que tenía alrededor», señala.
Susana Díaz convocó elecciones anticipadas el 2 de diciembre de 2018 y perdió la Junta de Andalucía. ¿La estrategia no le salió bien?
No salieron bien las elecciones pero no por insatisfacción por la gestión.
Hemos visto últimamente que las elecciones las carga el diablo.
Sí. Las carga el diablo. También están las coyunturas externas, la crispación que ya estaba instalada en el país y la puesta en cuestión de la política en general. Si a eso se añade la emergencia de un partido nuevo y una serie de iniciativas del gobierno de la Nación que tocan los intereses de muchos ciudadanos. En las elecciones andaluzas la participación fue tan baja porque la gente pensaba que estaba todo jugado.
¿Se ha hecho autocrítica en el PSOE andaluz tras las elecciones autonómicas?
Yo creo que en el PSOE andaluz se es consciente de muchas cosas.
¿Cómo es su relación actual con Susana Díaz?
Siempre ha sido cordial. Yo la conozco desde que daba clase en Derecho y ella era la delegada de un grupo. Me parece que es una mujer valiente, que se preocupaba de la gente que tenía alrededor y representaba y quería hacerlo lo mejor posible.
¿Desde cuándo no habla con ella?
Hemos intercambiado algún whatsapp. Hace tiempo que no he tenido ocasión de hablar con ella. Desde enero del año pasado.
Quienes defendían los grandes acuerdos del PP y PSOE ahora reniegan de ellos. En el debate del estado de la comunidad, la secretaria general y presidenta del grupo parlamentario del PSOE-A, Susana Díaz, aseguró que se equivocó cuando defendió la abstención del PSOE para facilitar en 2016 un Gobierno «tan de derechas» como el de Mariano Rajoy. «Me equivoqué yo y acertó Pedro Sánchez». ¿A qué se debe este repentino cambio de opinión?
No lo sé. No puedo juzgar a qué se debe. Supongo que ella habrá valorado las consecuencias de esos actos y decisiones.
¿Usted ha cambiado de opinión?
Yo no he cambiado de opinión. Hace falta entendimiento entre todas las fuerzas políticas para resolver todos los problemas. Estoy de acuerdo con apoyar la investidura. Que las cosas hayan ido de una manera o de otra no quiere decir que yo estoy equivocado.
Creo que fue Winston Churchill, quien dijo que la mejor y más equilibrada dieta para un político es comerse sus propias palabras. Parafraseando al estadista británico, se puede decir que Susana Díaz está en dieta permanente.
La mejor dieta para un político es no tener que comerse sus palabras.
¿Que surjan ahora voces críticas hacia ella puede tener relación con el hecho de que ya no tenga el poder de firmar nombramientos en el BOJA?
Yo creo que no. Cuando salen situaciones nuevas, se cierran perspectivas y se abren otras. Unas cosas dirán A y otras, B. Unos piensan que si no se mueven pueden perder. La condición humana es así. Hay que esperar, ver y desear que acierten. Lo mismo pienso de la dirección de mi partido en España y Andalucía: quiero que acierten. A veces he estado de acuerdo y otras no. En 1977 le dije «no» a Alfonso Guerra y el me dijo: «Mira Pepe, tú tendrás momentos altos y bajos pero el partido siempre acabará llamándote». Yo soy del partido.
Ha visto a muchos líderes caer. ¿Qué pasaría si hubiera ahora un congreso regional del PSOE andaluz? ¿Ve a Susana Díaz con fuerza orgánica?
No lo sé. Es algo de la vida cotidiana interna. No sé en qué situación están las agrupaciones y liderazgos provinciales y tampoco la sensación de los militantes. Desde que descubrí a Mitterrand, a finales de los 60, llegué a una convicción, los cadáveres políticos no están muertos hasta que lo están físicamente, no políticamente. Cualquiera puede resucitar mientras esté vivo políticamente.
¿Es partidario de hacer cordones sanitarios contra Vox?
No soy partidario de establecer cordones sanitarios contra nadie que se mueva en el ámbito de la Constitución y el respeto a las instituciones. Los cordones sanitarios los tienen que plantear los ciudadanos y si Vox ha tenido el impulso que ha tenido debe de ser porque los ciudadanos han percibido carencias en el resto de los partidos.
¿Le inquieta que el Gobierno andaluz del PPy Ciudadanos se apoye en Vox para aprobar sus presupuestos?
No sigo la política andaluza a diario. Desde el momento electoral se ha serenado bastante el ambiente. Sería bueno que los andaluces a través de sus representantes estuviéramos unidos. Deberíamos estar de acuerdo en finalizar el enlace ferroviario con el Puerto de Algeciras para el reposicionamiento de Andalucía en el mundo. Es una obra absolutamente necesaria.
¿La gestión de Juanma Moreno es continuista o representa un cambio?
No está habiendo rupturas en ningún campo. Tampoco lo sigo cotidianamente, porque estoy más preocupado por la situación de España.
Su gobierno aprobó la primera ley de función pública, aún vigente. ¿Cómo fueron sus comienzos en la Junta?
Hubo que inventarlo todo y superar todos los obstáculos del mundo. En Cataluña la primera sede institucional se la puso el presidente de la Diputación de Barcelona, Juan Antonio Samaranch, que fue de la Falange. Plácido Fernández Viagas se tuvo que ir a un despacho en el pabellón real donde estaban todas las consejerías con un cuarto para el consejero y otra habitación para los que no eran altos cargos. Con el traspaso de las competencias de Educación, llegaron sacas de correos de todos los maestros que habían transferido. Eran cosas así. Las policías municipales de cada pueblo vestían con un uniforme distinto. Fuimos la primera comunidad autónoma que desarrolló la autovía de Andalucía, desde Portugal a Almería. Pusimos institutos en todas las cabeceras de comarca y los hospitales, igual. Yo miro para atrás y estoy contento.
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