La historia del Parlamento andaluz contada por ocho presidentes: del gato a la paridad
Ocho presidentes de la Cámara autonómica se reúnen en una jornada histórica para relatar su trabajo y vivencias
Ayer el salón de usos múltiples del Parlamento de Andalucía hizo honor a su adjetivo. Múltiples fueron los besos y abrazos. Convocados por la actual presidenta del Parlamento, Marta Bosquet , todos los presidentes de la Cámara, desde el que ocupó el histórico Salón de Tapices en el Alcázar de Sevilla allá por el año 1982, hasta la actual, expusieron sus vivencias. El saber hacer del conductor del acto, el periodista José Luis Losa , mantuvo siempre viva la llama de la atención. Salvo dos ausencias justificadas, Fuensanta Coves y Ángel López, todas las segundas autoridades en la historia de nuestra autonomía, relataron cuáles fueron sus trabajos más significativos.
Cuando se inició la autonomía había seis millones de andaluces, uno analfabeto y otro que apenas sabía leer y escribir
De atrás hacia adelante, Antonio Ojeda, (1982-83) , seis millones de andaluces, uno analfabeto y otro que apenas sabía leer y escribir, rememora los primeros pasos como «una labor colectiva, no individual». Recuerda la cantidad ingente de horas que se llevaban para debatir los presupuestos y la anécdota de Felipe Alcaraz cuando sobre las once y media de la noche le solicita su amparo ante la sangría de diputados que abandonaban la sala: «Si esto sigue así me va a oír usted y el gato». «Y el gato es verdad que existía —explica Ojeda—, pululaba por debajo de los escaños» . Cuando les preguntaban cuál era su mejor «foto» de la actividad casi todos recuerdan su toma de posesión. En ese momento tenían que convertirse en representantes de todos los grupos y aunque no tuvieran la unanimidad si tenían que buscar la auctoritas que da la institución.
Para José Antonio Marín Rite, del 88 al 92 , «superar la inestabilidad política» fue su principal reto. Recuerda esos años «de lucha política que no se podía evitar, pero las aguas no salieron de su cauce». Diego Valderas vivió los años de la pinza PP-IU «con la que tengo que decir que no estuve de acuerdo», como luego demuestra que fuera vicepresidente de la Junta entre 2012 y 2015. De su etapa como máximo responsable de la Cámara autonómica añora cuando se abrió las puertas hacia afuera «como la visita de Rigoberta Menchú [la lideresa indigenista suramericana] y Rafael Alberti». También mencionó la deuda histórica y en aquella época aún no se contaba en euros: «Nos dimos cuenta qué lejos queda Andalucía del Congreso de los Diputados, de los cien mil millones que reclamamos se quedaron en veinte mil millones de pesetas». También la famosa risotada que no podía controlar cuando se equivocaron con los nombres y dio la vuelta al mundo.
Javier Torre Vega , (de 1996 a 2004), rememora la visita del Rey Juan Carlos a la ampliación. En la anterior invitación no pudo acudir porque se había roto el pie y Su Majestad le relató que era sin duda el mejor edificio parlamentario de toda España que había visto. Torre cree que en el Parlamento «deben operar dos lógicas, la del pluralismo político y la institucional». «La Cámara sirve para debatir, aunque algunas veces se confronte, pero no se gobierna desde ella, se impulsa la legislación y se controla la labor del Gobierno, que para eso está», apuntó.
Las listas cremallera
De 2004 a 2008 le tocó llevar las riendas a María del Mar Moreno. Y puso de relevancia el papel de la mujer en ese período: de las seis primeras féminas a un 40% de mujeres «y muchas muy relevantes como Teófila Martínez, del PP, Concha Caballero, de IU o Pilar González del PA ». A destacar las listas cremalleras que se aprueban en su legislatura, la reforma del Estatuto de 2007 «y como lo llevé en un pen en mi bolso para registrarlo a Madrid en el Congreso de los Diputados, o la prohibición de fumar no sólo en los plenos sino también en las comisiones». A Manuel Gracia, 2012-2015 , le pilló la dimisión de Griñán por el escándalo de los ERE y la llegada de la primera presidenta de la Junta, Susana Díaz. En su memoria su oposición «a que la juez Alaya nos imputara por los votos emitidos o por la opinión». A Juan Pablo Durán, 2015-2018 , le vienen a la cabeza los recortes que heredó, «incluidos un 15% de nuestro salario, que será difícil recuperar». Cerró la anfitriona, Marta Bosquet y recalcó un dato la actual presidenta, hay 58 hombres y 51 mujeres ahora y «el tener un espectro político más amplio los debates se han hecho más duros», concluyó.