Hasta 36 personas han muerto en Andalucía por calor en la última década
La Junta activa el plan contra los efectos en la salud de las altas temperaturas, una estrategia que lleva poniendo en marcha en verano desde hace 16 años
En los últimos diez años han fallecido por calor 36 personas en Andalucía . La mayoría de ellas murieron en Sevilla (nueve personas desde 2010) y en Córdoba (otras nueve víctimas mortales en esos años). Donde menos, en Huelva, que en esta última década no ha registrado ningún muerto por golpe de calor y Cádiz, donde solo se ha registrado un fallecimiento. Solo el año pasado, señalan desde la Junta, hubo tres muertes confirmadas por golpes de calor en la comunidad.
Para evitar muertes como estas, desde la Consejería de Salud y Familias han puesto en marcha el Plan contra las altas temperaturas. Dicha estrategia, que la Junta activa cada verano desde hace 16 años, busca «reducir el impacto de las temperaturas extremas sobre a salud» . ¿Cómo? Alertando a la ciudadanía -y a los profesionales sanitarios- sobre cuándo se va a vivir un episodio prolongado de calor extremo. Así, los andaluces pueden tomar medidas de prevención y los sanitarios, estar preparados para posibles casos de golpes de calor .
Además, este año, el plan incluye como novedad la posibilidad de que quienes pertenecen a grupos vulnerables puedan ser trasladadas a locales o centros aclimatados «durante las horas que sean necesarias», señalan desde la Consejería. Estos colectivos son los mayores de 65 años, pacientes frágiles que viven solos, cuyo estado de salud está debilitado por padecer alguna patología crónica de alta morbilidad (insuficiencia cardiaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, demencia, trastorno mental grave, insuficiencia renal, obesidad excesiva , hipertensión arterial o diabetes mellitus).
También están en este grupo de riesgo los andaluces que toman un medicamento que pueda influir en la adaptación del organismo al calor ( psicotropos, antidepresivos, hipotensores y diuréticos ), los menores de 4 años y «quienes trabajan o realizan actividad física expuestas al sol».
El eje del plan es la colaboración entre las administraciones, señalan desde la Junta. Con este protocolo se articulan medidas de comunicación entre ayuntamientos y administración andaluza, de modo que el flujo de información y acción ayude a «reducir el impacto sobre la salud de la población».
De igual manera, el protocolo de Salud quiere que este año se presente especial atención a las residencias de mayores y «las áreas con alta marginalidad ». Para ello, señalan «se cuenta con los distintos programas puestos en marcha en estos ámbitos por los distintos Organismos competentes que participan en el Plan».
Activar la alerta
El plan contempla varios niveles de alerta por calor que se distinguen por números y colores. Van del 0 (verde) al 3 (rojo). En medio están el 1 (amarillo) y el 2 (naranja) . Según avanzan los números, mayor es la precaución que hay que tomar. Pero, frente a lo que se pueda creer, estos niveles de alerta no señalan que se vayan a registrar temperaturas más altas. Es decir, no hace más calor en un código rojo que en uno amarillo.
Lo que define qué estado de alerta por calor se activa en cada momento en Andalucía es la duración del episodio de altas temperaturas, no su intensidad . Superado un umbral -que es el interruptor que enciende la alerta-, la gravedad se mide en el número de días que dura el calor. Así, el nivel 0 es sin riesgo; el 1, uno o dos días de calor extremo; el 2, calor entre uno y cuatro días; el 3, el más alto, cuando se prevé altas temperaturas duren cinco días o más.
Pero, ¿cuáles son esos umbrales? Dependen de la provincia. Así, para Sevilla, Córdoba y Málaga el valor máximo para la alerta es de 40 grados. Para el resto de las provincias menos Cádiz, 36. Y para dicha provincia, 32. Superados estos valores, se activa la alerta .
Curiosamente, y frente a lo que se pueda pensar, no son Sevilla y Córdoba las provincias que más veces activan sus alertas . Aunque son las zonas donde tradicionalmente hace más calor de Andalucía, son las provincias de Granada y Jaén donde más veces se han puesto en marcha los protocolos por calor. Así ha sido en la última década y así sucedió también el verano pasado. Entonces, señalan desde Salud, Granada activó una alerta por calor 29 días de verano ; Jaén lo hizo 13 días; Córdoba, en cinco ocasiones; el resto de Andalucía no activó los protocolos de alerta por calor.
Sin embargo, explican desde la Junta, esto no quiere decir que el año pasado hiciera más calor en Granada que en Sevilla o en Jaén que en Córdoba. La explicación está en que los umbrales elegidos para Granada y Jaén están en un percentil muy bajo , de modo que es más fácil que se supere que en zonas como Sevilla, donde el percetil es muy elevado.
Verano de 2019
Señalan desde la Consejería de Salud que solo el año pasado se activaron hasta 47 alertas de altas temperaturas . Fueron 6 de nivel 1; 14 de nivel 2; y 27 de nivel 3. Además, se identificaron e incluyeron un total de 13.407 personas en situación de riesgo y se realizaron un total de 4.396 llamadas de seguimiento. El Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía registró 9 ingresos hospitalarios por golpe de calor con evolución favorable y 3 defunciones por golpe de calor.
En cuant o a la atención hospitalaria se atendieron 42 golpes de calor y 407 patologías relacionadas con la altas temperaturas. En los centros de salud se vieron 303 golpes de calor y 216 consultas se debieron a otras patologías relacionadas con el calor (agotamiento, síncope, calambre…).
Protocolo sanitario
El plan del calor lleva aparejado también un protocolo de «alta frecuentación» que busca reforzar la atención sanitaria para evitar colapsos en los centros de salud u hospitales. Así, en atención primaria se potencia la visita domiciliaria así como el seguimiento telefónico. Y, tanto en los centros de salud como en los hospitales están previstos tres fases para luchar contra la llegada de pacientes por calor: Fase I (hasta 10 por ciento de incremento de pacientes), Fase II (entre el once por ciento y el 25 por ciento) y Fase III (superior al 25 por ciento).