CASO UMAX

Guerrero declara que «no ha colocado a nadie» aunque tenía a dos hijas, tres sobrinos y una mujer en el paro

El exdirector general de Trabajo justifica en el juicio los contratos verbales con Umax de personal externo: «Eran gente de valía»

Los ex altos cargos acusados en el juicio del caso Umax EFE

Antonio R. Vega

El exdirector general de Trabajo de la Junta de Andalucía Francisco Javier Guerrero Benítez ha declarado este miércoles ante un tribunal que «no ha colocado a nadie» para trabajar en su Dirección -la misma que daba las ayudas irregulares de los ERE- como personal externo a través de la empresa informática Umax, a pesar de que «yo tenía las necesidades en mi casa y en la de mis hermanos», ha remarcado a preguntas de la fiscal.

Durante su interrogatorio en el juicio que celebra la Audiencia de Sevilla contra cinco ex altos cargos de la Junta por contratos supuestamente fraudulentos de 44 personas vinculadas a Guerrero , este ex responsable político ha señalado que en su etapa de alto cargo «tenía a dos hijas en el paro» que estudiaron Informática y Telecomunicaciones, a tres sobrinos y a su mujer, periodista, también desempleados. «Pudiera haber tenido la habilidad de que los pudiera haber encajado, pero no lo hice», ha advertido. Él, ha dicho, era «el primero qu tenía necesidades de que sus niñas trabajaran».

Guerrero está siendo juzgado porque supuestamente realizó contratos con Umax Informática y Consultoría para que trabajadores en nómina de esta mercantil prestaran sus servicios en la Administración pública como «falsos funcionarios» a través de contratos verbales, contratos menores y procedimientos negociados sin publicidad donde se invitaban a tres empresas: Umax, Square y Inaria.

El empresario de Umax confirmó los contratos verbales con la Dirección de Trabajo

Las dos primeras tenían como administrador único a Ulpiano Cuadrado, que también se sienta en el banquillo de los acusados. Los trabajadores contratados «p ertenecían al círculo de amigos y familiares » de Guerrero, quien ha destacado que «después del montón de burradas que se ha dicho de mí», lo de menos es que digan que haya colocado a alguien.

Junto a Guerrero, están siendo juzgados por la Sección Tercera de la Audiencia los exdirectores de Trabajo Juan Márquez y Daniel Rivera , los exsecretarios generales técnicos de la Consejería de Empleo Javier Aguado y Lourdes Medina y el dueño de Umax, Ulpiano Cuadrado , por prevaricación, malversación y falsedad documental en estas contrataciones de personal de UMAX que hacía funciones en la Consejería de Empleo. La fiscal pide a todos diez años de cárcel y la Junta al empresario, Guerrero y Márquez.

A preguntas de la letrada María Victoria Gálvez, que ejerce la acusación particular contra Guerrero, Márquez y Cuadrado en este proceso, Guerrero ha justificado la externalización del personal porque tenía un déficit de personal «enorme» . Ante su abogado, ha justificado el primer contrato verbal con Umax en 2003 porque «me ha presentado a gente de valía» y por eso amplió sus trabajos con nuevos contratos para ocuparse de «otra parcelita».

A preguntas del juez Ángel Márquez, ha justificado que ofreciera el contrato a Umax y no a otras empresas que trabajan para la Junta porque los funcionarios de su área «ponían muy bien a los chavales» , en alusión a los trabajadores de la empresa que habían estado desarrollando aplicaciones informáticas, a pesar de que «en los funcionarios es muy fácil que uno ponga verde al de al lado».

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