Entrevista
Griñán: «Me han llamado militantes distinguidos del PP, Núñez Feijóo dijo que creía en mi inocencia»
El expresidente de la Junta de Andalucía confiesa que «al principio me dolió» que Susana Díaz intentara dejar atrás el pasado
«Tengo a un hijo en paro y nunca he colocado a nadie»
Su libro es una narración de la historia de España desde la posguerra hasta 2013, cuando dimitió como presidente andaluz «para no dañar» a su partido por el caso ERE . El hilo que une los fragmentos son sus vivencias personales de esa etapa. José Antonio Griñán evita ajustar cuentas con nadie , a excepción del ministro de Justicia el PP Rafael Catalá , al que le reprocha que cuestionara el desconocimiento sobre el sistema de ayudas que Manuel Chaves y él esgrimieron en su declaración como imputados ante el Tribunal Supremo.
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Hecha esta salvedad, asegura que nunca se ha sentido «más querido y asistido» que tras su condena por la Audiencia de Sevilla. «Me han llamado algunos militantes distinguidos del PP diciendo que creen en mi inocencia», deja caer. Tan sólo menciona a uno, Alberto Núñez Feijóo, líder in péctore del PP , al que le agradece que lo dijera «públicamente». A raíz del proceso judicial, ha retomado su amistad con Manuel Chaves, aunque las cosas ya no sean como antes. Existe, sostiene, una ley de hierro que dicta que el líder «termine peleándose» con su sucesor, si bien aclara que dicha norma no se cumplió entre él y Susana Díaz.
En su epílogo habla del juicio del caso ERE, de la tragedia personal que supuso. Es verdad que no hace una crítica feroz a nadie.
Bueno, sí, al que fue ministro de Justicia Rafael Catalá. El principio y el final del libro son una conversación apasionada con mi hijo en un estilo muy distinto en el que estás expresando un sentimiento. Yo cuando hablo de los ERE hablo de lo que yo sentí, no de lo que fue. Y en ese recorrido digo dos cosas que me impactaron fuertemente. Un ministro de Justicia no puede decir que no se podía creer nuestras declaraciones en el Supremo. Eso es inaudito. Como lo de [Ricardo] Tarno -que le dijo «quien te jodió no fue Juan Ignacio Zoido, sino Javier Arenas»-, sobre todo sobre una persona como Javier Arenas, a quien mi familia le tiene un gran agradecimiento porque fue el único miembro del PP que cuando mataron a mi tío, que era magistrado del Supremo, supo acercarse a la familia. Yo no tengo ninguna razón para tener enemistad sino todo lo contrario. Luego, cuando he visto la explosión del PP, empecé a entender lo que fue aquello. Esa práctica de odios yo no la había visto nunca. Cuando yo vi esto entendí lo que me dijeron en aquel restaurante. Luego me explicaron que el que me lo dijo era de Cospedal y Arenas era de Soraya Sáenz de Santamaría. Pero yo eso no lo sabía y le dije no me cuentes estas cosas y menos en voz alta.
¿Cree que hubo interferencias políticas en el proceso de los ERE?
No. Hubo utilización política. El PP, con los ERE y también el PSOE está utilizando la Gürtel. Yo vivo con desconsuelo cuando se hurga en heridas sin darse cuenta de lo que un ser humano está sufriendo. Eso es tremendo y yo sí lo he visto y lo he vivido. Y no quiero dar nombres. Hay gente que ha metido el dedo de forma insana y no lo entiendo. Sí es verdad que políticamente se usa.
El periodista Javier Sardá le preguntó qué había aprendido tras abandonar el Ministerio: «Que los amigos del ministro siguen siendo amigos... del ministro». Tras su imputación en el caso ERE, ¿los amigos del presidente siguen siendo los amigos... del presidente? ¿Ha notado cierto vacío institucional?
Yo lo que sí puedo decir es que nunca me he sentido más querido y asistido. Y por eso digo al final, parodiando un verso de Bécquer, que nunca he tenido miedo de quedarme con mi dolor a solas, porque no he tenido nunca mayor compañía. Y no voy a decir nombres, pero me han llamado algunos militantes distinguidos del PP diciendo que creen en mi inocencia. Y uno de ellos lo dijo públicamente y se llama Alberto Núñez Feijóo. Duran i Lleida ha estado siempre a mi lado… Yo me he sentido muy querido.
Me llamó Juanma Moreno. Fue cariñoso en la conversación y siempre me ha invitado a los actos de la Junta de Andalucía
¿Qué impresión le causó escuchar aquello de los «ciudadanos Chaves y Griñan», en boca de la entonces dirigente del PSOE federal Carmen Calvo, que ha sido consejera de Manuel Chaves?
Pues mire, estará en la presentación de mi libro. Yo a Carmen la quiero mucho. Pero la política te obliga a decir estas cosas y yo las entiendo. Hemos hecho campaña y mítines juntos en Córdoba. Yo estas cosas las comprendo. Incluso comprendí a Susana [Díaz], al principio me dolió, pero luego lo comprendí. Ella estaba tratando de dejar el pasado atrás. Yo se lo dije un día: el pasado tiene muchas cosas muy buenas. Hay que aceptarlo como es. El Rey aceptó la Corona a beneficio de inventario. Tenía que cambiar y cambió. Hizo muy bien.
Se le ha echado en cara que tampoco hace autocrítica en el caso ERE en su libro 'Cuando ya nada se espera'. ¿Qué errores y equivocaciones ha cometido?
¿Cómo que no? Por Dios, todo el libro. Una persona que dimite sin haber ninguna imputación ya ha hecho el mayor acto de responsabilidad política y de autocrítica que puede hacer en su vida. Además, el libro es una narración histórica en la que hablo muchas veces de mí, incluso no elogiosamente. El libro es una defensa de la Transición. Termina en 2013. Lo que cuento son cosas que han sucedido en España y que la han hecho más habitable. Es verdad que ahora hay un cainismo que existe en todo el mundo. Yo siempre digo que Ciudadanos cometió un error craso cuando apoyando al PSOE obtuvo el mejor resultado de su historia y le dio por apoyar al PP para desaparecer.
También cuenta que tuvo una amable conversación con el actual presidente de la Junta de Andalucía, el popular Juanma Moreno, cuyo partido lo acusó al igual que la Fiscalía en el caso ERE. ¿Qué le transmitió?
Me llamó él. Fue cariñoso en la conversación. Siempre me ha invitado a los actos. Y en aquel momento me estuvo hablando de lo estaba haciendo con las medallas de presidentes y estuvo cariñoso conmigo. Yo lo agradezco. Si él quiere alguna opinión institucional, no tengo inconveniente en hablar con él.
Ha dicho usted que sabe que es inocente. Pero si fuera confirmada la condena por el Supremo, ¿ha pensado en presentar un recurso de amparo, pedir el indulto o incluso recurrir ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos?
Son cuestiones que no tengo conocimiento. Yo nunca conocí un proceso penal. A mí me asombró ver que estaba sentado a 15 metros de mi abogado y no podía hacerle observaciones. En un proceso laboral se habla mucho. Yo entendía nada. Es tan sencillo como lo que vemos en las películas europeas. Seguimos siendo burócratas, de legajos. Yo creo que eso tendrá que cambiar en España. No me gustó el proceso penal, pero no sé nada de él. Y te dicen que habrá que ir al Tribunal Supremo. Yo no sé. Estoy convencido de que voy a ganar.