Los grandes tsunamis que han golpeado la costa de Andalucía

El más dañino fue el de 1755, que dejó decenas de miles de muertos en la comunidad y ciudades reducidas a la nada

¿Qué hacer si llega un tsunami a Andalucía?

El mar, encabritado, frente a las costas andaluzas ABC

M. Moguer

La Junta ha anunciado esta semana que prepara un plan contra maremotos. La comunidad, señalan los expertos, está en riesgo moderado de sufrir un tsunami. No hay las mismas posibilidades que en Japón o en la costa de Chile , pero sí hay cierto peligro. Recuerdan los sismólogos que Andalucía está en una zona sísmica por dos frentes: tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo hay movimientos constantes que, en algún momento, pueden causar un tsunami que golpee el litoral andaluz .

No sería la primera vez. Andalucía ha vivido grandes maremotos que han asolado sus costas y pequeños fenómenos costeros. «Minitsunamis», les llaman los científicos. La más grande de las olas que han llegado hasta la comunidad se produjo en 1755. Entonces un gran terremoto con origen frente a la costa de Portugal provocó un maremoto especialmente violento que no solo asoló la costa lusa, sino que llegó hasta Cádiz y Portugal .

Los daños fueron enormes. Tanto los materiales como los humanos. Se calcula que entonces perdieron la vida 20.000 personas solo en Andalucía. Y eso cuando el desarrollo urbanístico en la costa no era tan alto como ahora. Aún hoy hay huellas de aquel desastre natural. En la calle de La Palma, en el gaditano barrio de la Viña y junto a la iglesia del barrio, un cartel recuerda la altura que alcanzó el agua cuando la ola entró en Cádiz arrasando con todo. En Huelva también fue muy dañino. La gran ola arrasó la capital y muchos pueblos costeros.

Aunque ese ha sido el maremoto más dañino que ha golpeado la costa andaluza, no es el último. De hecho, hace menos de 20 años, en 2003, un maremoto con epicentro en la costa de Argelia llegó en forma de ola al litoral de Málaga y Almería . Bien es cierto que, cuando llegó a Andalucía, su fuera era mínima -de hecho los expertos lo califican como de «minitsunami»-, entra dentro de la categoría de maremoto. Es más, en Baleares, por ejemplo, más de cien embarcaciones se hundieron por culpa de esta gran ola africana.

Otro en 1790 afectó a la parte oriental de Andalucía. Sobre todo a Málaga, que sufrió los efectos de la gran ola. Luego llegarían los de 1804 -ligero, según los expertos, se sintió en Almería, donde el mar se retiró- . En 1954 otro maremoto muy leve afectó al mar de Alborán, igual que ocurrió en 1969, 1975 y 1978, todos ellos igualmente de tipo leve.

Con estos antecedentes y la vista puesta en 1755 , la Junta ha decidido armar un plan de acción en caso de catástrofe por tsunami. ¿Eso quiere decir que vaya a llegar ya? De ninguna forma, aclaran desde la Consejería de Presidencia . Plantear esta estrategia es un ejercicio de anticipación y, además, una obligación normativa que impone la ley. Pase lo que pase, y llegue cuando llegue el próximo gran maremoto, Andalucía estará ahora más preparada.

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