La gonorrea se dispara entre los hombres entre 20 y 40 años en Andalucía

Aunque los positivos por VIH en Andalucía puedan parecer altos, la realidad es que está en descenso hace años. De hecho, según la Consejería de Salud, los diagnósticos han bajado un 30 por ciento desde 2015, cuando en la comunidad se detectaron 757 nuevos ciudadanos seropositivos. Además, hay que contextualizar los 527 casos: se producen en una población de 8,4 millones de habitantes.

Aún así, el objetivo desde el departamento que dirige Jesús Aguirre es el detectar cuanto antes los posibles casos que puedan darse. Prevención y detección precoz son los ejes sobre los que se mueve la nueva estrategia andaluza contra el VIH. De esta forma, el protocolo ordena hacer una prueba a todos los pacientes de entre 18 y 70 años que lleguen a las Urgencias hospitalarias por neumonía, síndrome mononucleósico, herpes zoster, consumo de tóxicos, hepatitis agud a o alguna infección de transmisión sexual (ITS).

Mientras caen los casos de VIH, crecen los de las demás de ITS. Es el caso de la sífilis, gonorrea y clamidia. Las cifras se dispararon sobre todo a partir del inicio de los 2000 y desde entonces parece que no han encontrado techo.

Para Manuel Gómez, educador sexual que trabaja en Sevilla, una de las causas para este aumento de estas ITS es que «son bacterianas y se transmiten muy muy fácil». Explica Gómez que es importante que la gente conozca el que el gonococo o la sífilis se pueden transmitir con relaciones orales. Y esas prácticas, añade, hay quien prescinde erróneamente de la protección. De ahí el aumento de casos.

«El VIH no es contagiosa, es transmisible», aclara Gómez, que explica que el resto de ITS sí son contagiosas porque se pasan por contacto. Ahí está la diferencia y el riesgo. «No creo que la gente se haya relajado últimamente», descarta este experto en ITS.

Pero, ¿qué dicen los datos? Según la última monografía de infecciones de transmisión sexual editada por la Consejería de Salud, los casos de sífilis han pasado de 150 en 2003 a 844 en 2019, último año en que el estudio recoge datos, un 462 por ciento más. De hecho la tasa por cada cien mil habitantes a dos semanas ha pasado de 1,97 puntos en 2003 a 10,03.

También hay crecimiento de la gonorrea. De hecho, se ha pasado de 74 casos en 2003 a 1.238 en 2019. Un aumento del 1.572 por ciento, superior incluso al de la sífilis. Lo mismo ocurre con la clamidia: en 2003 se detectaron 70 casos; en 2019 fueron 1.052, un ascenso del 1.400 por ciento.

Ocurre también algo característico en estas tres ITS, que también sucede con el VIH: son una realidad masculina en Andalucía. Además, tiene una edad de máximo riesgo: entre los 20 y los 40 años se producen la mayoría de los diagnósticos, según el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía. Más aún en hombres de esa edad que viven en Sevilla, Granada o Cádiz.

Desde Salud quieren evitar que haya más casos como Juan, el chico que a primeros de diciembre conoció su positivo por VIH. O como los 1.572 andaluces que recibieron un diagnóstico de gonorrea. Por eso, además, del protocolo contra el VIH, ha puesto en marcha un plan contra las ITS que se apoya en la coordinación entre la atención primaria y hospitalaria. Prevención y detección precoz para poder así empezar cuando antes los tratamientos. Que los hay, subrayan los expertos. Y que salvan vidas.