La fauna salvaje reconquista la ciudad ante el repliegue humano

Flamencos en una playa de la capital malagueña, cabras montesas dando brincos por las calles de Morón de la Frontera , vacas retintas con sus terneros tumbados al sol tarifeño en la playa de Bolonia, o delfines jugando en las rías de Punta Umbría y Huelva. El confinamiento por el coronavirus ha replegado a las personas en sus casas y en su lugar la fauna silvestre ha ocupado el espacio en pueblos y ciudades desiertas desde que se decretó el estado de alerta el 14 de marzo.

A estas alturas el litoral de Málaga debería estar ya a rebosar de turistas y malagueños dispuestos a disfrutar de las bondades del Mediterráneo. Sin toallas ni sombrillas ni ningún signo humano en la costa, una pequeña colonia de veinte flamencos tomó el pasado domingo la orilla de la playa de la Misericordia de la capital. Es habitual verlos en primavera en el paraje natural de la Desembocadura del Guadalhorce, un espacio protegido entre Málaga y Torremolinos que sirve de refugio para numerosas aves migratorias, pero nunca este año han decidido probar el agua salada de una playa urbana. En la de Bolonia, han llegado las vacas que suelen campar a sus anchas por las dunas de la bahía de Tarifa. Lo suelen hacer todo el año y más cuando el calor aprieta. Al no ver a nadie se han adelantado. La ausencia de personas ha dejado el campo abierto para que la naturaleza vuelva por sus fueros. En las playas gaditanas hay más pájaros que se alimentan en la orilla, rocas llenas de almejas, coquinas, cangrejos o peces pequeños que usan la zona de la costa para protegerse como los boquerones.

En los últimos años, pescadores y embarcaciones de recreo se han acostumbrado a ver pequeñas manadas de delfines en las aguas costeras de Huelva, acompañando incluso a los barcos en su navegación. Los delfines han llegado a alcanzar las rías de Punta Umbría -su entrada desde el mar- y Huelva , por la que también se les ha visto pasar. Poco a poco parece que se van adentrando más, hasta llegar a las proximidades del muelle en el que durante los meses de verano, parte la canoa que conecta la capital con el municipio puntaumbrieño.

En plena emergencia sanitaria, se ha captado a varios ejemplares jugando junto al muelle, con la particularidad de que llevan además una cría. Los delfines, según se observa en el vídeo, permanecen largo rato nadando y jugueteando en una zona próxima a la dársena del muelle.