La Esperanza mantiene su encuentro con el Bailío

La inclusión en el itinerario de la Esperanza de la llegada a la Catedral planteaba una serie de incógnitas para la corporación del Domingo de Ramos. El acceso al primer templo de la Diócesis y la necesidad de seguir pasando por el recorrido oficial , supone una ampliación considerable en el número de horas en la calle del cortejo. Por este motivo, la supresión de la Cuesta del Bailío podía ser, a priori, una forma de reducir el tiempo de regreso a casa. Una opción que la cofradía ha descartado desde primera hora por varios motivos.

En primer lugar, la Esperanza mantiene un auténtico idilio con este emblemático rincón . No obstante, la corporación dio sus primeros pasos muy cerca de este lugar, por lo que decidieron incluirlo en su itinerario de cada Domingo de Ramos desde finales de los años 70 . Actualmente, la cofradía, conocida popularmente como la de los «Gitanos» es la única que incluye la Cuesta en su recorrido, en el que es uno de los grandes momentos de la Semana Santa cordobesa.

Fruto de esta especial relación, es el azulejo de María Santísima de la Esperanza que la cofradía del Domingo de Ramos posee en el tramo final de la Cuesta. Un retablo cerámico que se inauguró en febrero del pasado año y que, si el tiempo lo permite, será testigo de la bajada de los pasos de Nuestro Padre Jesús de las Penas y de la dolorosa de la Esperanza.

Además, el paso por el Bailío no es una mera cuestión histórica o estética, sino también un acto de solidaridad con la hermandad del Rescatado . En el caso de que la Esperanza optara por el camino más corto, entorpecería el paso de la cofradía trinitaria, que tendría que esperar a que se recogieran en San Andrés para seguir su camino hasta su templo. De este modo, el Rescatado tendría la calle San Pablo libre en su regreso a Santa María de Gracia.