A la espera de un interlocutor con el que negociar en la Moncloa

El Gobierno de Juanma Moreno no ha tenido, hasta ahora, línea abierta con el Ejecutivo de Pedro Sánchez

Imagen de archivo del Palacio de la Moncloa en Madrid ABC

S. Benot

Todo parece indicar que Carmen Calvo seguirá siendo la vicepresidenta «política» del Gobierno de Sánchez e Iglesias mientras que el líder de Unidas Podemos se centrará en lo «social». Esto supondrá que la política cordobesa será la interlocutora con las comunidades autónomas. Pero en el Gobierno de Sánchez hasta ahora, la exconsejera andaluza no se ha caracterizado por su entendimiento con la Junta de PP y Ciudadanos. No es que haya habido malas relaciones es que no ha existido ninguna línea de comunicación.

Hasta la fecha, el Gobierno andaluz se ha entendido con el Delegado del Gobierno en Andalucía, Lucrecio Fernández, pero sus comunicaciones no han pasado de meros asuntos protocolarios. Ninguno de calado ni que haya tenido consecuencias directas sobre los andaluces. Es más, ha habido muchas quejas por parte de los representantes andaluces porque en muchas visitas de los ministros del Gobierno de Pedro Sánchez a Andalucía, no se ha informado oportunamente ni se ha invitado a los miembros de la Junta.

Las alegaciones del Ejecutivo central en este caso pasaban por defender que venían simplemente a ejercer sus competencias por lo que no tenían porqué dar cuenta a la Junta.

El sustituto de Gómez de Celis

Hay que tener en cuenta que Lucrecio Fernández sustituyó a Alfonso Rodríguez Gómez de Celis cuando éste fue en las listas electorales del 28 de abril. Celis tenía un peso político considerable y sus gestiones eran tenidas en cuenta por el Gobierno de la Moncloa. Pero la llegada de Fernández coincidió con el período de interinidad política que han vivido los gobiernos de Pedro Sánchez por lo que tampoco ha habido muchas oportunidades para ahondar en estas negociaciones.

Así, el futuro está por escribir. Sánchez dará a conocer, previsiblemente, esta tarde, a sus ministros y, a partir de ahí irán cayendo los nombramientos en cadena. Es previsible que Lucrecio Fernández siga al frente de la Delegación del Gobierno en Andalucía pero no hay una decisión tomada.

También habrá que tener en cuenta en papel de María Jesús Montero quien podría asumir la portavocía del Gobierno central, además de las competencias de Hacienda que mantendrá salvo sorpresa.

La ministra sevillana ha mantenido tensiones con los miembros del Gobierno de la Junta en esta última etapa, sobre todo con el consejero de Hacienda, Juan Bravo, pero también es cierto que se ha entendido en el pasado con el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, con quien Montero ha negociado hasta tres presupuestos. El papel de la ministra de Hacienda será también clave para que desde San Telmo puedan levantar un teléfono que conecte directamente con Madrid.

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