Encuestas a alumnos y visitas sorpresa, así «vigilan» las universidades que sus docentes van a clase

Los centros carecen de un modelo único que controle la presencia de los profesores en las aulas a pesar de las advertencias del informe de la Cámara de Cuentas

La Universidad de Málaga investigó el caso Errejón y su beca a distancia

S.A.

El control de asistencia a clase de los docentes en las universidades andaluzas es en general deficiente, aleatorio y carece de uniformidad, según puso de manifiesto el informe de la Cámara de Cuentas del que ayer informaba ABC . Ninguna universidad tiene un sistema de fichaje personalizado infalible con hora de entrada y salida de la jornada, aunque cada una realiza sus controles. Así es cómo las universidades andaluzas «vigilan» a sus profesores.

Cádiz (UCA)

La Universidad de Cádiz ha puesto en marcha iniciativas para mejorar el control de la actividad del profesorado . Una de las de mayor éxito fue el impulso de un portal de transparencia. Dentro del portal se incluye un apartado sobre el grado de satisfacción de los alumnos, que deben valorar de 1 (malo) a 5 (muy bueno) distintos aspectos entre ellos el «Cumplimientos de la actividad docente» , en el que se cuestiona la asistencia al aula del profesorado. Este punto se divide, a su vez, en tres apartados: «Imparte las clases en el horario fijado», «Asiste regularmente a clase» y «Cumple adecuadamente la labor de tutoría». El aspecto de la asistencia, en el último informe elaborado, del curso 2014/2015, ha contado con una media de valoración de 4,5 puntos.

Málaga (UMA)

En la Universidad de Málaga, cada centro es responsable de gestionar el control de asistencia de docentes. En unos casos se hace a través de partes de firmas y en otros a través de un sistema informático de fichaje. No son pocos los casos de profesores a los que sus facultades conminan a abrir sesión con su clave en el ordenador del aula cada vez que comienzan una clase. En el caso de los investigadores, según fuentes de la propia UMA, el método es similar y depende de los propios centros. Un trabajo de más difícil control y una laxitud que explica casos como el de Íñigo Errejón , que quiso «investigar» desde Madrid cuando fue contratado por su amigo Alberto Montero , profesor en la UMA.

Paralelamente, y desde 2014, la inspección de servicios de la institución docente desarrolla un programa de visitas «sorpresa» a los centros de la Universidad malagueña. O al menos eso se aprobó. En ellas se comprueban, según una nota a la que ha tenido acceso este periódico, aspectos como que la actividad académica se corresponda con el plan de estudios pero también «in situ» el cumplimiento de obligaciones de profesores e investigadores. La dirección de la UMA no concretó ayer a este diario cuántas sanciones por faltas de asistencia ha impuesto en los últimos años.

Córdoba (UCO)

La Universidad de Córdoba tiene mecanismos de control docente desde 2005, reestructurados en 2014. Según el nuevo procedimiento, cada cuatrimestre se realizan visitas pautadas a cada uno de los centros del vicerrector de Estudiantes y la jefa del Negociado de Coordinación e Inspección de la Docencia.

El balance en materia de control docente del último curso, según la UCO es «muy satisfactorio». El nivel, análisis y concreción de asignaturas y profesorado es muy elevado y el número de incidencias «mínimo».

Granada (UGR)

El control de la presencia de los docentes en sus clases está en mantillas en la Universidad de Granada (UGR). En su intranet, hay un mecanismo denominado Sistema de Seguimiento de Actividad Docente (SSAD) dependiente de la inspección de servicios.

El inspector vela por el correcto funcionamiento de los servicios y colabora en las tareas de instrucción de los expedientes disciplinarios si llegara a haberlos. Pero el sistema es laxo básicamente porque es el personal docente el que informa al SSAD. Con una clave de registro, el profesor es el que hace el registro de sus actividades con o sin incidencias. Es decir, si voluntariamente quiere informar de que no va a estar en clase por alguna razón, abrirá una incidencia en la que avisará de la razón por la que se ausentará y la solución alcanzada con sus alumnos para sustituir la sesión por otra actividad. Si hay cambio de horario unilateral, sí puede tener una llamada de atención en caso de que el inspector fuera a revisar esa clase y no se estuviera impartiendo.

Pero a la inspección se la ve poco por las aulas, según reconocen en el propio profesorado que sí advierte de que la UGR pasa encuestas en las que los alumnos evalúan el funcionamiento de las clases, incluido si el docente asiste o no. Los muestreos son pequeños, y no llegan a todas las asignaturas. Tampoco hay un seguimiento curso a curso.

Así que no existen fórmulas para el control estricto de la presencia de los docentes. Algunas facultades, no especificadas por la UGR, tienen implementado un sistema suplementario de control a través de la firma o de la tarjeta con la que los profesores abren los laboratorios donde desarrollan sus investigaciones

Huelva (UHU)

La Universidad de Huelva asegura tener en marcha un paquete de medidas para el control del absentismo de su profesorado, a través de su Inspección de Servicios que realiza encuestas individuales por asignatura y docente. Los alumnos califican al profesorado tanto respecto a su presencia o no a clase, como en cuanto a contenidos teóricos y prácticos.

Las comisiones de Calidad y Docencia de los centros dirimen los conflictos. Además, el alumnado puede recurrir particularmente y poner un parte de incidencia en el centro en el que curse estudios cuando no recibe notificación por la ausencia de algún docente que, según la norma, debe comunicarla por el cauce oficial.

Jaén (UJA)

El personal docente de la Universidad de Jaén firma a la entrada y a la salida para acreditar que ha impartido clase, en tanto que los trabajadores que no pertenecen al profesorado tienen que fichar con huella dactilar para que la institución controle su presencia durante la jornada laboral, según explica una fuente del principal centro académico de la provincia.

Incluso sobre el personal investigador se lleva un control de firmas para acreditar su asistencia a clases y tutorías. Además, hay un inspector de servicio que supervisa el cumplimiento, como complemento a las rúbricas.

Al control establecido para el profesorado a través de la firma se une la encuesta que a final de año realizan los alumnos a instancia de un organismo externo. De esta manera, es el alumnado el que avisa de la posible existencia de absentismo entre los docentes.

A la Universidad de Jaén le parecen suficientes los mecanismos de control. Un catedrático consultado resalta la eficacia del seguimiento con una anécdota personal: «Una vez se me olvidó firmar a la entrada y salí cuando la persona encargada del documento de las firmas se había ido ya. Al día siguiente, me preguntaron la razón por la que no había firmado».

Sevilla (US) y (UPO)

La Universidad de Sevilla organizó en noviembre de 2015 unas jornadas con todas las Inspecciones de Servicios de las universidades espeñaolas y los Tribunales de Cuentas. La US realiza un doble control de asistencia de docentes mediante hojas de firmas y a través de visitas periódicas de inspectores. Los resultados anuales de este doble control se ponen en conocimiento del Consejo de Gobierno y se publican en web. Las visitas de inspectores se encargan de confirmar que el personal se encuentra en realidad en su lugar de trabajo. Asimismo se ha puesto en marcha en cinco centros una experiencia piloto para sustituir la hoja de firmas por el registro electrónico.

Por su parte, la Inspección de servicios de la Universidad Pablo de Olavide junto a los representantes de los trabajadores trabajan actualmente en un sistema de control de presencia de docentes e investigadores para que esté implantado en 2017. Por el momento solo se controla al personal de administración y servicios .

Almería (UAL)

La Universidad de Almería analizará en el próximo claustro, que está previsto que se celebre en septiembre, la idoneidad de adoptar un sistema de control que informe sobre la asistencia de los docentes a clase. Así lo han puesto de manifiesto desde el Rectorado, donde precisan que a día de hoy en el Campus la actividad de los profesores está controlada a través de encuestas que se llevan a cabo entre los estudiantes y otros miembros de la comunidad universitaria.

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