Las elecciones en Andalucía, a su debido tiempo

El presidente y el líder del principal partido de la oposición coinciden en su estrategia política para consolidarse y dejar en el camino a sus rivales a izquierda y derecha

Juanma Moreno y Juan Espadas, en el Parlamento andaluz EP/ Eduardo Briones

S. Benot

Tambores electorales. Es el mantra que Vox repite desde hace meses en Andalucía con cierto eco en los despachos de la calle Génova de Madrid. Las encuestas que se publican -y las que no- han despertado cierta euforia en el partido de Santiago Abascal cuyos diferentes portavoces aseguran que entrarán en el Gobierno andaluz nada más que se abran las urnas. Entienden, además, que tienen en su mano provocar el adelanto electoral puesto que hasta la llegada de Juan Espadas al PSOE andaluz eran el socio imprescindible para el gobierno de coalición de PP y Ciudadanos . Pero el presidente andaluz tiene otra estrategia y el botón electoral está sólo a su alcance. Lo curioso del caso es que el planteamiento que beneficia a Juanma Moreno también favorece al que será su principal rival por la Presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Espadas.

La primera clave que ambos manejan -y que incluso han compartido en conversaciones privadas- es que un enfrentamiento directo entre ambos es lo más acertado desde el punto de vista electoral . Por eso van a librar una disputa política cuerpo a cuerpo, tratando de aislar a sus rivales a ambos extremos del arco parlamentario. Así, trabajan para desgastar a Vox y a Unidas Podemos, respectivamente. Hasta ahora, el PSOE era el único que se beneficiaba del sistema de los dos grandes partidos porque era capaz de lograr mayorías absolutas. El PP ha accedido al poder en Andalucía sólo cuando ha tenido un socio potente con el que aliarse. Pero la caída libre de Ciudadanos parece imparable aunque hay quien piensa que podrían recuperar algo su prestigio y lograr los suficientes escaños (¿4 ó 5?) como para apoyar al PP en la Junta.

El nuevo panorama político parece abocado a gobiernos en minoría que tendrán que buscar apoyos en el Parlamento para sacar adelante sus iniciativas. Geometría variable es como han bautizado a esta realidad. Si cambia la manera de gobernar también la de hacer oposición.

Juan Espadas está estrenando esta estrategia en Andalucía. Por dos motivos claros, no quiere elecciones todavía y necesita revestir su liderazgo de altura política e ir más allá de intereses partidarios. Sobre todo porque el PSOE también necesita lavar su imagen tras el enorme desgaste de 37 años en el Gobierno andaluz y la sombra de la corrupción. «El nuevo PSOE» está centrado en defender a los andaluces por encima de todo.

Presupuestos para 2022

Por eso el secretario general de los socialistas andaluces se ha ofrecido a negociar el Presupuesto de la Junta para 2022 . Si Vox dice que no será fácil el acuerdo y que quiere elecciones ya, el PSOE apuesta justamente por ser un partido útil y permitir al Gobierno de «las derechas» que pueda realizar su gestión para que Andalucía se recupere de la pandemia lo más pronto posible. Ya ha apoyado a Moreno en la aprobación de dos decretos de ayudas a empresas, de las leyes de Infancia y Autoridad del Profesorado y en el inicio de la tramitación de la nueva Ley del Suelo, clave para el Ejecutivo andaluz y también para el futuro de Andalucía, cuya letra pequeña están negociando en el Parlamento.

Por más que le digan que el tiempo que tarde en convocar elecciones refuerza a Espadas, lo cierto es que el presidente andaluz tampoco tiene prisa. Juanma Moreno apuesta por dejar madurar su liderazgo y quiere tener la oportunidad de gestionar la Junta sin pandemia. La recuperación económica, la mejora de la salud y, por lo tanto, el optimismo de los andaluces, proyectará una imagen positiva que los electores premiarán en las urnas. Un planteamiento de sentido común que Moreno no oculta. También insiste en que los andaluces no entenderían que se paralizase toda la administración durante tres meses por la convocatoria de elecciones.

Creación de empleo

Su gestión económica, la creación de empleo y el aumento de inversiones es su principal baza para presentarse a un plebiscito ante los andaluces. Porque en eso sí que quiere parecerse a Díaz Ayuso. Moreno planteará las elecciones andaluzas como una reválida al primer gobierno no socialista en Andalucía. Y por ahora tiene todas las asignaturas aprobadas. Algunas con nota.

Esta estrategia supone, además, un desgaste para su rival más a su derecha. A Vox le perjudica el paso de los meses porque se le agotan los mensajes simples y la crisis se va diluyendo dando paso a problemas cotidianos y más complejos. Eso aumentará sus nervios... y sus errores.

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