Magrudis

Los dueños de Magrudis sabían «al menos desde diciembre» que había listeria en su fábrica de carne mechada

La juez envía a José Antonio Marín y a su hijo Sandro a prisión sin fianza por delitos contra la salud publica, lesiones al feto y tres homicidios imprudentes

Responsables de Magrudis se jactaron de provocar la mayor crisis sanitaria del país: «A la próxima vamos al talego»

José Antonio Marín, esposado, en los juzgados de Sevilla MANUEL GOMEZ

Antonio R. Vega

El gerente y «administrador de hecho» de Magrudis, Jose Antonio Marín Ponce, y su hijo mayor, Sandro Marín Rodríguez , han pasado su primera noche en la cárcel como presuntos responsables penales del mayor brote de listeriosis detectado en España. La juez de Instrucción número 10 de Sevilla, Pilar Ordóñez , decretó este jueves por la tarde la prisión provisional comunicada y sin fianza para ambos empresarios después de prestar declaración en el juzgado.

La magistrada les imputa, como había solicitado la Fiscalía, un presunto delito contra la salud pública en concurso ideal con tres delitos de homicidio por imprudencia , dos delitos de lesiones al feto con resultado de aborto y lesiones por imprudencia grave, de acuerdo con la onda expansiva que ha provocado la toxiinfección masiva en la provincia de Sevilla hasta ahora.

La Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (Ucoma) de la Guardia Civil los había detenido 48 horas antes durante una operación policial denominada «Monocy» –en alusión a la listeria monocytogenes— en la que fue también arrestado el hijo menor, Mario Marín, que quedó libre tras comparecer ante la juez con la obligación de comparecer en el juzgado los días 11 y 25 de cada mes.

Los tres arrestados fueron trasladados desde la Comandancia de Dos Hermanas a los juzgados del Prado de San Sebastián en Sevilla sobre las 9.30 horas, pero hasta las 13.55 no fue llevado a declarar el primero , el hijo menor.

Marín Ponce confesó a su hermano el positivo en listeria del mes de febrero, en una conversación telefónica intervenida por los agentes

En el auto facilitado a ABC por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), la magistrada destaca que tanto Sandro Marín, que figuraba como «administrador único» de Magrudis, como su padre, que era el verdadero dueño, « tenían conocimiento de que al menos desde diciembre de 2018 la bacteria estaba en sus instalaciones».

Para llegar a esta conclusión, han sido reveladores los pinchazos telefónicos realizados y la documentación requisada. Para la instructora, «significativa es la conversación» que Marín Ponce mantiene con su hermano P.M.P. el pasado 12 de septiembre sobre las 19.33 horas, en la que admite que es cierto que un análisis realizado por la empresa Microal el 22 de febrero había detectado listeria en un lote de carne mechada casera etiquetado el 20 de diciembre pasado, que se comercializaba bajo la marca «La Mechá». « No consta que ello fuera comunicado a la autoridad sanitaria , ni que la entidad adoptara medida alguna. De hecho, no fue ni comunicado a los trabajadores, ni se adoptó media alguna para prevenir», según la resolución judicial.

«Una trama organizada»

El hecho de que ocultara este informe, del que Microal informó al juzgado el 9 de septiembre, precipitó la operación «Monocy» contra los «integrantes de una trama organizada» dedicada a poner en la cadena comercial carne procesada con altas concentraciones de listeria que «ha provocado una intoxicación masiva» que ha dejado un rastro de muertes, abortos y lesiones en todo el territorio nacional y, especialmente en Andalucía. Sólo en la provincia de Sevilla ha habido tres fallecidos, dos abortos y 65 hospitalizados, entre ellos 17 embarazadas de las cuales tres han sufrido partos prematuros. En Andalucía hay 216 infectados.

Los dos detenidos, que fueron enviados a prisión «para evitar la fuga» y «dada la gravedad de los hechos», reconocieron que dicho análisis se solicitó porque «se habían intoxicado algunas personas en la provincia de Huelva» tras consumir un producto elaborado en su industria cárnica. Fue Sandro Marín quien llevó los dos lotes de carne al laboratorio, que el 20 de agosto volvió a remitirles un correo para recordarle el resultado.

La fiscal destacó el «desprecio por la integridad física de las personas» mostrado por los responsables de Magrudis al poner a la venta el producto infectado

Marín Ponce, que al igual que su hijo sólo contestó a las preguntas de la juez y de su defensa, dijo en su descargo que ignoraba que tuviera que informar del positivo en listeria a las autoridades sanitarias y que, como eran muy pocos kilos, se desprendió de los envases tirándolos a la basura. Ninguno contestó a las preguntas del letrado de Facua y del Ministerio Público , que habían pedido prisión provisional y sin fianza para ambos.

La fiscal hizo hincapié en «el desprecio por la integridad física de las personas» mostrado por los dos investigados y advirtió de que, al menos desde febrero padre e hijo «continuaron fabricando y comercializando productos, siendo conscientes de que algo fallaba en el proceso productivo ». La juez concluye en su auto que, «si bien no imaginaban el resultado, sí tenían conocimiento de esta eventualidad» y pusieron el producto en el mercado, «provocando una gran alarma social y crisis sanitaria».

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