El diccionario para entender el narcotráfico en el Campo de Gibraltar
Gomas, bosquimanos o guarderías son términos que se usan con un significado muy distinto al original en el mundo de la droga
-Las gomas. Son lanchas semirrígidas de entre 14 y 16 metros de eslora. Llevan tres motores de 300 caballos cada uno.
-El piloto y los cargadores. Cada lancha tipo «zodiac» lleva un piloto y media docena de cargadores. Van «disfrazados» de la cabeza a los pies con trajes de neopreno para que no les identifiquen casos de ser fotografiados o filmados, cosa que cada vez ocurre con más frecuencia con los teléfonos móviles.
-Los bultos. Es el paquete con la droga, normalmente hachís, está perfectamente envuelto en plástico para que no le entre agua; pesa entre 28 y 30 kilos, de unos 50 centímetros de largo, 35 de ancho y unos 15 de alto
-Alijar. Llevar la droga desde Marruecos hasta las costas españolas y desembarcarla a toda prisa.
-Las guarderías. Son los almacenes donde se guarda la mercancía durante un tiempo antes de ser llevada a otros puntos para ser distribuida. Pueden ser chalés, naves industriales o cualquier otro escondite.
-Los bosquimanos. Los jóvenes -y no tanto ahora- que buscan droga en la playa para revenderla o para devolverla a los narcotraficantes, caso de que estos hayan tenido que desprenderse de ella porque la Benemérita les pisa los talones.
-La lata. Pequeña embarcación para acercarse a por los bultos flotantes, modalidad esta de tirar el fardo con la droga al mar con un peso suficiente para anclarlo a cincuenta o cien metros de la costa y que no se lo lleve la corriente.
-Los puntos. Así se les conoce en la jerga a los chavales que vigilan a las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado. Con sus pequeñas motos de menos de 125 cc y un emisor receptor controlan que la zona esté despejada para los alijos de droga.