Ni la defensa de Pedro Sánchez crea debate en el PSOE andaluz

Será el hastío, el sobreesfuerzo que se pide a militantes y ciudadanos o la sensación de fracaso que hay tras la investidura fallida del líder socialista para llegar a la Moncloa pero lo cierto es que el Comité Director que este martes celebró el PSOE andaluz como punto de partida de un nuevo ciclo electoral fue de los más planos que se recuerdan.

Y eso a pesar de que hubo cierto runrun en la sala del hotel donde habitualmente se celebran estos cónclaves -los más importantes que se celebran entre los congresos del partido- cuando el más identificable defensor de Pedro Sánchez en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis , tomó la palabra y subió al atril, lo que sólo habían hecho los ocho secretarios generales del PSOE en las provincias.

Gómez de Celis dijo a sus compañeros que están faltos de unidad y que la credibilidad de los socialistas se viene abajo cuando piden el voto para Pedro Sánchez pero lo critican en privado (aunque la mayoría de las veces excede ese ámbito). El mensaje del pedrista más reconocido (aunque hay muchas voces que dicen que no es, ni mucho menos, el único de Andalucía) fue claro: generan incertidumbre y eso tiene un coste electoral.

El discurso de Susana Díaz , abierto al público, fue largo, tedioso y sin emoción. Tan poca que le costó arrancar aplausos y eso que jugaba en casa y con un público totalmente entregado. La presidenta tiró del guión que el PSOE andaluz ya ha escrito para esta nueva campaña electoral: c onfrontación ideológica con el PP y ataques directos a Podemos.

Tres veces nombró la presidenta a «Pedro» y llamó a ganar las elecciones «por Andalucía» y no sólo por el partido.

La verdad es que la campaña electoral se atisba diferente a las anteriores. La presión de la sociedad para recortar gastos ha hecho mella en los partidos hasta el punto de que el PSOE ha anunciado ya que no habrá banderolas ni grandes vallas.

Lo dijo Susana Díaz durante el Comité Director , y lo corroboraron fuentes de la dirección regional. No está todo cerrado todavía pero la campaña será mucho más austera y se prescindirá de la publicidad exterior. Eso sí el mailing a los domicilios es un principio irrenunciable. Sobre todo por lo que supone para los votantes socialistas al Senado el contar con la papeleta ya debidamente marcada.