Crisis del coronavirus
El Gobierno castiga de nuevo a Málaga y Granada
La Junta de Andalucía pide la «rectificación» porque entiende que hay criterios políticos para que no avancen a la fase 2 de la desescalada
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Andalucía no podrá hacer una desescalada acompasada en todo el territorio tal y como había reclamado al Ministerio de Sanidad. Porque las provincias de Málaga y Granada se quedan estancadas en la fase 1 mientras que las otras seis, Sevilla, Cádiz, Córdoba, Huelva, Jaén y Almería, sí progresan y pasan a la fase 2 a partir del próximo lunes 25 de mayo.
La explicación de esta negativa ha brillado, además, por su ausencia. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, se ha limitado a afirmar que su criterio es que todas las provincias estén durante quince días en la misma fase. Una explicación que ha levantado ampollas en el Gobierno andaluz ya que ese criterio no está escrito en ninguna parte de la prolija normativa que rige estas fases de desescalada; no se ha incluido en ningún BOE ni consta en ningún decreto. Sí que lo dijo Pedro Sánchez cuando anunció el plan de desescalada si bien añadió que la principal característica del mismo es que sea «flexible» porque dependería de las circunstancias sanitarias. Esmás. Ayer, Fernando Simón dijo en la rueda de prensa de la tarde que el criterio del ministerio y de los expertos es que las fases duren quince días, «pero eso no está grabado a fuego». Respondía así a una pregunta formulada sobre Madrid y el tiempo que tendrá que estar en la fase 1.
No ha sido, además, la única negativa del Gobierno central con Andalucía ya que tampoco se ha permitido la movilidad interprovincial dentro de la comunidad autónoma tal y como había reclamado la Junta con el fin de empezar a reactivar el turismo.
La reacción del Gobierno andaluz ha sido firme. El consejero de Salud, Jesús Aguirre, pedía una «rectificación» en el más breve plazo posible mientras que Juan Marín, el vicepresidente y consejero de Turismo, insistía en que responde a un «criterio político». A su juicio, «es una medida arbitraria que no obedece a un criterio sanitario y perjudica a miles de empresas que en este momento están esperando para poder reiniciar su actividad». Lo mismo que sucede con la prohibición de la movilidad entre provincias que sí se permite en el País Vasco. «Los hoteles no van a abrir para los ciudadanos de su propia provincia».
Mejor control de la epidemia
Porque los datos sanitarios avalan un mejor control de la epidemia en Málaga y Granada que en otros territorios que sí han pasado de fase. Es el caso, por ejemplo, de Aragón cuyas tres provincias, Huesca, Zaragoza y Teruel, han pasado a la fase 3 a pesar que de su tasa de contagios por cien mil habitantes es de 25 en los últimos catorce días y diagnosticados mediante PCR. Similar situación hay en Navarra, con una tasa de 32,41; País Vasco, con 13,7; o La Rioja con 14,8. Eso por no contar el caso de Cataluña que lleva dos días sin dar «datos verificables». A pesar de ello, pasan a la fase 2 varias zonas sanitarias:Campo de Tarragona, Alto Pirineo y Arán, y las Tierras del Ebro.
Lo más llamativo del pase de estas provincias a la siguiente fase de desescalada es que el Gobierno central exigía, entre otros dos requisitos como la presión hospitalaria y el control de los casos sospechosos, que no hubiese un índice de contagios superior a 10 casos por cada cien mil habitantes por PCR en los últimos 14 días.
La preocupación en Andalucía sigue siendo el turismo. El vicepresidente Juan Marín lo explicaba gráficamente. «La crisis económica está dando pasos de gigante cada día ; el Gobierno de España debe tener sentido común. El día 1 abrirán las playas del Sur de Portugal, con libre circulación de ciudadanos y entrada de extranjeros con pasaporte sanitario. La competencia la tenemos a menos de una hora y si no somos capaces de reaccionar, perderemos también el verano».
Indignación
La principales administraciones y sectores empresariales de Málaga denunciaban el nuevo daño a la imagen de la Costa del Sol.
Quien más claro lo expresaba es la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz. «Parece que hay una vara de medir para la Costa del Sol diferente al baremo que utilizan con otras regiones con peores números». «Qué podemos esperar de un Gobierno que dice que el turismo es de bajo valor añadido y no aporta al empleo». «Y lo que es peor, usando los criterios como les apetece para discriminar a dos provincias».
Sobre criterios también se queja Sergio Cuberos, presidente de la Cámara de Comercio. «Se han saltado sus propias normas cuando han querido. Nos traen locos a los empresarios cambiando leyes y decretos; pues ya podían haber rectificado la exigencia de estar 14 días en la misma fase».
«No hay un problema de seguridad sanitaria; reunimos todos los requisitos. ¿Qué más hace falta?», se pregunta Cuberos que recuerda que el 80% de las empresas del sector servicios está parada. El presidente de la Diputación, Francisco Salado, considera que es un «sinsentido» sin «ninguna razón técnica ni sanitaria» . En el otro extremo estaba el secretario general del PSOE de Málaga, José Luis Ruiz Espejo, «lo que nos hará avanzar es la prudencia»
El parón en Granada ha levantado las críticas del alcalde, Luis Salvador, y del sector empresarial, quienes coinciden en resaltar el daño que el dictamen produce en la reputación del territorio. Para Salvador la decisión es una «cabezonada» del Gobierno de Pedro Sánchez, «este Gobierno vuelve a ser absolutamente incoherente, es mentiroso porque está diciendo que está cogobernando con las comunidades autónomas pero con Andalucía ha hecho caso omiso».
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