Coronavirus en Andalucía
El teléfono salva la gestión sanitaria ajena al Covid-19
Las llamadas evitan las consultas presenciales con los especialistas y se reordenan las citas
«Como te descuides, te cuidan los pacientes a ti», bromea el doctor Ramón García, que ejerce como médico de familia en Sevilla. «Te preguntan que cómo estás, si tienes miedo... Se preocupan por ti», explica. Este médico es uno de los miles de galenos que están pasando consulta por teléfono ante la crisis del coronavirus y el estado de alarma decretado por el Gobierno, que obliga al confinamiento de la población en sus viviendas. Por las mañanas, cuando llega a su consulta, tiene una lista de personas a las que llamar. Sus pacientes. Es parte del dispositivo de Salud para que el sistema sanitario siga funcionando a pesar de la pandemia vírica.
«Es un poco incómodo», explica, «porque el sistema se instaló hace poco y nos estamos acostumbrando todavía. A veces llamas y no es el número, te lo tienes que apuntar para más tarde... Es más trabajo. Además pasa que a veces te equivocas al marcar, y acabas hablando con quien no es», se ríe. Pero cuando por fin el número es el correcto, el paciente lo coge y pueden hablar, nota más facilidad . Y, además, señala, la carga de trabajo ha bajado porque si antes tenía 35 pacientes por turno de trabajo, ahora tiene unos 20.
Aunque el doctor García tiene menos consultas diarias gracias al sistema telefónico, se queja de que le faltan medios. Cuando hace visitas a domicilio —le suelen tocar dos o tres al día—, carece de mascarillas o guantes. «Podemos infectarnos nosotros y luego contagiar», señala. «Hacen falta medios. Pruebas, equipos de protección individual, camas...», reclama.
Al médico, solo a lo urgente o a trámites que no se puedan hacer por medios telemáticos
La orden de la Consejería de Salud y Familias es que todo lo que se pueda hacer por teléfono, se haga así. El objetivo es reducir el número de personas en zonas sanitarias. Liberar recursos para la llegada de casos de coronavirus. En esa misma línea, desde Salud se probó que las recetas se renovaran de forma automáticamente para que los pacientes no tuvieran que ir a su centro de salud a renovarlas. Al médico, solo a lo urgente o a trámites que no se puedan hacer por medios telemáticos.
Dentro de esta batería de medidas para liberar recursos sanitarios, el Gobierno andaluz decretó también que las operaciones quedaban anuladas salvo en los casos de intervenciones de urgencia u oncológicas. Sin embargo, en los últimos días hay pacientes que están recibiendo llamadas para cirugía mayor ambulatoria. Es el caso de dos pacientes de Sevilla, ambos con casos de hernias a los que en esta semana se les avisó de que debían operarse antes del fin de semana.
En ambos casos —uno de un joven y otro de una señora mayor— concurren circunstancias muy parecidas. Meses de espera para ser operados y una llamada, en estos días, para fijar fecha de operación. Pero a los pacientes les asaltó la misma duda . Acudir a un hospital está contraindicado para evitar infecciones de coronavirus pero, ¿qué pasa si el paciente se niega? Desde Salud respondieron en ambos casos que si es el enfermo el que renuncia, aun en el estado de alarma actual, sale de la lista de espera y pasa al último puesto.
Cita anulada
En estos dos casos, eso no ocurrió. En el del joven porque al final le llamaron del Servicio Andaluz de Salud (SAS) para anular la intervención, que estaba prevista para el viernes. La señora mayor no llegó a coger el teléfono al médico y, cuando devolvió la llamada, le dijeron que habían pasado al siguiente en la lista.
Los médicos, aunque se quejan de la falta de medios para afrontar la pandemia vírica, sí reconocen que la organización de la sanidad andaluza para los casos al margen del coronavirus se está haciendo «con sensatez». Son palabras del presidente del Sindicato Médico Andaluz (SMA), Rafael Carrasco.
Sin embargo, explican los sanitarios, hay casos en los que no queda más remedio que ir a ver al médico. En casos como el del padre de Susana, una vecina de Palma del Río, en Córdoba, cuyo padre, con una cardiopatía y tratamiento de Sintrom. «Me piden que lleve a mi padre al médico como está, corre un peligro enorme», se queja . Los sanitarios entienden su preocupación, pero explican que hay casos en los que es necesario ver al paciente, tomarle la tensión o hacer análisis presenciales.
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