Coronavirus Andalucía
Octubre recibe la segunda ola de la pandemia en todo lo alto
Salud prevé un rápido descenso de casos, pero teme que se disparen de nuevo a final de mes

El consejero de Salud, Jesús Aguirre, reconocía esta semana que existen «muchísimas dudas» sobre la evolución de la pandemia en Andalucía. Septiembre ha marcado registros inesperados, doblando los contagios y generando una presión asistencial que no se esperaba hasta bien entrado el otoño. Deja la estadística en todo lo alto aunque en los últimos días apunta una tendencia a la baja. Eso no descarta que, aún extremando las medidas de prevención , la pandemia se alíe con el frío para lanzar una tercera ola a final de este mes a partir de la cual la curva se suba a una montaña rusa.
Los datos de finales de agosto ya confirmaron que en España se había adelantado la segunda ola. Puede que seamos la Italia de la primera. Afortunadamente, como ocurrió en primavera, Andalucía ha resistido mejor que otras zonas a pesar de haber sido la comunidad con más movilidad de España. Su tasa de incidencia a 14 días por 100.000 habitantes (170 casos) es prácticamente la mitad de la media nacional.
El análisis por provincia demuestra la sensibilidad de la pandemia a los cambios de movilidad y al contacto social. El final de la temporada estival queda claramente definido en las estadísticas de Málaga, que ha reducido este mes a la mitad sus índices de contagios diarios, mientras en Sevilla se ha sufrido en la segunda quincena el efecto de la operación retorno en forma de un aluvión de brotes en la capital.
La duda ahora es saber si la curva de incidencia ha tocado techo y caerá en forma de «V» invertida, como en marzo
El efecto desinhibición de verano nos colocó a mitad de mes en el pico de esta segunda ola cuando se superaron los 1.700 contagios diarios. El descenso a una media de 1.200 casos y la contención de las hospitalizaciones lo confirman. La duda ahora es saber si la curva de incidencia ha tocado techo y caerá en forma de «V» invertida, como en marzo aunque sin mediar confinamiento, si descenderá suavemente en «U» o simplemente es el primer diente de la sierra de una estadística que augura etapas de alta incidencia en otoño cuando, con toda seguridad, la coincidencia con los procesos gripales y respiratorios de la época va a ponérselo muy difícil a una Atención Primaria que llega exhausta tras la labor de rastreo de brotes. Un trabajo que pronto resultará insuficiente si no hay relevo de los profesionales de enfermería que han llevado el peso de este trabajo y del que depende ahora el control de la pandemia.
Gracias al aumento de pruebas han aflorado los casos asintomáticos
La comparativa del número de contagios en relación a la primera ola es engañosa por cuanto la realización de pruebas de detección se ha multiplicado exponencialmente gracias al rastreo de brotes y, en última instancia, a los cribados masivos en zonas con alta incidencia. En primavera, con otras urgencias, las pruebas se reservaban para casos con evidentes sintomatología y no todos eran PCR, sino test de anticuerpos sin incidencia en la estadística oficial del Ministerio.
Gracias al aumento de pruebas han aflorado los casos asintomáticos. En esta segunda ola se confirma que baja la edad de los afectados, en buena parte por la autoprotección de los mayores. Bajar la guardia en algunas residencias ha generado los brotes más persistentes que han elevado la mortalidad, cuya tasa se encuentra en un 3 por ciento de afectados.
El pronóstico de los enfermos es muy favorable. Eso permite que menos del 16 por ciento de los positivos hayan necesitado atención hospitalaria y que los ingresos –el registros que marca la resistencia del sistema sanitario– no se haya disparado como los contagios. Los casos Covid consumen un 7,12 por ciento de las camas hospitalarias que puede movilizar Andalucía y un 12,3 de las de UCI, lejos del límite del 35% que Sanidad señala para decretar confinamientos.
Más pruebas
La diferencia intersemanal de casos pronostica para los próximos días una mejoría en Almería, Málaga, Sevilla y Cádiz y peores registros en el resto de provincias. Todas presentan un número reproductivo básico –que marca tendencia sobre número de contagios que genera una persona infectada– en torno a uno. En Granada se eleva a 1,35.
Los expertos convocados por el Gobierno andaluz para evaluar la respuesta del sistema sanitario a la pandemia han determinado que además de solventar el problema estructural de recursos es preciso incrementar el número de pruebas, acelerar los diagnósticos y hacer seguimiento a los casos positivos que haya que confinar y a los que se deba aislar por tener sospecha de contagio. La compra de tres millones de test rápidos de antígenos –similares a los PCR pero con resultados en minutos en vez de días– va a mejorar la gestión del control de brotes para evitar la expansión comunitaria. El porcentaje de positivos ha oscilado el mes pasado entre el 10 y 11 por ciento. Es uno de los registros que alerta de que necesitamos hacer más pruebas y de que seguimos en una fase comprometida de la pandemia. La Organización Mundial de la Salud recomienda que se encuentre por debajo del 5 por ciento.
Noticias relacionadas