Coronavirus Andalucía

Neveras y viajes sin sacudidas para la vacuna más codiciada

Un manual de Salud detalla el complejo plan de suministro de las dosis ultracongeladas de Pfizer por toda Andaulcía

Sanitarios introducen las cajas con las vacunas en una residencia de mayores de Córdoba Álvaro carmona

Antonio R. Vega

Administrar la vacuna ultracongelada contra el Covid-19 representa un reto logístico sin precedentes en una comunidad con 87.268 kilómetros cuadrados desde Pulpí (Almería) hasta Ayamonte (Huelva). Un informe interno de la Consejería de Salud y Familia destalla cómo se articula una operación de estas dimensiones garantizando la cadena del frío. La vacuna Comirnaty, la marca comercial del compuesto creado por los laboratorios de Pfizer y BioNTech, necesita mantenerse a una temperatura de -70 grados para generar una respuesta inmune frente a la proteína S (espícula) del SARS-CoV-2.

Esta compleja cadena de montaje comienza con la entrada de las dosis embaladas en cajas de cartón herméticamente cerradas a las dos sedes centrales de Bidafarma en Sevilla y Granada , bajo custodia policial para evitar robos. Allí se almacenan en bandejas de 195 viales en ultracongeladores a temperaturas monitorizadas de entre - 60 y - 90 grados y protegidas de la luz.

Su traslado a los 178 equipos de vacunación , 73 de ellos móviles para desplazarse a los centros de mayores, se prepara a conciencia. Justo antes del envío, los viales necesarios y requeridos con una antelación de 48 horas se sacan fuera del ultracongelador. Cada vial equivale a cinco dosis.

Los viales se transportan hasta los puntos de vacunación refrigerados en neveras portátiles a temperaturas de entre 2 y 8 grados, que tardan hasta tres horas en descongelarse. Salud ha dispuesto el envío diario a los ambulatorios y semanalmente a los hospitales. Durante su traslado, la temperatura está monitorizada desde los almacenes hasta los puntos de entrega. Los desplazamientos entrañan también dificultades porque se deben evitar sacudidas en los viales.

Amortiguadores

El tiempo máximo que puede conservarse la vacuna sin diluir es de 5 días (120 horas) a entre 2 y 8 grados. A temperatura ambiente (hasta 30 grados) la vacuna se mantiene únicamente dos horas. Una vez rota la cadena del frío no puede volver a congelarse.

En el caso de las unidades móviles que acuden a los geriátricos y a domilicio, los viales se transportan en neveras portátiles teniendo cuidado de no agitarlos durante el viaje para no desnaturalizar la vacuna. Salud propone un «sistema amortiguador» para evitar sacudidas . La dilución de la dosis se realiza en el mismo punto de vacunación.

La rapidez es crucial. El vial diluido con suero fisiológico o las jeringuillas cargadas con vacuna deben ser empleadas en las 6 horas siguientes.

La última operación, administrar la vacuna, tampoco está exenta de dificultades. Debido al pequeño volumen de cada dosis (0,3 mililitros ), los sanitarios tienen que utilizar la misma aguja para cargar e inyectar la dosis y así evitar pérdidas del producto. Se pone, preferentemente, en el músculo deltoides .

La protección óptima no se obtiene hasta transcurridos siete días después de haber recibido la segunda dosis, a los 21 días de la primera. Como en cualquier otra vacunación, la persona recién inmunizada debe permanecer en observación durante 15 minutos para la detección de reacciones inmediata. Las personas con antecedentes de reacciones alérgicas graves, por ejemplo, anafilaxia, deben estar 30 minutos.

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