Coronavirus en Andalucía
El doble juego del PSOE: duras críticas a la Junta en redes sociales y llamadas a la unidad contra el Covid-19
Dirigentes socialistas atacan con dureza en Twitter la gestión del Gobierno andaluz por el coronavirus, mientras su partido pregona lealtad para afrontar la pandemia
El PSOE andaluz practica un doble juego político en la gestión de la crisis sin precedentes del coronavirus. El aparente cierre de filas y las llamadas a la lealtad hacia el Gobierno autonómico del PP y Ciudadanos en los medios de comunicación se convierten en puño de hierro en las redes sociales , ese campo tan propicio al «agitprop», donde la información se confunde con los bulos, el entendimiento es sustituido a menudo por los agravios y el raciocinio, aplastado por el alarmismo.
Con el manejo de un doble guión, el principal partido de la oposición busca un hueco propio en la escena política, para que no se note la ausencia de su secretaria general, Susana Díaz, retirada de los focos por su permiso de maternidad después de dar a luz a su segundo hijo tres semanas antes de que el Gobierno de Pedro Sánchez decretara el estado de alarma en todo el país. El consenso autoimpuesto por las circunstancias excepcionales ha encontrado un contrapunto en el eco amplificador de la Red.
En este calculado reparto de papeles, al portavoz de Hacienda del Grupo Socialista en el Parlamento andaluz, Antonio Ramírez de Arellano, le ha tocado el clásico rol de «poli malo» . Y lo ejerce con convicción y sin descanso contra el Gobierno andaluz. El pasado 22 de marzo el que fuera consejero de Economía de la Junta de Andalucía hasta enero de 2019 hacía acopio de datos para publicar el siguiente mensaje en su cuenta de Twitter: «Ojo al triunfalismo de algunos... #Málaga: 1,6 mill hab; 500 casos; 21 fallecidos. #Abruzzo: 1,3 mill hab; 526 casos, 22 fallecidos. #Sicilia: 5,0 mill hab; 496 casos; 6 fallecidos. Concentración sin propaganda».
Ramírez de Arellano, que es catedrático de Física de la Materia Condensada y exrector de la Universidad de Sevilla , comparaba la mortalidad del Covid-19 en una provincia andaluza con las tasas registradas en dos regiones italianas, Abruzzo y Sicilia. Al margen de que lo correcto habría sido hacer el paralelismo con Andalucía, que es otra región, el diputado escogió dos territorios donde el zarpazo del virus llegó más tarde y ha tenido una carga menos letal, dentro de la dramática situación que atraviesa toda la península itálica.
El mensaje del dirigente del PSOE andaluz tuvo una rápida réplica, predominantemente indignada y no sólo en las filas contrarias. El vicesecretario general del PP andaluz, Toni Martín , se lo recriminaba: «Abandonad esa dirección tan desleal, Antonio, es la dirección contraria a la que nos dirigimos juntos el resto de andaluces». El interpelado perseveraba tras desearle suerte al Ejecutivo autonómico en el combate: «Datos objetivos. Toni. Aún estamos lejos del final y no podemos bajar los brazos». Pero el mensaje alarmista también recibió los reproches de Rafael Amor , presidente de la asociación de autónomos de Andalucía: «Querido Antonio, sé que eres buena persona, pero sinceramente, con la situación que estamos viviendo en nuestro país, no creo que sea la mejor manera de ayudar hacer este tipo de política, nos vienen momentos durísimos».
El presidente de los autónomos andaluces reprochó a Ramírez de Arellano el tono empleado en unos «momentos tan durísimos»
El pasado miércoles el diputado socialista escribía «Aclaraciones de UGT Sanidad al Gobierno de la Junta de #Andalucía» seguido del siguiente mensaje: «Sois tan inútiles que llevamos pidiendo incorporarnos desde primeros de marzo y todavía no sabéis cómo. Mierda políticos ». El sindicato respondía con este desahogo a la llamada del portavoz del Ejecutivo, Elías Bendodo, a los liberados sindicales de la sanidad pública para reincorporarse.
El pasado jueves Ramírez de Arellano volvía a infundir serenidad en el ambiente en medio de la convulsión nacional al comparar la propagación del virus en Andalucía con la de Madrid, donde la incidencia es seis veces superior: «55.000 contagiados en #Madrid a día de hoy suena (ya era hora) a un número correcto. No debe ser difícil estimar el orden de magnitud de #Andalucía tb en las decenas de miles ». Conclusión: la disparidad de cifras de contagios, a su juicio, obedece a que, «simplemente, no se han hecho las pruebas». El viernes echaba más gasolina a la hoguera de las redes con este tuit: «La Junta de #Andalucia, ‘a la Johnson’... ‘Optimismo’ mientras miles de andaluces se contagian de un epidemia mortal. Así están las cosas».
De la lealtad a la bronca
La campaña gubernamental para remar todos juntos contra el Covid-19 encabeza la cuenta de Twitter del portavoz de Grupo Socialista en la Cámara, José Fiscal . Pero a juzgar por su beligerancia, la unidad se ha quedado en el eslogan. El exconsejero de Medio Ambiente cargó en un tuit contra el presidente de la Junta por su resistencia a comparecer en la Cámara autonómica durante la alarma. «Ya habrá tiempo para la bronca política», pretextaba Juanma Moreno (PP). Fiscal censuraba esta decisión: «Ya sabemos lo que es el @ParlamentoAnd para @JuanMa_Moreno: Bronca política. Se ve que los discursos de @pablocasado_ en @Congreso_Es los preparan juntos». Y remataba con un « no busque excusas para esconderse ».
Tras participar en el comité de seguimiento de la crisis convocado por el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, el mismo portavoz socialista ofreció una rueda de prensa telemática en la que exigió a Moreno un pleno extraordinario para informar sobre las medidas que está tomando. Sin cuestionar la legítima fiscalización del poder que debe ejercer la oposición, resulta contradictorio apelar a la responsabilidad de los ciudadanos para confinarse en sus casas mientras sus representantes se enfrentan por celebrar un pleno presencial.
Como el Covid-19, el virus de la política espectáculo de las redes sociales no entiende de banderas ni de ideologías. El popular Toni Martín, que afeó a los socialistas su «deslealtad» ante la crisis, también lanza mensajes en la dirección contraria cuando, a golpe del hashtag #MentirosoHomologado , censuraba la compra de lotes de test rápidos defectuosos a una empresa sin licencia. El tuit lo acompañaba del enlace con el vídeo de una comparecencia de Pedro Sánchez en la que anunciaba la compra de pruebas «fiables y homologadas».
La propia Junta también se ha venido arriba. Utilizó su cuenta institucional en Almería para difundir la noticia de un digital –« Andalucía se vuelve a adelantar a Sánchez : importación de mascarillas, previsiones y planificación»– alejada del tono oficial de sus mensajes, para enfado del socialista Carmelo Gómez. No deja de resultar irónico que se mostrara indignado el diputado de un partido que tras casi 37 años en el Gobierno ha confundido la institución consigo mismo, resultando a veces difícil discernir dónde terminaba el PSOE y empezaba la Junta.
Improvisación
El senador del PSOE Miguel Ángel Vázquez se sumaba a la ofensiva y reprendía al consejero de Salud, Jesús Aguirre, por haberse ufanado de que « tenemos mascarillas, guantes... todo preparado contra el coronavirus ». En la misma red social Vázquez le echó en cara que un 21,5% de los infectados en Andalucía son sanitarios, «8 puntos más que la media española». « Menos mal que @AndaluciaJunta decía (2 febrero) que estaban preparados contra el #COVID2019. Imprevisión? Protejamos a nuestros profesionales».
Los mensajes, unidireccionales contra la gestión de la Junta y ausentes de la más leve crítica hacia los desaciertos de Sánchez para combatir la pandemia, contrastan con el tuit que Ramírez de Arellano tiene fijado en Twitter como si fuera su evangelio. «Todos juntos», reza el mandamiento que el diputado ilustra con el eslogan del Ministerio de Sanidad #EsteVirusLoParamosUnidos. Ni que decir tiene que algunos están más unidos que otros.
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