Condenan al SAS a pagar 23.474 euros por diagnosticar mal un pie fracturado
El demandante asegura que el médico que le atendió hizo «caso omiso» de sus quejas de dolor en los dedos
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 10 de Sevilla ha condenado al Servicio Andaluz de Salud (SAS) a indemnizar con 23.474 euros a un paciente malagueño al que se le hizo un diagnóstico erróneo de una fractura de los dedos de los pies en el Hospital Regional Universitario Carlos Haya de Málaga.
Según un comunicado remitido por el Defensor del Paciente, la víctima ingresó en el hospital malagueño el 2 de febrero de 2010 acusado de sufrir un accidente de circulación , lo que le producía un fuerte dolor en el pie izquierdo.
Tras el primer diagnóstico, los facultativos determinaron que el paciente sufría « una fractura luxación tipo C tobillo izquierdo », por lo que fue intervenido al día siguiente.
Un mes después, esta persona se personó de nuevo en el centro hospitalario con fuertes dolores en su pie izquierdo, y, según recalca el Defensor del Paciente, el médico que le atendió el aseguró «que todo estaba normal» e hizo « caso omiso de las quejas del paciente » acerca del dolor.
Un mes y medio después, con el mismo dolor en el pie, el paciente se dirigió al médico de su Mutua el cual le diagnosticó que tenía fracturados cuatro dedos del pie izquierdo y le recomendó no apoyar el pie.
Ante la mala praxis del Hospital Regional malagueño, el paciente denuncia al SAS y en la sentencia del juzgado de la capital andaluza se ratifica que «la Administración sanitaria reconoce que hubo retraso en el diagnóstico» y al reconocer su responsabilidad indemnizará al paciente con 4.489,23 euros .
Sin embargo, el demandante pretende que esa indemnización se incremente en 103.322,25 euros más por las secuelas físicas sufridas, el perjuicio estético, los días transcurridos hasta la estabilidad lesional, el daño moral causado y la incapacidad permanente total.
De esta forma el Juzgado número 10 de lo Contencioso de Sevilla falla a favor del paciente y condena al SAS a abonar la suma de dinero estipulada por el Defensor del Paciente.