CASO ERE
Dos compañeros con caminos opuestos
Mientras Manuel Chaves sigue gozando de su cohorte dentro del PSOE, Griñán permanece aislado
Han sido los referentes no sólo del Gobierno andaluz sino también del PSOE más poderoso de España. Ahora lideran un banquillo de los acusados en el que se juegan no sólo su honra sino, sobre todo, su legado político . Pero es un error describir la situación que viven Manuel Chaves y José Antonio Griñán como si fuese la misma porque es completamente distinta. Mucho se ha escrito de la íntima amistad que los unía cuando Chaves mandaba y Griñán era su consejero de Economía y de la ruptura que el caso ERE les ha provocado.
Ahora siguen sus caminos por separado tanto en la esfera pública como en la privada, si bien los dos tienen en común una cierta reserva a aparecer en actos públicos. Pero Manuel Chaves ha sido el gran presidente de la Junta y el gran líder de un PSOE andaluz que era —como todo el partido por otra parte— mucho más fuerte que el actual. Chaves puso en marcha un modelo de organización interno que han reproducido sus sucesores y que, con sus características propias, sigue funcionando a Susana Díaz: el reparto provincial por cuotas y la división del poder interno entre el Parlamento, lo orgánico y lo institucional de la Junta.
Su ascendencia política sigue siendo importante . De hecho, mantiene encuentros con destacados miembros del partido, sobre todo de la vieja guardia (¿o no tan vieja?) que se sentaba con él en sus sucesivos consejos de Gobierno y le sigue mostrando su lealtad. Pero no sólo. Manuel Chaves mantiene contactos entre el personal de la Junta y el del Parlamento quienes, por cierto, lo reciben con afecto cada vez que acude a la biblioteca en busca de algún libro de consulta, lo que suele ser habitual.
Muchas voces piden a Chaves que opine sobre la actualidad: Cataluña o financiación
Hasta ahora, ha permanecido al margen de los asuntos del partido por su situación procesal aunque saltará a la palestra pública en cuanto todo esto termine . Son muchos los que le reclaman su voz en los principales asuntos políticos: la financiación autonómica, el modelo de Estado, las relaciones con Cataluña, la situación interna del PSOE...
El caso de José Antonio Griñán es completamente diferente . El expresidente apenas mantiene unos pocos amigos dentro del PSOE , como Amparo Rubiales, y permanece aislado viviendo en Madrid y sin contacto con quienes fueron sus consejeros o sus cargos en el partido.
Ha asistido a actos puntuales, como al último congreso regional del pasado mes de julio, pero se mantiene al margen de la vida interna o de los temas candentes de la actualidad. José Antonio Griñán sólo fue secretario general durante dos años y no logró el respaldo de la militancia que habían obtenido su antecesor ya que fue elegido líder del partido por sus presiones internas ya que era entonces el presidente de la Junta de Andalucía. Esa falta de apoyo interno, que marcó su etapa, también marca ahora su situación presente.
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