Un año del gobierno andaluz
Ciudadanos se reivindica como motor del cambio en la Junta para marcar distancias con el Partido Popular
La formación naranja «vende» por separado su gestión en el Gobierno de la Junta de Andalucía
Ciudadanos va a centrarse a partir de ahora en los pronombres singulares a la hora de hablar de la acción del Gobierno de coalición en la Junta de Andalucía. La formación naranja ha decidido marcar su propio rumbo y desvincularse de la comunicación única de la acción de gobierno en Andalucía para reivindicar su marca. Si el domingo, junto a Inés Arrimadas , el vicepresidente Juan Marín se arrogaba ser quien marcaba el ritmo en la Junta, ayer lo hacía el portavoz naranja en el Parlamento, Sergio Romero , cuando aseguraba que «las medidas más destacadas» del nuevo gobierno andaluz se han conseguido desde las consejerías que regenta su partido, por lo que concluía que «el cambio lleva la firma de Ciudadanos».
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La férrea cohesión demostrada durante el primer año de Gobierno entre los socios del gobierno andaluz empieza a sufrir tensiones. A Marín le han advertido de que el PP rentabiliza mejor el trabajo que se realiza en San Telmo . Ha empezado a hacer la guerra por la imagen por su cuenta para diferenciarse políticamente de los populares. El cambio de estrategia llega horas antes de que hoy se celebre en el Parlamento el pleno sobre el estado de la comunidad , en el que el presidente Juanma Moreno acaparará la atención y los focos. Se produce, además, tras la reciente publicación del Barómetro de opinión de Andalucía que confirma que nada ha cambiado para la formación naranja en cuanto a intención de voto de los andaluces desde la estrepitosa caída electoral sufrida en las generales de noviembre. Y ocurre en plena renovación del partido liberal.
De Córdoba a Antequera
No es casualidad que la reivindicación de los logros de Ciudadanos en el Gobierno de la Junta la hiciera este domingo Marín ante Inés Arrimadas, aspirante a liderar la formación política tras la dimisión de Albert Rivera , en un acto en Antequera bajo el lema «Compromiso de cambio» al que asistían los consejeros Rocío Ruiz, Javier Imbroda, Rogelio Velasco y Rocío Blanco . Allí Marín además de declararse como motor del cambio en el Gobierno andaluz se refirió a la utilidad de su partido, «que cumple con lo que dice sin movernos un milímetro de nuestros propósitos y valores».
Hace una semana en Córdoba, Juan Marín admitió a un grupo de periodistas que Ciudadanos se desvió de su camino y que debe volver al centro en la asamblea que celebrará en marzo.
La declaración de Marín en Antequera no fue una reacción puntual propia de un acto político. Sergio Romero remarcaba ayer la idea en la propia sede parlamentaria: «Las reformas más destacadas las han acometido los consejeros de Ciudadanos», afirmó.
Vox y Venezuela
Junto a esta estrategia, Ciudadanos va a poner más tierra de por medio con Vox. No quiere que polémicas como las del pin parental le afecten. Ayer, el vicepresidente Marín advertía a Vox que «sería un terrible error para el conjunto de los andaluces» ver el pin parental como una línea roja para condicionar la acción política del Gobierno andaluz. Lo hacía mientras llamaba a no seguir «en debates estériles que provocan polarización ».
Marín, que mantiene su discurso crítico con el PSOE y el Gobierno de Sánchez, contemporizó ayer cuando se le preguntó por la reunión del ministro Ábalos con la vicepresidenta de Venezuela Delcy Rodríguez . Aunque reconoció que «no es el mejor camino» hacerlo de «escondidas y a hurtadillas», Marín se mostró respetuoso con la decisión del Gobierno de Sánchez a «mantener contactos con representantes públicos de donde provengan» aunque instó al Gobierno central a «escuchar a todas las partes».