Los cinco batacazos de Susana Díaz en menos de un mes
La presidenta de la Junta no ha tenido el mejor fin de primavera, época en la que muchas cosas se le han torcido
Noticias relacionadas
- El PSOE, solo en el adelanto de las oposiciones de los conservatorios
- Así se reestructura la Junta tras la crisis de Gobierno
- ... Y los consejeros que Díaz deja fuera del equipo
- Maíllo ve «atropellado» el cambio en el Gobierno andaluz
- Marín espera «más diálogo y consenso para no repetir errores»
- «Díaz solo busca lavar su imagen con un sudoku de consejeros»
- Díaz defiende el «gran cambio» en su Gobierno para una nueva etapa
- Susana Díaz pide gobernar «para la gente» y «diálogo» a sus consejeros
- Teresa Rodríguez: «No es un problema de cambio de caras»
1
El duro golpe de las primarias
Era una posibilidad que nadie quería plantarse en su entorno, pero que Susana Díaz tuvo en cuenta, ya que evitó abandonar sus espacios de poder en el partido y en la Junta dentro de Andalucía mientras proyectaba su viaje a Madrid. Un tiempo perdido que ahora debe recuperar.
2
Miedo a perder espacio político
La gestión del PSOE consume mucha energía de una presidenta que se siente amenazada por su partido fuera de Andalucía y recela hasta de los barones que le mostraron su apoyo. Las primarias han revelado que es vulnerable y con ella sus secretarios provinciales... y llegan los congresos.
3
Derrotada en el Parlamento
Desde el 21 de mayo, la oposición recuerda a Díaz en el Parlamento su derrota. El debate de la situación política del miércoles mostró a una presidenta más dipersa que resultó derrotada frente a los discursos de Maíllo y Juanma Moreno principalmente.
4
Una crisis de Gobierno nocturna
Todo lo que ha rodeado esta semana al cambio de Gobierno traslada una sensación de improvisación y prisas en la Presidencia de la Junta, desde la nocturnidad con la que se comunicó hasta la fecha y los propios cambios que no reflejan la trascendencia con la que se ha querido revestir.
5
...Y Valderas dijo no
Las maniobras de desestabilización antes le salían bien. La «oferta» del Comisionado de la Memoria a Diego Valderas como guiño a la izquierda es otro fracaso y deja en mal lugar a Díaz, a la que le reprochan que utilice estas banderas «de la izquierda» para su beneficio político personal.
