Justicia

El caso Almonte reabre el debate popular sobre la justicia y el jurado popular

De los 90.000 juicios penales del último año 49 fueron con el modelo anglosajón, de cuya ventaja dudan muchos juristas

Los juicios con jurado popular suelen ser muy mediáticos EFE

El dicho es muy común entre los estudiantes de Derecho: «Lo mejor que te puede pasar si eres culpable es que te juzgue un jurado popular y lo peor si eres inocente es que te juzgue un juez profesional». ¿Es un chascarrillo? ¿Forma parte de la leyenda judicial? Lo cierto es que cada vez que hay un caso mediático con esta modalidad sale a la palestra su cuestionamiento. Ahora tras la decisión de la Fiscalía del Supremo de solicitar la repetición del juico por el doble crimen de Almonte, cuyo único acusado fue considerado no culpable. No obstante, el tribunal del jurado, como también se le conoce, es una práctica poco habitual , no solamente en España, alrededor de 600 casos al año, sino también en Andalucía. En nuestra comunidad sólo se celebraron 49 el año pasado, de los cuales tres fueron en Almería; seis en Cádiz; dos en Córdoba; los mismos que en Granada; cuatro en Huelva; cinco en Jáen;trece en Málaga y catorce en Sevilla. Teniendo en cuenta que hubo 91.000 juicios por lo penal en Andalucía, los únicos que pueden tener un juzgado popular, la cifra es casi simbólica. En Andalucía se celebraron en 2017, en cifras redondas, 106.000 juicios por lo civil, 27.000 por los social, 18.000 en el contencioso administrativo, que unidos a los ya mencionados de lo penas supusieron 243.000 en total.

El jurado popular cuenta con muy poca tradición en el sistema jurídico español. Es más del anglosajón. No entró en funcionamiento hasta su aprobación en 1995, a pesar de estar reconocido en la Constitución de 1978 y que, según su artículo 125, debía servir para que los ciudadanos participen en la Administración de Justicia. En el momento de redactar la Constitución, y más tarde la ley, se debatió largamente sobre las funciones que debería tener el Jurado.

Interferencias

Uno de los problemas que se plantean es que los delitos que se pueden juzgar con jurado popular son muy concretos . Y además suelen ser mediáticos, algo a lo que muchos jueces profesionales no les agrada por posibles interferencias. Los más juzgados son los siguientes: parricidio, asesinato, homicidio, auxilio o inducción al suicidio, infanticidio, infidelidad en la custodia de presos, infidelidad en la custodia de documentos, cohecho, malversación de caudales públicos, fraudes y exacciones ilegales, negociaciones prohibidas a funcionarios públicos, tráfico de influencias, omisión del deber de socorro, allanamiento de morada, amenazas e incendios forestales. Según los expertos, existen dos inconvenientes a la hora de elegir a un jurado popular : su falta de conocimientos jurídicos o su inexperiencia y la manipulación previa que pueden sufrir los miembros del Tribunal. Al tratarse de un juicio mediático los elegidos ya conocen a las partes implicadas y pueden haberse hecho una idea.

En España el jurado popular ha deparado veredictos de todo tipo. Desde la citada absolución de Francisco Camps del famoso caso de los trajes, hasta el del terrorista de ETA Mikel Otegi , acusado de asesinar a dos ertzainas. Cuando fue juzgado por un jurado popular en el País Vasco, el tribunal, compuesto íntegramente por ciudadanos locales, le absolvió. Años más tarde el Supremo revocó esta sentencia, pero el presunto etarra ya había huido de España. Se trataba de uno de los primeros juicios con jurado popular y los juristas lo traen a colación como ejemplo de los peligros de la fórmula.

Algo similar ocurrió con la principal acusada de asesinar a Rocio Wanninkhof: Dolores Vázquez . La mayoría de los juristas prefiere un jurado profesional, con experiencia y conocimientos técnicos. Consideran que se corren demasiados riesgos con un jurado popular.

No obstante, cada cual cuenta la feria según le va. La defensa de José Bretón solicitó en 2013 en su recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que se celebrara un juicio nuevo con tribunal profesional, después de que el tribunal del jurado en la Audiencia Provincial lo condenara a 40 años de prisión por el doble asesinato de sus hijos con la agravante de parentesco.

Crimen de Almonte

Todo lo contrario que la madre y esposa de las víctimas del doble crimen de Almonte, Marianela Olmedo , que tras el veredicto del jurado que absolución del único acusado por falta de pruebas pide que un tribunal profesional haga «justicia». Olmedo se ha mostrado «esperanzada» con que un tribunal profesional «ponga cordura a esta insensatez».

Otro caso muy llamativo fue la muerte en una discoteca de Medina en Cádiz de un joven por una pandilla de Alcalá de los Gazules. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ordenó suspender la condena de 17 años y medio de prisión para tres de los cuatro hombres condenados por un jurado popular. Consideró que no fue un asesinato porque se demostró que los golpes que le propinaron no le causaron la muerte. Les impuso sólo una multa económica por un delito de lesiones. Además, redujo la pena al cuarto condenado a 12 años. Le consideró el autor de la puñalada mortal, pero estimó la atenuante de su drogadicción y todo acabó en homicidio.

El caso Almonte reabre el debate popular sobre la justicia y el jurado popular

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