Guía para practicar descensos deportivos en Andalucía

Cañones, gargantas y barrancos... desde fáciles de realizar incluso con niños, hasta los más arriesgados

Un hombre en plena escalada ABC

ROMUALDO MAESTRE

Sentir el vértigo de descolgarse por una pared de rocas de más de cincuenta metros de altura. O cómo sortear las aguas bravas de una garganta que te atrapa en una lucha cuerpo a cuerpo con la naturaleza. Vestirse con un traje de neopreno , buscar diferentes calzados dependiendo de los tramos a recorrer, un casco protector, cuerdas y arneses. Comienza la aventura.

El descenso deportivo parece a primera vista una especialidad de alto riesgo destinada exclusivamente a una minoría experimentada, muy en forma física y mentalmente . Pero no es así. De hecho hay rutas con rincones inéditos en Andalucía que incluso se pueden practicar con menores. Lógicamente no se pueden hacer ni a tontas ni a locas y sin una preparación previa. Esto tiene un precio y casi siempre es sentirse seguro de lo que se trae entre manos. Existen muchos clubes de aficionados repartidos por toda Andalucía donde poder iniciarse. Basta navegar un poco por la red y buscar el más cercano a su localidad. Y dos federaciones que los agrupan, la Andaluza de Espeleología con sede en Málaga (fae@espeleo.com) y la de Montañismo; esta última en Granada y con el siguiente correo electrónico: formacion@fedamon.com. Hasta ahora existía una guía de los principales cañones y barrancos de Andalucía. Pero era de los años ochenta y se había quedado obsoleta. José García Algaba, bombero de la Mancomunidad del Aljarafe de Sevilla y especialista en rescate de altura, acaba de publicar una que se convierte en imprescindible tanto para los duchos como los inexpertos. «Lo mejor de hacer descensos en Andalucía es descubrir esos sitios a los que no irías jamás en tu vida, haber visitado parques y parajes naturales desconocidos para nosotros, los pueblos y sus gentes, zonas que no se nos habría ocurrido visitar», señala Algaba.

Vista de uno de los cañones ABC

Este primer volumen abarca los cañones y barrancos de Sevilla, Cádiz y Málaga. Hacerlo de las ocho provincias hubiera supuesto un sobre coste por su exceso de páginas. En total 39 descensos descritos minuciosamente. En la primera provincia, Sevilla, describe tres cañones: el de Calzadillas, Risco Blanco y Las Parras. En la de Cádiz las gargantas Verdes, tanto la superior como la inferior, el barranco de Eladio Parodi y el de Albarracín y el cañón del Pajaruco. La palma de los descensos se los lleva Málaga, donde este deportista analiza treinta, empezando por la garganta de las Buitreras o cañón del Guadiaro hasta acabar en el del Higuerón.

«Los tres de Sevilla han sido abiertos por Chelo, mi mujer, y yo. El de Ronda era muy conocido, todo el mundo tenía fotos de él, pero nadie había hecho un descenso deportivo debido al mal estado del agua por ser una cloaca del pueblo; un grupo de nueve personas fuimos los primeros que bajamos el barranco del tajo cuando instalaron la depuradora y canalizaron los residuos », señala con cierto orgullo a este periódico el autor de la guía.

Descubiertos por ellos

El también director dela ONG Espeleosocorro Andaluz especifica que «llevamos haciendo barrancos desde hace muchos años y por diferentes países. A la hora de iniciar la actividad necesitamos recopilar información y eso junto con el impulso de Manu, un amigo que había publicado un libro sobre las cuevas y barrancos de la Sierra de las Nieves, nos motivó para ir recorriendo Andalucía, tomando medidas y reseñas de los barrancos conocidos y los inéditos. Una vez empezamos a poner en orden el material, los barrancos censados eran 47, entre los publicados por internet y los de la única guía que existía. El ser técnico de la Federación Andaluza de Espeleología me ha dado acceso a mucha gente que practica este deporte y he tenido conocimiento de barrancos descubiertos por deportistas. Otros los hemos descubierto nosotros».

Los mejores descensos son los de Risco Blanco (Sevilla), garganta Verde inferior (Cádiz), Las Buitreras, el cañón del Chorro, el del Tajo de Ronda, el Cambullón de Vélez, Almanchares inferior y Las Tejas, todos estos en la provincia de Málaga. Los más fáciles e incluso en los que pueden participar menores son los de Calzadillas (Sevilla), garganta Verde Inferior (Cádiz) y los siguientes de Málaga: Portillo, Las Buitreras, Sima del Diablo, Zarzalones y Guadalmina. Se recomienda que cuando se practique este deporte con niños no sea uno sólo, sino varios para que se sientan más seguros y no lo vean como una actividad exclusiva para adultos.

Con más agua

Si lo que busca son los barrancos con más profusión de agua la mejor época sin duda es la de las lluvias. El de Zarzalones en Málaga puede practicarse todo el año, con escasa dificultad técnica. El de Risco Blanco en Sevilla tiene badinas profundas (balsas o charcas). Las Buitreras en Málaga cuenta con alargados tramos que se pueden hacer a nado, muy recomendable para estas fechas. El Tajo de Ronda lleva agua todo el año y su caudal está regulado por una pequeña presa. El de Guadalmina es zona de bañistas en verano y fácil de hacer. En la Sima del Diablo el agua está afectada por la falta de depuración de su cuenca y en el Cañón del Chorro , cuyo recorrido no se puede hacer actualmente por estar prohibido, cuenta con un embalse tanto en su cabecera como en su salida. A pesar de esto hay tramos para nadar. Todos estos últimos también están en la provincia de Málaga

Asimismo se desgrana en esta guía la regulación del descenso de cañones en Andalucía, muchos de ellos son de acceso prohibido y necesitan de permisos especiales. Hay que tener en cuenta que bastantes de los descensos elegidos transcurren por el interior de alguno de los enclaves de la Red Espacios Naturales Protegidos de Andalucía (Renpa). Y aquí nos podemos encontrar con una maraña de normas y entresijos administrativos que hay que conocer antes de ponerse en camino. Por otro lado, muchos senderos para acceder a las rutas descritas están en terrenos de propietarios privados y se necesita autorización de estos. De lo contrario nos podemos encontrar con sorpresas desagradables.

Un joven practicando este deporte ABC

En la guía, igualmente, se relata de forma muy completa los teléfonos de avisos y cómo actuar en caso de accidente. Cada descenso, además, incluye una ficha con el mapa del recorrido, desde dónde se empieza, los mejores meses del año para realizarlo, su grado de dificultad, las distancias con sus kilómetros y sus metros de desnivel, el tiempo que se necesita (tanto para el acceso como para el descenso y el retorno), el material completo necesario, los vehículos que pueden acceder y su regulación correspondiente. El libro, con una profusión de fotografías, tiene 331 páginas y ha sido editado por la Editorial Serranía. Su precio es de veinte euros.

Cuando se le pregunta qué acogida ha tenido este primer volumen Francisco José García Algaba se muestra muy contento, «apenas lleva un mes en las librerías y ya se han cubierto los gastos de impresión», concluye satisfecho tras ver negro sobre blanco una obra en la que hay detrás muchas horas de esfuerzo compensado.

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