Las basuras de Estepa «incendian» el Parlamento de Andalucía

La alusion del portavoz del PP al fraude del reciclaje en Estepa acaba en bronca y llamadas al orden a los socialistas

Susana Díaz, en su asiento en el Pleno del Parlamento Raúl Doblado

A. R. Vega

La presidenta del Parlamento andaluz, Marta Bosquet, estuvo a punto de suspender el pleno. Por motivos muy diferentes de los que llevaron a uno de sus antecesores al frente de la Cámara, Diego Valderas, a interrumpir una sesión en 1994, incapaz de contener el ataque de risa que había contagiado a los diputados y que dio la vuelta al mundo a través de la pantalla del televisor . La bronca que se montó ayer en el Parlamento, más propia de un plató de «Sálvame» que del lugar de la soberanía popular, fue una sucesión de gritos y ataques –pero no de risa– entre la bancada del PSOE y del PP, contrarios al espíritu de acuerdo político para doblegar la crisis del coronavirus.

El tenso enfrentamiento prendió a raíz de unas palabras del portavoz del PP en la Cámara, José Antonio Nieto, sobre la falsa planta de reciclaje de Estepa. Cuando llegó su turno de interpelaciones al presidente de la Junta, Juanma Moreno, el diputado popular se refirió a la «revolución verde» que promueve su gobierno para cambiar el modelo de desarrollo de la comunidad. Contrapuso las medidas «reales» para proteger el medio ambiente con «promesas incumplidas» del anterior Ejecutivo de Susana Díaz en torno «a la gestión de los fondos del canon del agua» y la falta de construcción de depuradoras. El «modelo» socialista, dijo, era el de la planta de reciclaje del municipio sevillano . «Lo que hacía era esconder debajo de la alfombra la basura y llevárselo calentito», proclamó. Justo el martes pasado fueron detenidas siete personas, dentro de las diligencias abiertas por un juzgado estepeño por posibles delitos cometidos por la gestión del Consorcio de Medio Ambiente de Estepa-Sierra Sur.

La bancada situada a la izquierda de la Presidencia estalló en protestas contra el representantes del PP

La situación se terminó de calentar cuando el diputado popular instó a los socialistas a que «propongan algo alguna vez», porque hasta ahora sólo se han mostrado como «especialistas en insultar, criticar, gritar o ir a cualquier plató a dejar mal a Andalucía». La bancada situada a la izquierda de la Presidencia estalló en protestas contra el representantes del PP. El portavoz del PSOE, José Fiscal, y el adjunto del grupo, el exvicepresidente Manuel Jiménez Barrios, le pidieron que retirara «los insultos», mientras Nieto les llamaba a relajarse alegando que «tienen la piel muy fina para lo que insultan».

Bosquet tuvo que llamar al orden a los socialistas. Otro de sus portavoces adjuntos, Rodrigo Sánchez Haro, pidió la palabra aludiendo «al artículo 77» del reglamento para reprocharle a Nieto que ha insultado «gravemente» a su partido. «A un señor que tiene relaciones con la Púnica no le vamos a consentir que diga lo que ha dicho», advirtió. La presidenta de la Cámara se dirigió al diputado del PP, que no quiso retractarse . La respuesta agitó más la cólera de los socialistas. En medio de la algarabía de voces, Bosquet volvió a reclamarles calma y respeto. «Señorías, silencio, como no se tranquilicen ustedes, paralizo el Pleno», avisó. «Los andaluces se merecen que en esta Casa se guarde el respeto. No es la situación más idónea».

La nota de Castilla y León

Tal fue el revuelo que se montó que la presidenta se olvidó durante unos segundos de que le tocaba a Moreno responder sobre la «revolución verde». Díaz, que permaneció en silencio en su asiento durante el rifirrafe, no dedicó una sola mención a los «insultos» que tanto disgusto habían ocasionado a sus compañeros. La guerra de la presidenta del Grupo Socialista era contra el jefe del Gobierno. Pidió a Moreno que «tome nota del presidente de Castilla y León (PP)», tras el pacto alcanzado con PSOE, Ciudadanos y Podemos –sin Vox– para la reconstrucción. «Entre en la desescalada de la confrontación, saliendo de la zona de confort con la extrema derecha en la Cámara andaluza», le pidió . Lo que son las cosas. Por la tarde, el PSOE sacó adelante en el Parlamento una propuesta suya que obliga a la Junta a aumentar un 20% el sueldo de los profesionales sanitarios durante cuatro meses. Su iniciativa se aprobó con los votos de Adelante Andalucía y de Vox. ¿Quién iba a decirle que tendría de aliados a sus enemigos de la «extrema derecha»?

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