Las ayudas de la Junta para alquilar viviendas acumulan más de un año de retraso

Las ayudas al alquiler de viviendas que estaban previstas para el año pasado aún no se han materializado. Ni siquiera han salido las listas definitivas de los solicitantes que cumplían todos los requisitos. Y eso que el plazo para pedirlas expiraba el pasado 30 de abril de 2015. La Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía reconoce que no se trata de un problema de presupuesto, que el dinero para este fin está , sino de gestión y tramitación. Además, señalan que el problema está a punto de resolverse y se abonaran próximamente.

Para poder recibir esta ayuda en 2015 –cada año tiene unas características diferentes–, no se podía ser, lógicamente, titular de ninguna vivienda; que el inquilino no pagara una renta superior a 500 euros y tener su familia –principales destinatarios de estas cantidades–, ingresos 2,5 veces el Iprem, el índice de referencia que teniendo en cuenta el salario mínimo en ese momento sirve para puntuar.

D.G.M. –prefiere que no aparezca su nombre, solamente sus iniciales– es uno de los inquilinos perjudicados por este retraso de más de un año. «En marzo del año pasado salieron las ayudas y ese mismo mes las solicité», señala. «El problema es que he tenido que mandar más documentación hasta en cuatro ocasiones diferentes por subsanación de errores –continúa– y lo peor no es eso, sino que me tuve que enterar yo mismo estando pendiente de internet porque no he recibido ni una carta o un correo electrónico de la Consejería de Vivienda que me pidiera más papeles. «Me pongo en la piel de personas que no tienen acceso a las nuevas tecnologías o que no les han informado a tiempo desde los servicios sociales, seguro que las habrán perdido», se queja D.G.M.

«En la Consejería, que habilitó un teléfono expreso para eso, me dijeron que una vez aprobada la ayuda al alquiler la iría recibiendo mes a mes, y estamos en mayo de 2016 y no he visto nada más que las listas provisionales en octubre del año pasado», afirma.

D.G.M se muestra especialmente perjudicado porque él se cambió de una vivienda anterior, cuyo propietario no quería declarar los ingresos que recibía ni tampoco tenía los papeles en regla, a la actual. Pero para eso contaba con ese 40 por ciento que aportaba la Junta en su renta como arrendatario.