Andalucía

La remodelación de la Junta no afecta a los consejeros pero sí a la unidad del Gobierno andaluz

Miembros del Ejecutivo de Moreno piden que se aceleren los cambios para que la oposición no insista en la crisis

El vicepresidente de la Junta, Juan Marín, durante un acto de turismo en Marbella EFE

J.J. Borrero

Del «retoque» a la «remodelación» . Los eufemismos se suceden para dimensionar la trascendencia de los cambios que PP y Ciudadanos negocian en la estructura del Gobierno andaluz, para restarles importancia. Desde la Junta insisten en que se trata de cambios en el segundo escalón de las consejerías para hacer un reparto más eficaz de competencias que dependen de varias consejerías. Pero el secreto con el que se han llevado a cabo las negociaciones se ha roto y la deriva de las mismas hacia un aumento de consejerías , que quiere Ciudadanos y el PP descarta, ha generado ya un ambiente de «crisis« que la oposición no deja pasar.

Ayer era el motivo principal de la rueda de prensa convocada por la secretaria general socialista Susana Díaz tras reunirse con los alcaldes de Sevilla, Huelva y Jaén. Para Díaz, el Gobierno andaluz del PP y Ciudadanos está «enredado en lo suyo», en una remodelación que supone un «desprecio» a los andaluces. En su súbita escalada del tono de oposición impuesto tras su reunión con los diputados y senadores críticos con su gestión, Díaz fue a más para lamentar que la Junta «tenga dinero para más altos cargos, pero no para mascarillas gratis».

La dirigente socialista criticó que Juanma Moreno y Juan Marín estén «en lo suyo. En cuántos consejeros y altos cargos más hay que colocar en lugar de estar en los problemas de la gente. La remodelación del gobierno le interesa exclusivamente a ellos por la crisis interna de Ciudadanos», ahondó Susana Díaz metiendo el dedo en la llaga que ha aparecido en el hasta ahora cohesionado discurso de los socios del Ejecutivo andaluz.

Fuentes del mismo sostienen que la negociación debe concluir lo antes posible para evitar que esta remodelación socave uno de los grandes patrimonios del Gobierno andaluz: su unidad . La crisis no es de Gobierno sino de comunicación. Hasta ahora no se escenifican públicamente disensiones, aunque hay matices en los discursos que evidencian que la negociación en la que están enfrascados los equipos del vicepresidente Juan Marín y del consejero de Presidencia Elías Bendodo no va como la seda, aunque según Marín sí «por buen camino».

Hay diferentes niveles de conocimiento sobre esa negociación según a quién se le pregunte. El consejero de Hacienda, Juan Bravo –del PP– reconoce que es un tema debatido «en varias ocasiones» en el Consejo de Gobierno de la Junta. Sin embargo, la consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz –de Ciudadanos– admitía ayer que «ningún consejero» tiene conocimiento alguno sobre la remodelación del Gobierno y su negociación.

Ruiz, en declaraciones a Canal Sur Radio, admitía que si el Ejecutivo o la Presidencia tiene algún problema con su Consejería o con su puesto siempre lo pondrá a disposición del partido. Ruiz dijo estar al frente de una macroconsejería «muy complicada» pero también de tener « un equipazo» a «prueba de bombas». Y ponía el foco en algunos de los problemas de gestión que en teoría pretende solventar la remodelación en curso: la carga de trabajo en provincias es muy alta al tener un mismo delegado las competencias de Política Social y Educación.

El vicepresidente Juan Marín tuvo que salir a calmar ánimos y centrar el debate. Marín dijo que ninguno de los consejeros que actualmente están en el Gobierno andaluz está en cuestión «en absoluto» e insistió en que en la Administración «hay muchos niveles» y que dentro de algunas consejerías «tiene que haber otra distribución».

Marín, además consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, espera tener en unos «cuantos días» el plan para poner en marcha la reestructuración a partir de septiembre, «antes de que los problemas lleguen». Y dio más pistas al insistir en que no cree que haya problema en incorporar alguna consejería más «a coste cero para los andaluces». Un argumento en el que choca con el planteamiento del PP que se niega a aumentar el número de consejerías.

Por eso, el otro protagonista de la negociación, el consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, –entre ambos consejeros suman siete competencias– se ciñe a hablar de «ajustes», porque «los gobiernos están siempre en permanente revisión y mejora». Bendodo considera que la oposición está tan entusiasmada con la falsa crisis de Gobierno porque no tiene «nada con lo que atacar».

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