Andalucía
Las orcas abandonan las aguas del Estrecho
La transformación y adaptación a los cambios no se detiene en los animales
Francisco Gil es el gerente de Turmares. Lleva 22 años realizando avistamientos marítimos en El Estrecho . En su equipo trabajan ocho biólogos y es muy pesimista con lo que está ocurriendo en el mar. «Las orcas están abandonado el paso del Estrecho y se han dirigido a Galicia. De los entre 60-70 avistamientos que veíamos por temporada, este año hemos contabilizado sólo 15». A Gil le preocupa el cambio de comportamiento de las orcas, «en Galicia han roto los timones de 20 veleros y lo han intentado en otros 40».
Por ahora no existe una explicación científica sobre este cambio de hábitos, pero el gerente de Turmares cree que puede tener que ver con el desove del atún rojo en el Mediterráneo, lo que supondría un grave peligro para la pesca artesanal de las almadrabas. «A lo mejor con el calentamiento global las aguas del Mediterráneo son demasiado cálidas y busquen las de las costas gallegas, el caso es que curiosamente tampoco se han visto atunes muy grandes este año, de más de 150 kilos, sólo al principio», argumenta Francisco Gil.
Este empresario no cree que con el confinamiento haya aumentado el número de ejemplares de las especies, ni siquiera atisba una pérdida del miedo al hombre y que se hubieran acercado más a la costa. «Hemos tenido más tiempo para observar, pero son los mismos, los hemos dejado un rato más tranquilos, pero luego ha sido un desastre», señala. Gil se muestra avergonzado de cómo cuando levantaron las restricciones en El Estrecho se salió en tropel a practicar la pesca deportiva , «como un morlaco en un toril, no ha sido normal lo que ha pasado, esto también ha podido influir en que se hayan visto menos atunes, también por las redes de deriva», se lamenta.
Cuando se le pregunta a Gil si ha notado una disminución de otras especies aparte de las orcas, responde que no, « los delfines, los rorcuales, los cachalotes , se han visto en la misma proporción que en otros años, la mayoría de ellos, en busca de su alimento. Si hay calamares se verán delfines, como si hay atunes, su alimento por antonomasia, se ven a las orcas», aclara.
310 espacios protegidos
Pero no todo es negativo. Unos se van y otros vienen. Estamos asistiendo también por un aumento de la conciencia conservacionista a un «baby boom» de animales salvajes . Casi tres millones de hectáreas de Andalucía cuentan con algún grado de protección por su alto valor medioambiental, lo que supone un 30 % de toda su extensión. Esto la convierte en la comunidad que más superficie protegida posee en España, lo que favorece la expansión de la fauna.
Andalucía cuenta con 310 espacios protegidos distribuidos por las ocho provincias, donde especies amenazadas levantan sus particulares baluartes en su combate diario por la supervivencia, casos del lince ibérico o el quebrantahuesos, cuyo futuro está ligado a la protección y conservación de los espacios protegidos andaluces.
Que vivimos en un clima cambiante al que nos vemos abocados los ecosistemas y las especies que los habitan es un hecho incuestionable. Como también lo es que hay un proceso inevitable de adaptación y transformación. Así lo creen desde la asociación de naturalistas Hombre y Territorio . «En estos tiempos de pandemia que corren, la naturaleza nos sigue enviando señales. Así ha ocurrido en La Costa del Sol, Málaga, donde una tortuga boba, Caretta caretta, ha salido del mar a poner sus huevos, lo que no ocurría desde hace muchos años», señalan a este periódico.
Ocurrió el pasado 4 de agosto cuando la tortuga salió a anidar en la playa de Los Boliches , en pleno centro de Fuengirola. Tras evaluar el riesgo inminente de inundación del nido por las altas mareas, un equipo de expertos en coordinación con la Junta de Andalucía, responsable de la gestión de este evento, decidió realizar su reubicación en una playa cercana y más adecuada, en la localidad de Cabopino, en Marbella.
De los 72 huevos que puso originalmente la tortuga boba, 12 fueron enviados a Bioparc, un parque de animales, para asegurar la viabilidad de parte de la puesta mediante incubación inducida y controlada. El resto de los 60 huevos fue depositado en su nueva localización para que siguiera el proceso de forma natural. Tras 50 días de incubación, y una sincronización casi perfecta, los huevos que se encontraban en Bioparc y en la playa de Cabopino, empezaron a eclosionar los neonatos y emerger a superficie. Un total de 60 tortuguitas ha nacido de este nido.
«La intervención, podemos concluir, ha sido todo un éxito llegando a valores cercanos a los que se dan de manera óptima en la naturaleza», afirma de la Asociación Hombre y Territorio, que ha formado parte del grupo de expertos. «Hay también que tener en cuenta que en aquellas áreas donde la especie no tiene zonas de anidación asentadas, como ocurre en este caso, la gestión técnica del nido es una herramienta de conservación indispensable para asegurar el éxito de la puesta. Estos protocolos de actuación son usados extensamente en otras comunidades autónomas y zonas de anidación alrededor del mundo», aclara González Paredes.
Las pequeñas tortugas se encuentran actualmente en el Centro de Gestión del Medio Marino Andaluz del Estrecho (Cegma) situado en Algeciras, centro gestionado por la Junta de Andalucía, y donde residirán varios meses bajo una cría asistida. Así aumentan sus posibilidades de supervivencia antes de que sean liberadas nuevamente en aguas del Mar de Alborán . Esta ha sido una acción conjunta entre agentes y funcionarios de la administración pública, y la participación de varias ONG, que ha reunido a más de doscientas personas.
«Este es un hecho extremadamente interesante, ya que es el registro más al oeste que tenemos de la anidación de una tortuga marina en Europa, el primero descrito para la zona de Alborán», nos comenta González Paredes. Según los expertos de Hombre y Territorio, «recientes estudios señalan que podríamos estar asistiendo a un evento de “colonización” de la especie Caretta caretta en la vertiente occidental del Mediterráneo frente a un potencial escenario de cambio climático. Dichos estudios se basan en los nidos que, de manera esporádica, ha ido poniendo la tortuga boba a lo largo de la costa levantina en los últimos años. Parece ser que nuestras playas ofrecen ahora un perfil adecuado para la puesta. ¿Será que a partir de ahora las tortugas bobas se convertirán en asiduos visitantes?», se pregunta este estudioso en la materia.
Más quebrantahuesos
Este año nueve cachorros de lince ibérico nacieron en La Olivilla , el centro de cría que tiene la Junta de Andalucía en las inmediaciones de la localidad jiennense de Santa Elena. El censo total de linces hecho público hace tan solo una semana, apuntaba a que el 70 % de estos felinos registrados en territorio español se localiza en los cuatro núcleos andaluces —Andújar-Cardeña, Guarrizas, Doñana-Aljarafe y Guadalmellato—, tras crecer la población de linces en Andalucía por encima del 3 %, mientras que el año pasado nacieron 122 cachorros.
Tampoco ha ido nada mal la temporada de cría del quebrantahuesos , que concluyó esta primavera igualando el récord de pollos nacidos en el centro de cría Guadaletín, instalaciones que se sitúan a casi 1.300 metros de latitud en el corazón del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. En total, nueve ejemplares lograron romper el cascarón en este centro.
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